Síndrome del Impostor en la carrera universitaria: sus efectos y características

Así es como el síndrome del impostor puede lastrarte en el mundo universitario.

Síndrome del Impostor en la carrera universitaria: ¿qué impacto tiene?

Ingresar a la universidad marca el inicio de una nueva etapa que puede llegar a ser muy emocionante. Coincidir en un espacio académico con personas con las que se comparten intereses y un camino profesional similar puede ser muy positivo para el crecimiento personal.

Empaparte de conocimiento y comenzar una ruta profesional anhelada es un proceso muy motivador, pero, ¿qué pasa cuando, en lugar de disfrutarlo, lo sufres, y en lugar de motivarte, te hace pequeño? Y es que, en muchas ocasiones, en lugar de disfrutar del compañerismo y el aprendizaje, la experiencia universitaria puede volverse un mar de dudas y comparaciones que solo llevan a dudar de las propias habilidades, el talento e incluso la decisión de estudiar esta carrera. Esto es a lo que nos referimos cuando hablamos de síndrome del impostor; sentir continuamente que no se es suficiente y que se está tomando un rol impostado en este camino profesional.

En este artículo, vamos a hablar de las formas en que puede aparecer este síndrome del impostor en las carreras universitarias, y el tipo de impacto negativo que tiene sobre la salud mental, el bienestar, y en última instancia, el desempeño académico.

¿Qué es el Síndrome del Impostor?

Para entender en más profundidad el impacto del síndrome del impostor en el contexto universitario, es importante primero definir qué es este fenómeno. El síndrome del impostor hace referencia a la creencia de tener un rol impostado o falso en un contexto profesional, laboral o académico, partiendo de sentimientos de inseguridad o de falta de calificación necesaria.

En el contexto universitario, el síndrome del impostor es una experiencia psicológica que afecta a muchos estudiantes, independientemente de su capacidad académica o sus calificaciones. Se manifiesta como un sentimiento persistente de fraudulencia hacia lo que están estudiando, llevando a quienes lo experimentan a dudar de sus logros y a temer que, en algún momento, serán expuestos como “impostores” dentro de esta carrera universitaria. Este fenómeno se caracteriza principalmente por la incapacidad para interiorizar los éxitos, atribuyendo así los logros a factores externos o a la suerte en lugar de reconocer la habilidad y el esfuerzo personal.

Los estudiantes que se ven afectados por estas falsas creencias suelen vivir en un constante estado de ansiedad, temiendo el momento en que su supuesta incompetencia se haga evidente para los demás. Este sentimiento puede surgir en cualquier etapa de la carrera universitaria y afectar a personas talentosas y capaces. Comprender esta dinámica es esencial para abordar el problema y promover una cultura universitaria que fomente la confianza y el reconocimiento genuino de los logros individuales.

Factores que contribuyen a su desarrollo

El síndrome del impostor en la carrera universitaria encuentra sus raíces en una intersección de factores que, combinados, pueden desencadenar sentimientos de duda o incompetencia continuados. Es importante destacar que cada persona tiene un bagaje experiencial y emocional diferente y que, por tanto, procesa de forma diferente la información o conjunto de situaciones que experimente. Estos son algunos factores que pueden incidir en el desarrollo del síndrome del impostor en la carrera universitaria:

1. Presión académica

La presión académica es una situación omnipresente y constante en muchos entornos universitarios que fomentan la competitividad entre estudiantes. La exposición continuada a esta presión puede generar un estrés abrumador. Estos estudiantes, a menudo, experimentan la necesidad de cumplir con estándares elevados, tanto personales como sociales, lo que aumenta la probabilidad de experimentar el síndrome del impostor, sobre todo cuando no se llega a los resultados que se creen deseables. Además, las expectativas de profesores, familiares y amigos puede generar un peso adicional, creando un terreno fértil para dudar de uno mismo.

2. Expectativas propias

Además de las expectativas del entorno académico, profesores o familiares, las expectativas internas que cada persona tiene sobre su proceso académico o futuro profesional son muchas veces más exigentes. Los estudiantes que tienden a establecer estándares irrealmente altos para sí mismos son más susceptibles de caer en ciclos de autocrítica y desarrollar el síndrome del impostor, dudando continuamente sobre las habilidades y el futuro laboral. Este perfeccionismo puede ser paralizante a largo plazo y traer cada vez consecuencias peores para la carrera y el desarrollo propio.

