Del Mito de Egeo a Imagine Dragons, una misma lógica ansiosa

Esto es lo que nos enseña sobre la Psicología una de las canciones más populares de Imagine Dragons.

Del Mito de  Egeo a Imagine Dragons, una misma lógica ansiosa

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Hay miles de años entre el mito de Egeo y la canción Waves de Imagine Dragons, pero ambos describen la misma experiencia humana, la sensación de ser arrastrado por una ola emocional que crece, se acelera y nos empuja a reaccionar antes de que la realidad tenga tiempo de mostrarse por completo.

En el relato clásico, Egeo observa las velas negras del barco de Teseo y, sin poder tolerar la incertidumbre, se entrega a la peor interpretación posible, su suicidio. En la canción contemporánea, la ola representa un estado interno que sube y desciende, un vaivén emocional que supera la voluntad y empuja hacia acciones impulsivas.

Dos mundos distintos, un mismo mecanismo psicológico. Cuando la ansiedad se vuelve corriente, arrastra.

Tanto el mito como la música revelan una verdad compartida, las emociones intensas pueden convertir un instante ambiguo en una tragedia anticipada. Y muchas veces, como le ocurrió a Egeo, la historia que imaginamos pesa más que los hechos que aún no alcanzamos a ver.

En Waves, Imagine Dragons describe la experiencia interna como un movimiento que crece, golpea, sube y vuelve a caer. Una ola emocional que supera el control racional.

La canción muestra la dinámica típica de un estado ansioso o desbordado:

La emoción aumenta,

domina la percepción,

genera confusión,

y empuja a reaccionar para calmar el malestar.

La metáfora de la ola es tremendamente precisa desde la psicología, las emociones intensas tienen forma de curva. Suben, alcanzan un pico y luego descienden.

El problema es que, cuando la ola está en su punto más alto, creemos que nunca va a bajar.

En el mito griego, Egeo espera en lo alto de un acantilado el regreso de su hijo Teseo. El acuerdo entre padre e hijo era simple, si Teseo lograba vencer al Minotauro, izaría velas blancas al volver; si no, las velas serían negras. Pero Teseo, eufórico por la victoria, olvidó cambiar las velas. Egeo, al ver el barco acercarse con velas oscuras, no toleró la incertidumbre ni esperó unos minutos más. La sola visión del color activó en él una certeza inmediata: “Mi hijo está muerto”.

Y así, impulsado por el pensamiento catastrófico, se arrojó al mar.

Este episodio, más allá de su dimensión mítica, es una metáfora poderosa de cómo funciona la mente ansiosa. Cuando la incertidumbre se vuelve insoportable, el tiempo se distorsiona, las posibilidades se estrechan y la imaginación se llena de finales trágicos. La ansiedad no es solo miedo a lo que podría pasar, es la incapacidad de esperar a que la realidad se despliegue por sí sola.

Egeo no evaluó evidencias. No consideró alternativas. No calculó la probabilidad. Fue víctima de un mecanismo psicológico universal, la anticipación catastrófica.

Cuando la mente ansiosa detecta una señal ambigua, las velas negras, el mensaje que no llega, un resultado médico que demora, la respuesta a una pregunta, un llamado que no aparece y así miles de ejemplos. La mente preparada para la catástrofe interpreta esa ambigüedad como amenaza. La incertidumbre se vuelve intolerable y el impulso emocional domina la conducta. La mente que no puede tolerar la incertidumbre, que anticipa lo peor sin poder esperar a verificar la realidad, se hace nuestro peor enemigo. El acto impulsivo ilustra varios mecanismos típicos de la mente ansiosa:

  • Intolerancia a la incertidumbre: la imposibilidad de sostener un “todavía no sé”.
  • Sesgo de interpretación: leer peligro donde solo hay falta de información.
  • Pensamiento catastrófico: pasar del hecho neutro al peor final posible.
  • Acción impulsiva para aliviar el malestar: actuar no para resolver, sino para dejar de sentir.

Egeo no murió por Teseo, murió por la historia que su mente construyó en ese instante. Todos funcionamos así de una manera u otra, con diferencias de porcentajes, pero solemos inclinarnos a pensar que algo malo sucederá antes de lo bueno. Muchas veces en consulta, escucho decir, mejor pienso mal así si pasa lo bueno me alegro, pero no es así como resulta, porque siempre podemos dudar si lo bueno será tan bueno o llegará lo malo. Es una predisposición de nuestra mente a comportarse de esta manera, y debemos reeducar este pensamiento.

El mito funciona como una metáfora extraordinaria de los mecanismos cognitivos asociados a la ansiedad anticipatoria, el pensamiento catastrófico y la incapacidad de sostener la espera. Este artículo explora cómo el “olvido” de Teseo desencadena la catástrofe interna de Egeo, y cómo esa dinámica se replica hoy en nuestras vidas cotidianas.

Su suicidio no es solo un acto trágico, sino también un recordatorio de que cuando dejamos que el miedo decida por nosotros, dejamos de ver la realidad y actuamos desde nuestro peor escenario interno. Muchas veces nos comportamos como Egeo. Nos precipitamos, concluimos antes de tiempo, actuamos para “aliviar” el malestar inmediato de no saber. Pero cada vez que lo hacemos, renunciamos a la posibilidad de un final distinto.

Entonces, podemos pensar que la idea que subyace es la de surfear la ola antes de creer en ella. El mito y la canción, cuando se leen juntos, enseñan algo valioso, las emociones son como olas, suben, alcanzan un pico y bajan. Lo peligroso no es la ola, sino actuar en el pico.

Egeo se arrojó porque no pudo esperar a que la emoción bajara.

Y eso es exactamente lo que ocurre cuando la ansiedad toma el control. Podemos pensar en algunas herramientas prácticas a la hora de encontrarnos en esa ola.

  • Pausar antes de reaccionar. No actuar mientras la ola está en su punto más alto.
  • Diferenciar hecho de interpretación. Las velas negras no eran muerte; la ola emocional no es un pronóstico.
  • Sostener la incertidumbre. Aceptar el “no sé todavía” sin convertirlo automáticamente en “sé que algo va a salir mal”.

En otras palabras, cuando miramos el mito de Egeo y escuchamos Waves, vemos lo mismo expresado en lenguajes distintos, la condición humana enfrentando la intensidad emocional.

Silvana Weckesser

Silvana Weckesser

Magister En Psicología. Especialista en Clínica.Escritora

Profesional verificado
Buenos Aires
Terapia online

Una tragedia antigua y una canción moderna nos recuerdan que el verdadero riesgo no está afuera, sino en cómo nuestra mente interpreta y reacciona a lo que aún no pudo comprender.

La ola siempre baja.

Las velas, vistas de cerca, no siempre son lo que parecen.

La clave ayer y hoy es no dejarnos arrastrar por el miedo antes de ver la realidad completa.

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Silvana Weckesser. (2025, diciembre 3). Del Mito de Egeo a Imagine Dragons, una misma lógica ansiosa. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/mito-de-egeo-imagine-dragons-misma-logica-ansiosa

Psicóloga

Buenos Aires

Silvana Weckesser es psicóloga especializada en el ámbito clínico y docente universitaria, así como escritora. Su consulta se encuentra en Buenos Aires.

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