74 frases célebres de Alejandro Magno

Este gran conquistador es una de las figuras históricas clave de la antigüedad.

Frases Alejandro Magno

Alejandro III de Macedonia, conocido también como Alejandro Magno, fue uno de los mayores conquistadores de la historia con dominios que llegaban desde Grecia a la India.

Su padre Filipo le adiestró en el arte de la guerra desde su niñez y su educación la recibió de nada más y nada menos que del mismo Aristóteles. Alejandro fue preparado a conciencia y cumplió con creces las expectativas que se habían depositado en él.

Grandes frases célebre de Alejandro Magno

Para muchos de nosotros este conquistador es casi un ser mitológico, pero en la selección de frases que veréis a continuación podréis descubrir mucho más sobre su persona y sobre sus pensamientos.

1. Una de las cosas que aprendí cuando estaba negociando era que hasta que no me cambiara a mí mismo, no podía cambiar a otros.

Nuestra forma de ser determina en gran medida nuestro éxito al intentar alcanzar un propósito.

2. ¿Quién no desea una victoria en la que pueda unir los lugares de su reino, tan dividido por la naturaleza, y en la que pueda obtener trofeos de otros mundos conquistados?

Alejandro unificó la Antigua Grecia bajo un mismo mando, su mando.

3. ¿Cómo un hombre va a ser capaz de cuidar su propio caballo, pulir su lanza y su casco, si ha perdido la costumbre de atender a su propia persona, que es su posesión más preciada?

Cuidarse a uno mismo es algo que todos deberíamos tomar mucho más en serio, los griegos eran un pueblo que cuidaba mucho su aspecto y salud.

4. Más aún, he sido herido por la espada, mano a mano, con flechas, he sido herido desde una catapulta y muchas veces he sido golpeado con piedras y garrotes.

Nadie está exento de herirse en una batalla, incluso el general de más alto rango corre un gran riesgo.

5. Oh, qué afortunado el joven Aquiles, que encontró en Homero el heraldo de su gloria.

Al igual que Aquiles, Alejandro quería ser recordado para siempre en los libros de historia.

6. Así como un bebé recién nacido no puede ser alimentado sino con leche materna y tampoco podrá crecer sin esta, una ciudad no puede existir sin campos y frutas de diversos tipos que rodeen sus murallas.

Cortando los suministros que alimentan una ciudad, está marchitará más tarde o temprano.

7. Así que no esperen a sufrir ningún daño de mí. Un Rey griego no mata mensajeros.

En la antigüedad los mensajeros de malas noticias eran inmediatamente ejecutados, Alejandro cambió durante su reinado esta mala costumbre.

8. Todo lo que he escuchado hasta ahora de Marakanda es verdad, a excepción del hecho de que es más bella de lo que pudiera imaginar. Eso no es cierto.

La imaginación de Alejandro era mucho más aguda de lo que muchos podían llegar a pensar.

9. No considero lo que Parmenión debería recibir, sino lo que Alejandro debería dar. Me han designado líder de los griegos, y el deseo de castigar a los persas lo he tomado de usted.

Griegos y persas lucharon durante un largo periodo de tiempo, pero Alejandro no defraudó llegando a conquistar su famoso archienemigo.

10. Las diferencias internas, se resuelven sabiamente con negociaciones pacíficas. En última instancia, yo habré de ser el árbitro entre ustedes.

Este dirigente era todo un maestro de la negociación, algo que muchos de nosotros deberíamos intentar emular en nuestras propias vidas.

11. Nuestros enemigos son los persas, hombres que por siglos han llevado vidas llenas de comodidades y lujos. Nosotros, la gente de Macedonia, hemos sido entrenados para el peligro y para la guerra. Somos libres y ellos son esclavos.

Nada iba a poder parar la firme convicción de este príncipe Macedonio, el mundo se doblegaría ante él.

12. Por mi parte, considero que para los hombres de espíritu, no hay más meta o fin de sus labores que las labores mismas.

Vivir el ahora plenamente es algo que muchos de nosotros no hacemos en nuestro día a día, debemos saber pararnos a vivir el momento y reflexionar.

13. No has hecho bien en publicar tus libros de enseñanza oral (Sobre Aristóteles). Entonces, pues, ¿En qué les sacamos ventaja a otros ahora, si las cosas en las que hemos sido educados de forma particular, se revelan a todas las demás personas?

