Las relaciones amorosas pueden ser de muchos tipos. Las hay con pasión, intimidad y compromiso, vividas de forma plena y muy satisfactorias. Otras, en cambio, se tornan más vacías, carentes de pasión pero mantenidas por el mero hecho de que resulta difícil romperlas tras tanto tiempo.
El amor vacío es la cáscara de lo que antaño fue una relación llena de pasión y de conocimiento profundo de dos personas que se quisieron mucho. Ahora es simplemente una relación mantenida porque resulta difícil salir de la zona de confort que, aunque displacentera, es preferible a cualquier cambio.
Este tipo de amor es uno de los que propuso el famoso psicólogo estadounidense Robert J. Sternberg en su teoría triangular, siendo este amor vacío en el que vamos a profundizar a continuación.
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¿Qué es el amor vacío?
El amor es algo que puede ser muy bonito, mágico incluso. Si bien cada uno lo vive a su manera, teniendo cada persona un concepto distinto del amor, no hay duda que es mejor tener amor en nuestras vidas que no tenerlo.
Hay personas que entienden que en una relación de pareja se debe priorizar el tiempo compartido y otros que valoran la libertad. También los hay para quienes el sexo es fundamental en una relación amorosa, mientras que otros eso toma un papel más bien secundario.
No es ningún misterio que la chispa del amor puede apagarse. La magia, la pasión, la intimidad, el placer y la emoción que nos provoca ver a nuestra pareja pueden desvanecerse, por cualquier motivo. En muchas ocasiones esto acaba en problemas de pareja, infidelidades o directamente, en la ruptura de la relación. Sin embargo, en otras sucede que la relación continúa, siguen siendo una pareja, a veces conservada más por evitar el mal trago de romper que no porque se tenga la ilusión de que un día la llama del amor va a volver. Solo queda la cáscara del amor, un amor vacío.
El amor vacío no es algo poco común. Se trata de una situación a la que se enfrentan muchas personas que llevan años juntas. El paso del tiempo, la rutina y los malentendidos en la relación han hecho que sus miembros ya no se quieran tanto como antes. La llama de la pasión se ha apagado y se ha perdido la intimidad.
El vínculo se ha ido desgastando, haciendo que poco a poco quienes eran enamorados empedernidos, ahora sean más bien compañeros. Los miembros de la pareja sienten poco el uno por el otro, aunque no quiere decir que no haya respeto.
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La teoría triangular del amor de Sternberg
La idea del amor vacío proviene de la teoría triangular del amor, propuesta por Robert J. Sternberg. Este psicólogo realizó importantes aportaciones a la comprensión de las relaciones interpersonales y afectivas, desarrollando una teoría sobre el amor que a día de hoy sigue teniendo repercusión. Sternberg expuso en su modelo que planteaba el amor como una pirámide con tres vértices, en los que cada uno de ellos se sitúa un elemento indispensable para conformar el amor:
1. Pasión
La pasión hace referencia a la atracción física, la excitación y la necesidad de estar cerca de la otra persona. En él se incluye todo el ámbito de la sexualidad pero, también, se encuentra dentro de él el deseo romántico y la necesidad de buscar la unión física y emocional con el otro.
Esta pasión está muy presente al comienzo de las relaciones, y es habitual que vaya disminuyendo a medida que pasa el tiempo.
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2. Intimidad
La intimidad es la conexión, la complicidad y la confianza que hay entre los miembros de la pareja. En ella encontramos los sentimientos de afecto y cercanía mutua, aspectos que conforman una sólida amistad, a un nivel más profundo que la que se tendría con un amigo.
La intimidad hace que los dos amantes se conozcan, alimentando la confianza el uno con el otro. Esta intimidad suele darse cuando la relación está un poco más avanzada, estando la pasión estabilizada y las personas ya tienen un conocimiento mutuo más profundo.
