¿Podemos tener experiencias psicodélicas por efecto placebo?

El efecto placebo es capaz de generar experiencias psicodélicas similares a las de una droga.

Experiencias psicodélicas por efecto placebo

¿Puede el efecto placebo producir experiencias psicodélicas, similares a las producidas por una droga real, en un individuo? ¿Hasta qué punto las expectativas y el contexto pueden influir en nuestras creencias y en nuestras reacciones psicofisiológicas?

Una investigación llevada a cabo este año (2020) se ocupa de estudiar esta cuestión, a través de la recreación de una fiesta psicodélica donde se les hace creer a treinta y tres personas que han consumido una droga real. A través de ella, en este artículo analizaremos las experiencias psicodélicas por efecto placebo.

El efecto placebo en la investigación

El investigador Lilienfeld (1982) sostiene, en uno de sus artículos, que el primer ensayo controlado con placebo (o al menos, del que se tiene conocimiento) se realizó en 1931, con una droga llamada “sanocrysin”.

Concretamente, se compararon sus efectos con los del agua destilada (placebo) para tratar la tuberculosis. A partir de ese momento, el efecto placebo se ha utilizado para tratar ciertas dolencias, como por ejemplo el dolor, la ansiedad o el asma, entre otras muchas.

En este artículo analizaremos las experiencias psicodélicas por efecto placebo que pueden surgir como consecuencia del mismo, a través de una investigación reciente llevada a cabo por Jay A. Olson y su equipo, en la Universidad de McGill (Canadá).

Experiencias psicodélicas por efecto placebo, sin drogas

El experimento mencionado, titulado “Tripping on nothing: placebo psychedelics and contextual factors”, fue desarrollado por el investigador Jay A. Olson de la Universidad McGill (Montreal, Canadá), junto a su equipo.

El estudio fue publicado en marzo de 2020 en la revista “Psicofarmacología”. Pero, ¿qué pretendía el estudio? Averiguar si se podían provocar experiencias psicodélicas a través del placebo, sin el uso real de ninguna droga.

Hasta la fecha y, en general, los estudios realizados en relación a esta temática, han encontrado pocos efectos psicodélicos producidos por el efecto placebo. Sin embargo, no se sabe si esto ha sido debido al diseño del experimento o a otras variables.

Recreación de una “fiesta psicodélica”

El objetivo de la investigación que describimos era analizar las variaciones individuales del efecto placebo, en relación a posibles efectos producidos por la “no-droga”.

Para ello, los experimentadores diseñaron un entorno naturalista similar al de una fiesta psicodélica “típica”, con elementos como: música, luces de colores, cojines, proyecciones visuales, pinturas, etc.

El total de participantes fue de treinta y tres personas (estudiantes). Sin embargo, la investigación se llevó a cabo en dos sesiones experimentales; en cada una de ellas había 16 participantes reales y 7 personas aliadas (encubiertas), que comentaremos más adelante.

¿Cómo se llevó a cabo el experimento?

Para desarrollarlo, consiguieron reunir a 33 estudiantes voluntarios, a fin de analizar las experiencias psicodélicas por efecto placebo. Se les planteó como un experimento para examinar cómo una droga psicodélica podía afectar o influir en la creatividad.

Primero dichos participantes pasaron un examen médico riguroso. Posteriormente se les ingresó en una habitación de hospital diseñada, como hemos adelantado, a fin de que se pareciera a una “fiesta psicodélica”.

La duración del experimento fue de cuatro horas. Los participantes consumieron una pastilla placebo, pero se les engañó haciéndoles creer que se trataba de una droga parecida a la psilocibina, un compuesto químico que encontramos de manera natural en algunas especies de hongo (en este caso se hizo creer a los participantes que se trataba de un alucinógeno sintético).

Concretamente, la dosis que recibió cada participante del alucinógeno sintético era de cuatro miligramos. Además, también se les hizo creer que no había un grupo control con placebo (es decir, creían que todos tomaban la droga y por lo tanto que todos “deberían” mostrar efectos).

Después del experimento, pero, se les comunicó que lo que habían tomado realmente era una pastilla “de azúcar”, placebo (no una droga real).

Los “aliados” en el experimento

Otro elemento clave del experimento fue disponer de personas aliadas que actuaban influyendo en la experiencia perceptiva de los participantes. Pero, ¿qué hicieron exactamente estas personas? Su principal objetivo era influir en las expectativas de los participantes reales, aumentándolas.

