Es difícil no habernos sentido solos en algún momento de nuestras vidas, y más hoy en día. Lo más habitual es vivir centrados en nuestras propias vidas, en modo automático, sin fijarnos tanto en las personas de alrededor. Así es fácil no darnos cuenta de qué les pasa o cómo se sienten.
De esta manera, muchas personas pasan desapercibidas, se sienten solas, nadie se da cuenta y para ellas es muy difícil pedir ayuda. Y la soledad, cuando no es deseada, es una emoción muy limitante y desgastante. Los seres humanos somos sociales por naturaleza, así que siempre anhelamos tener compañía y apoyo, y nos resulta difícil afrontar la soledad.
Consejos para afrontar la soledad en la juventud
Este sentimiento generalmente se asocia a la vejez, pero cada vez es más frecuente en la población joven. Así lo constatan diversos estudios, los cuales indican que 1 de cada 4 jóvenes españoles de entre 16 y 29 años se sienten solos. Esta cifra es preocupante, sobre todo porque es un problema multicausal, por lo que es difícil prevenirlo.
Por eso, nosotros hemos querido hacer un artículo en el que os damos 5 consejos para afrontar la soledad durante la juventud. Si eres una persona joven que se siente sola y quiere acabar con este sentimiento, sigue leyendo.
1. Reconoce la soledad
A veces es difícil darnos cuenta del problema. Solo sabemos que nos sentimos mal, pero no por qué. Por eso esperamos que este artículo ayude a algunos jóvenes a abrir los ojos y darse cuenta de que sufren este problema.
Una vez que eres consciente, lo primero es aceptarlo. Puede ser algo difícil de asumir, a nadie nos gusta admitir que nos sentimos solos, incluso a pesar de tener gente alrededor. Sin embargo, es importante que aceptes la situación y las emociones que esto te genera, porque si no, nunca vas a estar preparado/a para empezar a cambiar tu vida.
Cuando reconozcas tu sentimiento de soledad, podrás plantearte qué lo está causando, qué está influyendo y cómo puedes empezar a solucionarlo.
- Artículo relacionado: "Los 7 tipos de soledad, y sus causas y características"
2. Aprende a llevarte bien contigo/a mismo/a
Para poder sentirte bien, es importante que te lleves con la persona con la que más vas a estar: contigo mismo/a. Y esto cobra aún más importancia si tu principal problema es sentirte solo/a. Para caerte bien a ti mismo/a, tienes que conocerte antes. Eso implica saber qué te gusta, cómo eres, cómo te gustaría ser… Piensa todas estas cuestiones, e intenta escucharte y no juzgarte, como si de verdad fueras una persona a la que acabas de conocer y con la que te gustaría llevarte bien. Pon una actitud de abuela con amor incondicional a su nieto, e intenta no ser muy duro/a contigo. Acepta tus defectos y virtudes, tal y como eres.
Si por lo que sea, te cuesta demasiado y no te sientes a gusto con tu forma de ser, piensa qué hay en tu mano que puedas cambiar de ti mismo/a para lograr caerte bien y gustarte. Hay factores y aspectos que podemos cambiar, y así aprender a ser mejores personas. Esto logrará que te sientas mejor, más autorrealizado/a y satisfecho/a contigo.
Ten en cuenta también que para estar bien contigo mismo/a, tienes que pasar un buen rato estando solo/a. Eso se consigue haciendo actividades agradables por tu cuenta, ya sea practicar tus aficiones dentro de casa, probar algunas nuevas o salir a la calle a hacer lo quieras. No puede ser que te reserves para ti mismo únicamente ratos de preocupación y ansiedad.
3. Sal de tu zona de confort y cambia tu vida
Puede que tu soledad sea causa de un conjunto de factores distintos que te han abocado a esa situación. Sin embargo, te podemos asegurar que hay un factor mantenedor que va a hacer imposible que te sientas de otra manera: resignarte a la situación, creer que no puedes cambiarla y acomodarte.