3. Compromiso
El tercer elemento del modelo de Sternberg es el compromiso, que tiene directa relación con la decisión de continuar en la relación a largo plazo. Se trata de la voluntad de conservar el vínculo a pesar de los problemas que pudieren surgir a lo largo de la relación, valorando la historia compartida entre los integrantes de la pareja y con el deseo de alcanzar su proyecto de vida en común.
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El amor vacío en la teoría triangular
Ahora que hemos visto los tres elementos del modelo de Sternberg, podemos comprender que este plantea la existencia de diversos tipos de amor en función de si presentan una u otra determinada combinación de ellos.
En función de estos tres elementos planteados por Sternberg, pueden surgir varias combinaciones que dan lugar a hasta siete tipos de amor, que vemos a continuación de forma muy esquemática
- Cariño = intimidad
- Encaprichamiento = pasión
- Amor romántico = pasión + intimidad
- Amor sociable = intimidad + compromiso
- Amor fatuo = pasión + compromiso
- Amor consumado = pasión + intimidad + compromiso
En el caso del séptimo, que es el amor vacío, hay la voluntad de continuar la relación pero no hay ni complicidad ni deseo sexual ni romántico. En otras palabras, hay compromiso, pero no hay ni pasión ni intimidad.
Este tipo de amor es el propio de relaciones de conveniencia o interesadas, cuyos miembros no se conocían antes de la unión y apenas han tenido tiempo para despertar la pasión y establecer cierta intimidad. También es frecuente que surja en parejas con una larga trayectoria de vida y que no han sabido gestionar muy bien el paso del tiempo ni han ido conociéndose más a fondo a pesar de llevar tanto tiempo juntos.
En el caso de las parejas que antes sí tuvieron pasión e intimidad, en vez de estabilizarse la primera y adquirirse más de la segunda, lo que sucede es que el deseo sexual y la confianza se acaban perdiendo. Solo ha quedado el compromiso, evidenciado en el mero hecho de que no se quiere acabar con la relación porque se prefiere vivir en una relación hueca, pero estable.
En muchas ocasiones, se sigue con la relación porque, si están casados y con hijos, los papeles del divorcio y la lucha por la custodia de los pequeños es algo por lo que no se está dispuesto a pasar.
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Recuperando el amor consumado
Muchas parejas se encuentran pasando por una fase en la que lo que hay es amor vacío, justo lo contrario a lo que Sternberg se refirió cuando en la relación hay no solo compromiso, sino también pasión e intimidad: el amor consumado.
El compromiso es una parte muy importante de toda relación, fundamental para que la pareja perdure pues, sin él, la relación puede que no sobreviva al paso del tiempo. La pasión y la intimidad, sin compromiso, las podemos encontrar en relaciones tan intensas como los amores de verano, amoríos muy románticos y, también, muy breves.
Por fortuna para quienes se encuentran inmersos en una relación con amor vacío hay solución a este problema. Es posible trabajar varias áreas de la pareja para que el amor vacío sea uno consumado, recuperando la pasión y la intimidad perdidas. Para ello, antes que nada, es necesario abordar aquellas áreas que suelen conducir al amor vacío, las cuales son.
- Abandono del aspecto físico que hace que la pareja se vuelva menos atractiva
- Exceso de obligaciones, rutinas y compromisos que quitan tiempo a la relación
- Poca autorrevelación: no confiar a la pareja preocupaciones, sueños, deseos…
- Vida de pareja monótona y repetitiva que quita la pasión
- Estrés y ansiedad que lleva a irritabilidad y dinámicas tóxicas
- Dar por sentada la relación y no esforzarse en sorprender a la pareja
- Descuidar detalles y muestras de afecto diarias
Estos son los principales problemas que pueden haber llevado a una relación a convertirse en una donde lo que la define es el amor vacío. Como se puede ver de estas áreas que acabamos de ver, la mayoría tienen relativa fácil solución, requiriendo un poco de esfuerzo, tiempo y motivación para cambiarlas. Sorprender a la pareja con una cita romántica el día del aniversario de boda, para su cumpleaños o, simplemente, porque ya va siendo hora es un buen primer paso. Y nunca es demasiado tarde para dar tal paso.