Alejandro era muy consciente del poder de la educación, en esta cita podemos ver cómo él deseaba guardarla celosamente para los suyos.

14. No distingo a los hombres en griegos y en bárbaros, como hacen las personas de mente cerrada.

Como general supo integrar en su ejército a tropas de tierras muy dispares, conocía a la perfección las virtudes y defectos de sus soldados.

15. No me importa la descendencia de los ciudadanos o sus orígenes raciales.

Todo un ejemplo de integración del que muchas personas deberían aprender, el racismo solo demuestra incultura e ignorancia.

16. Ahora que las guerras están llegando a su fin, deseo que ustedes sean capaces de prosperar en paz.

Buscar la prosperidad es algo que todo gran dirigente siempre debe hacer, no hay nada mejor que poder vivir en paz.

17. Que todos los seres mortales de ahora en adelante vivan como un sólo pueblo que esté de acuerdo y que trabaje para el avance en común.

Al conquistar un pueblo, Alejandro le dotaba de recursos y derechos, llevaba la paz a lo que conquistaba.

18. Preveo un gran concurso de funerales sobre mí.

Sin duda dejó un vacío en el mundo muy difícil de igualar, pero alcanzó con su muerte la inmortalidad histórica.

19. ¡Al más fuerte! [En su lecho de muerte, ésta fue la respuesta del rey de Macedonia sobre a quién se debería ceder su lugar].

El más fuerte puede entenderse también como el mejor preparado para el cargo.

20. ¿Será posible, amigos, que mi padre se anticipe a tomarlo todo y no nos deje a nosotros nada brillante y glorioso que podamos acreditarnos?

Los saqueos eran una parte vital en las guerras, normalmente un soldado tenía un sueldo simbólico y los saqueos eran su autentico botín.

21. Yo no robo victorias.

El honor en la batalla era algo sumamente importante para este famoso dirigente.

22. Dios ha de amar a los afganos, pues los ha hecho hermosos.

La belleza era algo que los griegos admiraban, nos basta con ver sus obras de arte para darnos cuenta de ello.

23. No tengo una sola parte de mi cuerpo, por lo menos enfrente, que no tenga cicatrices.

Después de una larga vida como guerrero, las cicatrices son un recordatorio de por lo que hemos pasado.

24. El fin y el objeto de la conquista, es evitar hacer lo mismo que los vencidos.

Cuando conquistamos una región debemos demostrar ser mejores legisladores que aquellos a los que hemos vencido.

25. Con la actitud correcta, las limitaciones auto-impuestas desaparecen.

La actitud es algo esencial en la práctica de cualquier cosa que realicemos, con una actitud correcta realizaremos nuestro trabajo de una manera mucho más eficaz.

26. En cuanto a los límites de las propias labores, no reconozco ninguna para un hombre magnánimo, excepto aquellas que deberían conducir a logros nobles.

Debemos buscar en nuestra vida una ocupación con la que nos sintamos plenamente satisfechos.

27. Oh, atenienses, cuán arduo debo trabajar para complacerlos y ganarme un buen nombre en esta tierra.

Alejandro sabía que debía trabajar muy duro para poder labrar un hueco en la historia.

28. Sin conocimiento, la habilidad no se puede enfocar. Sin habilidad, la fuerza no puede ser ejercida y sin fuerza, el conocimiento no puede ser aplicado.

Conocimiento, habilidad y fuerza. Tres cualidades que todo gran guerrero debe poseer.

29. Soldados, en los últimos días, hombres desesperados han intentado apartarme de ustedes, pero por la gracia de la providencia de los dioses, aún sigo entre los vivos y voy a prevalecer.

Todo general debe tener una buena relación con sus tropas si quiere vencer, Alejandro sentía una gran devoción y un profundo respeto por sus soldados.

30. Amigos, ahí tenéis al hombre que se disponía a pasar de Europa al Asia: pasando de un lecho a otro ha acabado por los suelos.

Con esta cita tan cómica Alejandro increpó a su propio padre el Rey Filipo durante una disputa entre ambos.

31. El verdadero amor nunca tiene un final feliz, porque no hay final para el amor verdadero.

Un amor de verdad puede no acabar nunca, este puede acompañarnos durante toda la vida.

32. Hay tantos mundos y aún no he conquistado ni siquiera uno.

Alejandro no ponía límites a sus conquistas, si por él fuese, lo habría conquistado absolutamente todo.

