Está claro que la evolución de las nuevas tecnologías está haciendo que nuestra manera de relacionarnos cambie… para bien o para mal.
Sí, es cierto que ahora es posible hablar con muchísimas personas cada día independientemente del lugar en el que se encuentren, y también es cierto que la existencia de Internet nos ha permitido entablar amistades con personas cuyo país de residencia ni siquiera tenemos por qué llegar a pisar nunca. Las posibilidades de crear puentes son mucho mayores gracias a chats y servicios de videollamadas, pero esto tiene una desventaja. También es mucho más fácil cortar el contacto con alguien de manera inmediata y definitiva, en cuestión de segundos o pocos minutos.
El ghosting es justamente lo que ocurre cuando alguien decide dejar de hablar y de relacionarse en general con alguien sin dar ninguna explicación, simplemente no contestando al oro o incluso evitando que este se ponga en contacto con quien lo ignora, bloqueándolo en las redes sociales, etc. En este artículo veremos varios consejos acerca de cómo reaccionar ante un ghosting y no hacer que este nos haga más daño del necesario.
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¿Qué hacer si me hacen ghosting?
Para saber gestionar las emociones que surgen al sufrir ghosting, sigue estos consejos. Ten en cuenta sin embargo que cada caso de ghosting es diferente, y muchas veces importa más el tipo de relación con la persona que nos ha dejado de hablar que el hecho en sí de que nos esté ignorando.
1. Valora si había un vínculo afectivo significativo
Es bueno tener en cuenta que, al igual que en la era de las redes sociales es fácil hacer ghosting, también es fácil confundir por amistad lo que nunca lo fue. Saber distinguir entre amigos y conocidos que orbitan alrededor de los círculos sociales por los que nos movemos no siempre es tarea sencilla.
Por eso, plantéate en primer lugar si hay algún motivo por el que tiene sentido que te sientas mal porque cierta persona te haya hecho ghosting. Quizás, simplemente, ella tampoco veía motivos para tener conversaciones habituales contigo no tanto por quién eres, sino porque te conoce poco o las circunstancias en las que habéis sabido el uno del otro no daban para desarrollar una amistad.
Aunque está claro que hacer ghosting es un acto desconsiderado y que difícilmente puede ser disculpado, también es cierto que no necesariamente tenemos que dar mucha importancia a todos y cada uno de los casos en los que ocurre. A veces, simplemente basta con tomar nota y dejar de preocuparse por lo que esa persona diga o haga.
2. ¿Puede tener problemas personales?
Si la persona que ha dejado de comunicarse contigo es significativa para ti, lo siguiente que tienes que hacer es intentar averiguar si te está ignorando de manera deliberada o si hay ciertos problemas personales o familiares que producen tanto malestar o exigen tanto de ella que en general ha suspendido su vida social.
En algunos casos extremos esto es posible, aunque no es muy habitual. Alguien que por circunstancias personales no puede dedicar tiempo a cultivar las relaciones que le importan tiende a avisar de que estará un tiempo sin dar demasiadas señales de vida, por consideración y respeto. Pero si se dan ciertas circunstancias, como la experimentación de síntomas depresivos fuertes, incluso escribir un mensaje puede resultar demasiado agotador.
En cualquier caso, como el ghosting ha sido impuesto, nuestra capacidad de saber lo que está ocurriendo es muy limitada, por lo que eventualmente, a no ser que tengamos pistas importantes que indiquen lo contrario, debemos dar por concluida la búsqueda y aceptar la conclusión más simple y probable: que la otra persona no quiere comunicarse con nosotros por algún motivo.
3. No dejas que aparezca la culpa
Por definición, el ghosting está rodeado de ambigüedad, por lo que no está claro por qué se ha cortado el contacto con alguien, lo cual a su vez indica que no hay motivos claros y por consiguiente tú no tienes la culpa de eso.
No viene mal preguntarse en primer lugar si hay algo de lo que hayamos hecho que haya podido herir al otro, pero si no divisamos un motivo claro por el que esta persona haya podido adoptar una actitud antagosnista, lo mejor es concluir que no existen motivos por los que sentirse culpable.
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4. Ten claro que lo importante eres tú
Es cierto que todo el mundo tiene el derecho de cortar con una relación personal cuando quiera, pero también es cierto que la persona con la que se ha cortado el contacto tiene derecho a no sentirse mal por ello ni asumir que tiene la culpa de eso a no ser que haya motivos claros para asumir lo contrario. Pero deben ser muy claros, porque ante la incertidumbre somos propensos al pesimismo.
En el momento en el que sabes que una persona te ha hecho ghosting de manera deliberada, incluso si lo ha hecho porque ha dejado de preocuparse por lo que puedas sentir (es decir, ha cortado el contacto contigo de manera deliberada pero no activamente, sino pasivamente), debes tener claro que en lo relativo a este tema lo importante eres tú, el cómo te sientes.
Ante el ghosting, puedes asumir que esa persona ha desaparecido para ti, y si la otra persona quiere retomar el contacto, es legítimo negarse a ello, por lo que tampoco deberías preocuparte por lo que el otro pueda pensar si dejas de intentar hablar con él.
5. No alimentes el enfado
Enfadarte con esta situación no hará más que hacer que aparezcan pensamientos obsesivos alrededor de este tema. No lo permitas. Simplemente, no tienes por qué malgastar más tiempo preocupándote por ello.