Para ello, los aliados actuaron con sutileza, y si por ejemplo algún participante manifestaba espontáneamente que la droga le había producido “X” efecto, esta persona exageraba aún más dicho efecto en su organismo.

Resultados: ¿aparecieron experiencias psicodélicas?

Para analizar si se habían producido en los participantes experiencias psicodélicas por efecto placebo, al final del experimento éstos completaron una escala donde se medían posibles estados alterados a través de cinco dimensiones de la conciencia. Dicha escala medía los cambios en la experiencia consciente.

Pero, ¿se produjeron realmente experiencias psicodélicas por efecto placebo? Los resultados son bastante variados entre sí; es decir, se manifestaron bastantes diferencias individuales en este sentido. Del total de participantes (los reales, lógicamente), muchos de ellos no informaron de dichas experiencias.

Otros sí mostraron este tipo de experiencias, que consistieron en: distorsiones perceptivas, cambios de humor e incluso ansiedad. Dichas experiencias, según informaron los participantes, aparecieron a los quince minutos de empezar el experimento.

Analizando los participantes que mostraron los efectos de la “no-droga” (placebo), vemos cómo dichos efectos se produjeron en las magnitudes típicas asociadas a dosis de la droga (psilocibina) entre moderada y alta.

Por otro lado, la mayoría de los participantes (hasta un 61%) informó de forma verbal haber experimentado algún efecto de la droga. Ejemplos de estos efectos fueron: ver las pinturas de las paredes moverse, sentirse pesados o sin gravedad, sentir cómo una ola les golpeaba, etc.

Tipos de efectos e intensidad

Destacar que la mayoría de efectos descritos eran de tipo abstracto (como “visiones” o sensación de felicidad), no llegando nunca a producirse una auténtica alucinación (de cualquier tipo de modalidad sensorial).

Además, un grupo de participantes que informó de cambios en la experiencia perceptiva, analizando dichos cambios, se vió cómo éstos eran más fuertes que los producidos en personas que habían consumido dosis moderada o altas de LSD y otras drogas psicodélicas, lo que refuerza el poder del efecto placebo.

Mencionar que después de las cuatro horas que duró el experimento, los participantes que posteriormente afirmaron haber experimentado ciertos efectos por la droga, informaron también de que dichos efectos desaparecieron al finalizar el experimento. ¿Efecto placebo, también?

Conclusiones: influencia de las expectativas y el contexto

Más allá de las experiencias psicodélicas por efecto placebo, también se analizaron otros aspectos. Por ejemplo, qué grado de confianza dieron los participantes a lo que habían vivido; así, el 35% de los participantes informó de que estaba “seguro” de haber tomado placebo, en finalizar el experimento. El 12% explicó estar “seguro” de haber tomado una droga psicodélica real.

Así, podemos decir que el experimento sólo demostró, en una parte reducida de la muestra, que podían crearse experiencias psicodélicas por efecto placebo en los individuos.

Sin embargo, aunque los resultados sólo se hayan visto en una parte de la muestra, este experimento demuestra cómo las expectativas, junto al contexto (en este caso, principalmente la recreación de una “fiesta psicodélica”), influyen en la creencia de experimentar efectos de las drogas que en realidad, no son reales.

En otras palabras, las expectativas pueden llegar a crear esta creencia (así como las experiencias descritas). Así es como surgen las experiencias psicodélicas por efecto placebo, lo que demuestra, a su vez, el papel (y poder) de la sugestionabilidad en este tipo de situaciones.

Referencias bibliográficas:

  • Lilienfeld, A.M. (1982). The Fielding H. Garrison Lecture: Ceteris paribus: the evolution of the clinical trial. Bull Hist Med, 56: 1-18.
  • Olson, J.A., Suissa-Rocheleau, L., Lifshitz, M. et al. (2020). Tripping on nothing: placebo psychedelics and contextual factors. Psychopharmacology.
  • Tempone, S.G. (2007). El placebo en la práctica y en la investigación clínica. An. Med. Interna (Madrid), 24(5): 249-252.

Graduada en Psicología por la Universitat de Barcelona, con Máster en Psicopatología Clínica Infantojuvenil por la Universitat Autònoma de Barcelona. Especializada en Trastornos del Neurodesarrollo. Actualmente trabaja como Psicóloga infantil en la Associació Catalana del Síndrome X Frágil. Autora del libro "Vivir de memoria" (Editorial Círculo Rojo, 2018). Aficionada del deporte y la lectura.

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