Aceptar la situación no es resignarte y tirar la toalla, sino todo lo contrario. Hoy en día, por suerte, hay muchas maneras y facilidades para poder afrontar la soledad en la juventud. Aprovéchalas y busca soluciones a tu problema. Haz una lluvia de ideas para poner fin a tu soledad, y escoge las opciones que más te gusten.
Cuanto más cosas hagas, más te puede asegurar que acabes ganando la batalla a la soledad. Lo más probable es que esto implique salir de tu zona de confort y someterte a situaciones que te resulten difíciles o incómodas. Aun así, ten en mente que lo haces por una buena razón que a la larga te aportará bienestar psicológico gracias a una buena compañía y apoyo.
- Quizás te interese: "6 creencias limitantes, y cómo nos perjudican en el día a día"
4. Conoce a gente nueva
Una de las opciones más evidentes para afrontar la soledad en la juventud es conocer a gente nueva. Para ello, por ejemplo, puedes utilizar distintas apps. Las redes sociales son las que más se usan para eso. Te permiten conocer de forma general gustos, costumbres e ideologías de otras personas que pueden ser afines a ti, y puedes probar a hablarles a través de las propias apps u otras de mensajería, como Whatsapp o Telegram.
Sin embargo, las redes sociales pueden ser un arma de doble filo, ya que dan una imagen falsa e idealizada de la vida del resto de personas con las que tendemos a compararnos. Usa las redes sociales teniendo en cuenta este peligro y yendo con actitud crítica para no creerte todo lo que aparece en ellas.
Otra opción factible son las apps de cita, como Tinder, en las que cada vez hay más personas que solo buscan amigos, sin interés romántico ni sexual. También hay aplicaciones que anuncian eventos sociales a los que te puedes apuntar según tus propios gustos, como Meetup.
La idea es que estas apps te pueden facilitar encontrar a personas con gustos comunes. Si no te llama usar estas apps, siempre puedes apuntarte tú directamente en clases o sesiones de actividades relacionadas con tus hobbies. Busca algunas que se den en tu zona.
Pueden ser clases de baile, de canto, de deporte, de dibujo, de alfarería… Lo que te apetezca hacer y probar. Seguro que puedes conocer a gente interesante en estas actividades.
- Artículo relacionado: "Cómo hacer amigos y profundizar en tus relaciones, en 7 pasos"
5. Haz más íntimas tus relaciones
Puede que el problema no sea que tienes pocas relaciones sociales, sino que estas no son lo suficientemente profundas como para hablar de los temas que necesitas y para sentirte apoyado/a. Si las personas de tu entorno no te pueden garantizar compañía y apoyo, algo está fallando. No es tanto la cantidad, sino la calidad.
Lo que puedes hacer entonces es probar a intimar más con tus conocidos. Para que una relación sea un entorno seguro en el que desahogarte, necesitas hablar de tus intimidades, y escuchar y apoyar las intimidades de la otra persona. Cuéntales cómo te sientes, que te sientes solo/a y que necesitas más apoyo y compañía, o háblales de otras preocupaciones.
Esto puede dar inseguridad al principio, porque no estés acostumbrado/a a contar cosas íntimas y creas que no van a ser bien recibidas. Pero es importante que sepas que las relaciones más profundas son en las que se puede hablar de lo que sea sin juzgar a la otra persona ni ser juzgado. Tienes que correr el riesgo y probar qué pasa para poder conseguir una relación social de calidad.
Ve poco a poco, comenzando con temas menos importantes y aumentando gradualmente el grado de intimidad. Respeta tu propio ritmo y el de la otra persona, no es cuestión de abrumarle. Y sobre todo, ten en cuenta que la relación tiene que ser recíproca, así que escúchale también.
Si no lo consigues con la primera persona que pruebas, no te desanimes, hay personas que no les gusta tanto grado de intimidad y compromiso, sobre todo entre las personas jóvenes. Por eso, sigue probando con otras personas de tu entorno o personas a las que acabes de conocer con las que quieras mejorar tu relación. Tarde o temprano darás con las personas adecuadas, garantizándote una buena red de apoyo y cariño.