La envidia entre hermanos es una situación hasta cierto punto habitual en todas las familias. En muchas ocasiones, se trata de una ligera competencia entre los hermanos que no tiene que ser del todo negativa si no llega a extremos.
Muchas veces incluso es de manera inconsciente que podemos llegar a tener envidia de nuestros hermanos, pero si es un problema o no va a depender de cómo gestionamos esta situación para evitar que se vuelva un verdadero problema.
En este artículo revisaremos algunos consejos para saber cómo gestionar esta situación entre los hermanos, tanto desde el punto de vista de los propios hermanos como desde el rol de padres.
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¿Cómo puede surgir la rivalidad entre hermanos?
Algunas situaciones que detonan la presencia de envidia entre hermanos es el hecho de querer ser más tenidos en cuenta por los padres y el entorno cercano (amigos y familia). Esto es propio en las etapas tempranas del desarrollo, en los niños y adolescentes.
En la etapa adulta también podría persistir esta envidia, pero por motivos distintos; percibir que mi hermano ha tenido más éxito que yo en el ámbito laboral o en algún otro aspecto puede ser causante de que esta envía reaparezca nuevamente en la adultez.
¿Cómo afrontar la envidia entre hermanos?
A continuación veremos un listado de consejos útiles para canalizar el suceso adecuadamente.
1. Tomarlo como algo propio de la relación
Primeramente se debe tener en cuenta que no debemos sentirnos como si fuésemos unos villanos por tener envidia entre hermanos.
La relación entre hermanos no tiene por qué ser de color de rosas todo el tiempo; los malentendidos pueden ser frecuentes, y la envidia es un sentimiento que aparece desde muy temprano en la vida de los consanguíneos.
Sin embargo, el vínculo de hermandad debe entenderse como algo que trasciende todas esas situaciones, propias de la convivencia. Debemos ser conscientes de que esos sentimientos puntuales que podamos llegar a tener son solo eso, experiencias pasajeras que no definen el vínculo real que uno tiene con su hermano o hermana.
2. Ver al hermano como parte de un mismo equipo
La familia es una institución conformada por personas con coincidencias biológicas, pero que al mismo tiempo albergan diversas opiniones y gustos diferentes entre sí; los hermanos muchas veces tienden a tener una relación de rivalidad.
Pero cuando nuestro hermano triunfa en aspectos personales, que no tienen nada que ver con nosotros, lo ideal es entender ese logro como una meta alcanzada por un miembro de nuestro equipo.
3. Revisar aspectos de uno mismo
Cuando se tiene un sentimiento de envidia hacia los hermanos, por lo general eso puede estar motivado por aspectos de uno mismo que nos desagradan.
Por ello, es bueno tomarnos el tiempo necesario para identificar cuáles podrían ser estos aspectos y comenzar a trabajar en ellos. Reforzar la autoestima nos fortalece ante la envidia y los celos.
4. Tener un canal de comunicación asertiva con mi hermano
Practicar la comunicación asertiva nos trae grandes beneficios en nuestra vida cotidiana. Al implementar esta forma de comunicación con nuestros hermanos podremos lijar todo tipo de asperezas sin renunciar a expresar nuestras opiniones.
El proceso de comunicación asertiva se basa en decir las cosas desde la honestidad y de forma adaptativa; con tono de voz adecuado y evitando utilizar términos hirientes.
Afrontar este problema en nuestros hijos
Como padres de niños pequeños o adolescentes, de igual forma debemos entender que esta situación es propia de los hermanos. Sin embargo se debe tener cuidado en no dejar que se salga de control. Los padres son garantes de la estabilidad emocional y física de los hijos. Por tanto, es menester dotarlos de las herramientas necesarias para el futuro.
En cuanto a la rivalidad que puede existir entre los hermanos, los progenitores deben implementar en ellos métodos de solución de conflictos que puedan servirles para el resto de su vida. Veamos cuáles son.
1. Impartiendo educación en valores
En la medida que eduquemos a nuestros hijos sobre la importancia de los valores, estamos disminuyendo la probabilidad de que se genere una envidia insana entre los hermanos. La familia es uno de los valores más importantes, y debemos asegurarnos de que nuestros hijos lo comprendan.
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2. Evitando las comparaciones
Bien dice el refrán que las comparaciones son odiosas, sobre todo con nuestros hijos. Lo ideal es fomentar las fortalezas de cada uno de ellos sin hacer comparaciones con respecto a los otros hermanos.
3. fomentando a que pasen tiempo de calidad juntos
Si hacemos que nuestros hijos sepan que pueden pasar tiempo agradable con sus hermanos, estamos ganándole terreno a la hostilidad entre ellos, ya que su vínculo se hará cada vez más sólido y la empatía entre ellos crecerá.
4. evitar mostrar preferencia hacia alguno de los hermanos
Si uno de tus hijos piensa que tienes preferencia por sus hermanos, entonces las probabilidades de que los envidie son mayores, y esta envida podría trascender hasta la etapa adulta, como un viejo rencor del pasado.
Lo ideal siempre será mostrarte igualitario y ecuánime en cuanto a las recompensas y los castigos que les importas a tus hijos; de ese modo es menos probable que alguno de ellos se sienta menos que los otros.