33. Aquellos que tienen el valor de vencer al miedo, son hechos libres y los que son conquistados por él, sufren hasta tener el valor para derrotarlo, o se los lleva la muerte.

Incluso el gran Julio César aprendió esta lección de Alejandro Magno, no debemos dejar que el miedo domine nuestra vida.

34. El sexo y dormir solo, me hacen consciente de que soy mortal.

Los pequeños placeres le permitían ser más consciente del momento, tomar contacto con la realidad.

35. ¡Oh! ¡Soy un miserable! ¿Por qué no aprendí a nadar?

Nadie es perfecto, debemos saber aceptar nuestras debilidades.

36. Clasifico a los hombres utilizando un sólo criterio: la virtud. Para mí, los extranjeros virtuosos son griegos y los griegos malvados son peores que los bárbaros.

Debemos ser juzgados por nuestras virtudes y defectos, no por nuestra nacionalidad o por cualquier factor racial.

37. Has traído un sólo hijo al mundo, pero todo el mundo en esta tierra puede ser llamado Alejandro.

Sin duda Alejandro Magno cambió el mundo antiguo y alcanzó la notoriedad que él tanto deseaba.

38. Desearía que los indios me creyeran un dios, ya que del informe del valor de un enemigo a menudo depende el éxito de una batalla.

La idea que nuestro rival tiene sobre nosotros puede ayudarnos a derrotarlo fácilmente, nuestra fama puede ayudarnos a alcanzar el éxito.

39. Estoy involucrado en la tierra de un pueblo valiente y aguerrido, donde cada pedazo de tierra es como un pozo de acero, confrontando a mis soldados.

Nuestras raíces nos crean como individuos, estas nos dotan de ciertos valores y principios.

40. Si espero, perderé la audacia y la juventud.

El momento ideal para hacer algo es ahora, no debemos perder el valioso tiempo del que disponemos.

41. No hay más mundos que conquistar.

Alejandro estaba decidido a conquistar todo lo que estuviese a su alcance.

42. El cielo no puede tolerar dos soles, ni la tierra dos amos.

Deseaba fervientemente ser el más grande conquistador de la historia.

43. En Macedonia, durante las generaciones pasadas, hemos sido entrenados en la dura escuela del peligro y la guerra.

Los jóvenes eran preparados desde muy temprana edad para la batalla, la guerra era una gran parte de su estilo de vida.

44. Qué feliz habría sido para mí ser asesinado en batalla.

Como todo gran guerrero deseaba morir de una forma gloriosa, peleando.

45. El esfuerzo y riesgo son el precio de la gloria, pero es una cosa preciosa el vivir con valor y morir dejando una fama eterna. Estoy en deuda con mi padre por vivir, pero con mi maestro Aristóteles por vivir bien.

Alejandro tuvo mucha suerte al tener un gran maestro a su lado, gracias al cual logró todo lo que se propuso.

46. Al final, cuando todo se acaba, lo único que importa es lo que has hecho.

Nuestros actos en la vida, serán el recuerdo que dejemos en los vivos cuando muramos.

47. Preferiría vivir una vida corta y llena de gloria, que una larga sumida en la oscuridad.

Una filosofía de vida que Alejandro compartía con el mito griego Aquiles. ¿Creéis que Aquiles existió en carne y hueso?

48. No hay nada imposible para aquel que lo intenta.

Si no lo intentamos nunca lograremos nada, todo gran logro empieza por un primer intento.

49. Todos juran que soy hijo de Júpiter, pero esta herida está proclamando que soy hombre.

Al fin y al cabo Alejandro era un hombre como cualquier otro, quizás con muchas virtudes pero mortal al final del día.

50. Que Dios los guarde del veneno de la cobra, los dientes del tigre, y la venganza de los afganos.

El pueblo afgano nunca ha sido conquistado, sin ninguna duda este uno de los pueblos más rudos del mundo

51. Muero debido a la ayuda de demasiados médicos.

Muchos de nosotros seguimos aún a día de hoy, intentando ir lo menos posible al médico.

52. Ya me imagino cuán ostentosos serán mis honores fúnebres.

Este célebre emperador fantaseó durante mucho tiempo sobre su propio funeral.

53. Vamos a comportarnos de manera que todos los hombres deseen ser nuestros amigos y todos teman ser nuestros enemigos.

Infundir temor en el adversario es una vieja táctica que siempre se ha usado en la guerra.

