Los reflejos son reacciones rápidas que se producen al tener contacto con un estímulo específico, o de una manera específica. El reflejo glabelar es una de estas reacciones que no involucran en ninguna medida las funciones superiores de la conciencia. Veamos cómo es.
- Artículo relacionado: "Los 12 reflejos primitivos de los bebés"
¿Qué es el reflejo glabelar?
Tal y como pasa con todos los reflejos, el reflejo glabelar es un proceso en el cual la neurona sensitiva conduce el impulso directamente hacia la neurona motora, que se encarga de mandar inmediatamente la respuesta hacia un músculo, el cual ejecuta la acción del acto reflejo.
Este reflejo sucede cuando se golpea repetidamente el centro de la frente, un poco por encima de donde termina la nariz, de manera que los ojos no puedan tener contacto con el examinador ni con el objeto que golpea dicha zona.
Una vez golpeada la zona glabelar, como se describió anteriormente, de forma breve pero enérgica, es cuando se produce el reflejo glabelar, el cual consiste en un parpadeo constante y anormal por parte del sujeto examinado.
- Quizás te interese: "Neuropsicología: ¿qué es y cuál es su objeto de estudio?"
¿Qué nervio involucra este reflejo?
Durante esta reacción se ve movilizado el nervio trigémino, el cual es el V par craneal. Dicho nervio se encuentra ubicado en la protuberancia del tronco encefálico, y de ahí se extiende hacia el Ganglio de Gasser. Este ganglio es la raíz sensitiva más grande, y se encuentra situado en la fosa craneal media, de ahí, sus cuerpos neuronales se dividen en tres partes: La rama oftálmica (V1), la rama maxilar (V2), y por último, la rama mandibular (V3).
Dependiendo de cuál sea la rama que se estimule, por medio de un contacto o un estímulo visual podremos observar un reflejo distinto en los ojos o en alguna zona de la cara del sujeto.
Al tantear el sector de la frente por sobre la nariz (zona glabelar), con el golpeo y la forma descrito anteriormente lo que estamos haciendo es estimular la rama oftálmica (V1) del ganglio de Gasser, el cual está enlazado con el nervio trigémino (V par craneal).
Todas estas conexiones deben estar funcionando adecuadamente para que pueda suceder el reflejo, de existir alguna interferencia o anomalía en algún punto, entonces la sinapsis no podría darse adecuadamente.
Por ende la neurona aferente de este reflejo, la cual pertenece al nervio facial (III par craneal) no mandaría ninguna señal al músculo para que este se mueva, y el reflejo no ocurriría. Teniendo en cuenta que el III par craneal (nervio facial) también interviene en este reflejo, por medio de la neurona eferente, entonces se entiende que el reflejo de la zona glabelar es de origen trigémino-facial.
- Artículo relacionado: "Pares craneales: los 12 nervios que salen del cerebro"
La importancia de este fenómeno fisiológico
Este reflejo es fundamental para la protección de estiramientos exagerados de los músculos, en este caso de los músculos de los párpados. El reflejo de la zona glabelar se encarga de evitar que los párpados puedan dañarse y a su vez esto representa una protección importante para los ojos.
Esta evaluación es realmente simple de realizar por parte del examinador, ya que no es invasiva. Forma parte del examen físico de rutina de la persona, y permite detectar con gran exactitud si hay algún daño en la médula espinal.
Evaluación médica
El examinador debe estar atento a la respuesta del reflejo en ambos párpados; si sucediera que el parpadeo no es simétrico en ambos lados, entonces es indicador de daño neurológico. De ser así, corresponderá determinar dónde se encuentra el daño exactamente, si en la vía aferente o sensitiva, en el centro procesador del reflejo (interneurona), la vía eferente o motora, o en el músculo efector.
Para que la evaluación de este reflejo pueda darse de manera satisfactoria, es necesario que el evaluado esté en un estado de completa relajación muscular. De lo contrario el músculo no reaccionara ante el estímulo de la manera esperada.
En ocasiones resulta complicado que el evaluador consiga hacer que el paciente se relaje lo necesario para aplicar el método de evaluación, cuando estas complicaciones ocurren, se pueden emplear una serie de técnicas para lograr el estado propicio de relajación en el sujeto.
Ejemplos de técnicas
Algunas de estas técnicas son las siguientes.
1. Emplear la maniobra de Jendrassik
Este procedimiento ayuda a obtener el acto reflejo por medio de movimientos bruscos en la zona donde se busca conseguir la respuesta.
Por ejemplo, en el caso de la zona glabelar, el examinador le pedirá al sujeto que parpadeara rápidamente antes de proceder a la evaluación.
2. Técnicas de relajación
Es conveniente utilizarlas antes de aplicar la percusión brusca sobre el tendón del músculo.
Referencias bibliográficas:
- Purves (2004). Neuroscience: Third Edition. Massachusetts, Sinauer Associates, Inc.
- Derrickson (2006). Principios de Anatomía y Fisiología.
Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad