¿Te ha pasado? Una conversación breve, un cruce en redes, una mirada… y de repente, te atrapas. Revisas mensajes, fantaseas con escenarios futuros, te invade la urgencia de saber más, de gustar, de ser correspondido. No puedes parar de pensar, aunque apenas haya ocurrido nada.
Una de las frases más frecuentes en consulta es: “sé que apenas ha pasado nada, pero no consigo sacarlo de mi cabeza”. No se trata de un capricho ni de intensidad romántica. En muchos casos, se trata de limerencia, un fenómeno emocional muy poco conocido pero tremendamente común.
¿Qué es la limerencia y cómo saber si la estás viviendo?
La psicóloga Dorothy Tennov acuñó el término limerencia en 1979 para describir un estado de obsesión romántica acompañado por una intensa necesidad de reciprocidad emocional. Este fenómeno puede generar un enganche emocional muy profundo, incluso cuando apenas conoces a la otra persona.
Los síntomas frecuentes son la idealización extrema, pensamientos intrusivos sobre la otra persona, cambios de ánimo según la atención (o silencio) que recibes, y miedo al rechazo, ansiedad, fantasías continuas.
Este tipo de vivencias no siempre son señales de “amor verdadero”, aunque culturalmente las hayamos romantizado. Son respuestas del cuerpo y la mente ante ciertos estímulos emocionales que activan experiencias previas no resueltas. Las 3 fases de la limerencia son:
- Atracción intensa: comienza con una chispa o idealización súbita.
- Euforia ansiosa: se alternan momentos de esperanza y angustia extrema.
- Agotamiento emocional: aparece frustración, tristeza, y desgaste psicológico cuando el vínculo no se concreta o no se ajusta a la fantasía.
¿Por qué me engancho emocionalmente así?
Muchas personas que viven limerencia han atravesado vínculos inseguros, ausencia afectiva o modelos de amor impredecibles. El sistema nervioso aprende a asociar la incertidumbre con la conexión emocional, y eso genera un patrón de búsqueda constante de señales, aunque duelan.
También existen factores neurobiológicos: la dopamina, neurotransmisor vinculado a la anticipación del placer, se dispara ante recompensas impredecibles. Lo mismo ocurre en las adicciones. Esto explica por qué una relación ambigua o intermitente puede resultar más adictiva que una estable.
La limerencia es especialmente frecuente en personas con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). La impulsividad, la hiperfocalización, la sensibilidad al rechazo, y la búsqueda constante de estimulación emocional hacen que este tipo de dinámicas se vivan con mayor intensidad. No es debilidad. Es una forma diferente de sentir y conectar.
¿Cómo se trabaja en terapia psicológica?
Superar la limerencia no implica simplemente “dejar de pensar en alguien”, sino comprender el lugar emocional desde el que surge ese enganche. En SAFE Psicología trabajamos este tipo de procesos con un enfoque integrador que considera el apego, el trauma, la historia vincular y el desarrollo de la autonomía emocional. Estas son algunas claves que marcan la diferencia:
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Nombrar y normalizar lo que ocurre: ponerle nombre al proceso ayuda a reducir la culpa y a entender que no estás exagerando ni sintiendo “demasiado”.
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Reconocer la proyección: identificar qué partes de tu historia o tus necesidades estás depositando en esa figura. A veces no se desea a la persona, sino la promesa emocional que representa.
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Revisar los aprendizajes vinculares: explorar de dónde aprendiste que amar es esperar, sufrir o perseguir. Cambiar esta narrativa forma parte del proceso terapéutico.
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Explorar tus necesidades relacionales actuales: aprender a identificar qué tipo de vínculo te hace bien, fortalecer tus propios criterios y elegir con conciencia, no solo desear ser elegid@.
¿Y si esto también te pasa a ti?
Si te reconoces en estas líneas, no estás solo. Muchas personas viven esto en silencio, creyendo que sienten “demasiado”, que algo no va bien. Pero comprender este patrón puede ser el primer paso para dejar de repetirlo.
En SAFE Psicología trabajamos desde Madrid y también ofrecemos terapia online. Somos un equipo especializado en trauma, apego y relaciones. Si estás buscando un espacio donde comprender lo que te ocurre, regular lo que se activa y construir vínculos más estables y reales, puede que este sea tu lugar. Preguntas frecuentes sobre limerencia:
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¿Cómo saber si estoy experimentando limerencia? Si sientes que una parte desproporcionada de tu energía emocional gira en torno a alguien que apenas conoces o que no te corresponde claramente, podría tratarse de limerencia.
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¿Cuánto dura la limerencia? Puede durar semanas, meses o incluso años, especialmente si no se aborda el fondo emocional que la sostiene.
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¿Cómo salir de una limerencia? Comprender su origen, trabajar los vínculos, y explorar tus necesidades actuales desde un lugar adulto es clave.


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