54. Si espero perderé la energía de la juventud.

Él sabía que el tiempo se le escapaba, debía actuar en ese preciso momento.

55. Para mí he dejado lo mejor: la esperanza.

Como se suele decir, la esperanza es lo último que se pierde.

56. ¡Qué excelente caballo pierden por falta de destreza y denuedo para manejarlo!

Ciertos caballos solo pueden ser montados por jinetes expertos, estos no se dejan dominar por cualquiera.

57. Si yo no fuese Alejandro, quisiera ser Diógenes.

En esta cita podemos ver el gusto que Alejandro sentía por la filosofía.

58. Recuerda que de la conducta de cada uno depende el destino de todos.

Nuestra conducta y estilo de vida, definen cuál será el destino al que llegaremos.

59. Ninguna fortaleza es tan inexpugnable que no puede entrar en ella un mulo cargado de oro.

El oro siempre se abre paso hacia las arcas del estado, de eso podemos estar totalmente seguros.

60. No toda la luz proviene del Sol.

Las cosas pueden, en ciertas ocasiones, no ser lo que parecen.

61. Yo he venido a Asia, no con el propósito de recibir lo que vosotros me deis, sino con el de que tengan lo que yo deje.

Alejandro pensaba fehacientemente que llevaba el mundo civilizado a aquellos que conquistaba, que mejoraba la calidad de vida de todos sus súbditos.

62. No tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león.

El talento de un general para dirigir a sus tropas, puede decir el resultado de cualquier batalla.

63. La gloria corona las acciones de aquellos que se exponen al peligro.

Para poder alcanzar la gloria en la antigüedad, se debía pasar por situaciones a veces muy peligrosas.

64. Cuando damos a alguien nuestro tiempo, en realidad damos una parte de nuestra vida que nunca vamos a recuperar.

El tiempo es algo que jamás se recupera, solo se gasta durante toda nuestra vida.

65. Dios es el padre común de todos los hombres.

La fe en algo superior puede ayudarnos en nuestras vidas y permitirnos vivir con un poco más de tranquilidad.

66. Cuán grandes son los peligros que enfrento para ganar un buen nombre en Atenas.

Durante toda su vida Alejandro luchó para poder labrarse una gran fama y reputación.

67. A través de cada generación de la raza humana, ha habido una guerra constante, una guerra con miedo.

La guerra ha sido algo que siempre ha acompañado al ser humano desde el inicio de la civilización.

68. Hay algo noble en escucharme a mí mismo hablando mal cuando estoy haciendo el bien.

Debemos escuchar nuestro propios pensamientos y actuar de forma acorde con ellos.

69. Habría preferido superar a otros en el conocimiento de lo que es excelente, que en la medida de mi poder y dominio.

El conocimiento siempre fue algo que Alejandro buscó y estudió, teniendo un maestro como Aristóteles no podía ser de ninguna otra forma.

70. Prefiero vivir una corta vida de gloria que una larga de oscuridad.

Alejandro estaba dispuesto a vivir su vida plenamente, sin importar las consecuencias de ello.

71. Habría sido mucho más noble haber muerto víctima del enemigo que sacrificar la ira de mis amigos.

La mejor muerte que un soldado puede desear siempre será en el campo de batalla, con sus amigos y compañeros al lado.

72. Mis estrategas carecen de sentido del humor… saben que si fallo en mi campaña, son los primeros a quienes voy a matar.

Una estrategia incorrecta puede mandar a una muerte segura a cientos o quizás miles de hombre.

73. Lucharemos para Grecia y nuestros corazones permanecerán en ella.

Alejandro sentía una gran devoción por la tierra que le vió nacer y crecer.

74. No me siento feliz por esta victoria. Estaría alegre, hermano, si la obtuviera estando parado al lado suyo, puesto que nos une la misma sangre, la misma lengua y los mismos deseos.

En la guerra, a veces debemos luchar contra amigos y familiares, algo que puede ser muy duro de llevar a cabo.

Doctor en Sociología

César Juárez (Dosrius, 1988) es licenciado en Sociología por la Universitat de Barcelona, donde también se doctoró. Es graduado en Psicología por la Universitat Ramon Llull. Ha trabajado en distintos ámbitos de la investigación, especialmente en procesos de inmigración y de desarrollo económico en países de América Latina. Su pasión por la escritura y la cultura le han llevado a formar parte de nuestra red de divulgadores.

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