3. Comparación constante

Por otro lado, la comparación constante con los compañeros también desempeña un papel crucial en el desarrollo del síndrome del impostor. En un entorno universitario competitivos, es fácil caer en la trampa de medir el propio éxito en relación con el de los demás. Esta comparación, aunque natural, puede llevar a una percepción distorsionada de la valía personal, intensificando los sentimientos de impostura.

Impacto en la salud mental

El síndrome del impostor no solo es un obstáculo académico, sino que también ejerce un impacto significativo en la salud mental de los estudiantes universitarios. Estar constantemente expuestos a la presión y el miedo a ser descubiertos como “fraudulentos” o incapaces para sus labores pueden desencadenar ansiedad, estrés y otros problemas emocionales. Algunos de los impactos en la salud mental son:

1. Ansiedad

La ansiedad, como compañera constante del impostor, se manifiesta en la preocupación persistente por el rendimiento académico y el miedo a la evaluación de los demás. Esta carga emocional puede afectar la concentración y el bienestar general, convirtiéndose en un obstáculo para el éxito académico y personal.

2. Estrés

El estrés asociado al síndrome del impostor y a la constante duda sobre las propias habilidades puede generar a largo plazo agotamiento mental y emocional. Los estudiantes afectados a menudo se encuentran en una lucha constante por demostrar su valía, lo que puede resultar en un desgaste progresivo. Medir las habilidades propias mediante la comparación con las de otras personas lleva a debilitar la resiliencia frente a desafíos adicionales y afectar negativamente la calidad de vida de forma estable en el tiempo.

Estrategias para superarlo

A pesar de los desafíos que presenta el síndrome del impostor, existen estrategias efectivas que los estudiantes universitarios pueden implementar para superar este obstáculo emocional y académico. Vamos a comentar algunas estrategias que no solo pueden ayudarte a superar el síndrome del impostor, sino que también fomentan un enfoque más saludable y equilibrado hacia la vida universitaria.

1. Reconocimiento y concienciación

El primer paso es reconocer que el síndrome del impostor es común y que no estás solo en esta experiencia. Ser capaz de etiquetar la causa de algunos de tus problemas de autoestima y de confianza en ti mismo es el primer paso para liberarte de ellos. Además, ser consciente de que muchos estudiantes comparten estos sentimientos puede aliviar la carga emocional y evitar que te sientas solo.

2. Hablar del problema

Al hilo de lo comentado anteriormente, compartir tus sentimientos con amigos, familiares o profesionales puede ser liberador. A menudo, expresar las preocupaciones en voz alta ayuda a desmitificarlas y a recibir el apoyo necesario. En muchas ocasiones, no somo conscientes del impacto de algo doloroso hasta que nos permitimos hablar de forma libre y distendida sobre ello, dando valor a nuestros sentimientos dolorosos y de inseguridad.

3. Cambiar el diálogo interno:

Trabaja en cambiar los pensamientos negativos por afirmaciones positivas. Sobre todo, en estos problemas guiados por el síndrome del impostor, es muy importante que modifiques la forma en que te hablas y diriges a ti mismo. En lugar de enfocarte en lo que no sabes o en tus temores, concéntrate en tus logros y habilidades. No busques superar constantemente lo que has hecho anteriormente o lo que hacen tus compañeros; céntrate en encontrar lo que te hace feliz a ti.

4. Establecer metas realistas

Define metas alcanzables y celebra tus éxitos, por pequeños que sean. Esto ayudará a construir la confianza en ti mismo gradualmente. En lugar de dirigirte hacia objetivos poco realistas o centrados en el éxito inmediato y la comparación con terceras personas, busca metas que se encuadren dentro de tus capacidades y tus gustos. Te hará sentir mejor llegar a ellas, y el camino será también más agradable.

5. Aprender de los errores

Entiende que cometer errores es parte del proceso de aprendizaje. En lugar de verlos como fracasos, concédeles el valor de oportunidades para crecer y mejorar. Todas las personas fallamos y no tiene nada de malo; es mediante estos fallos cómo logramos aprender y modificar nuestros pasos para hacerlo bien en el siguiente intento.

6. Buscar apoyo profesional

No dudes en buscar ayuda y apoyo cuando lo necesites. Reconocer que este problema te afecta hasta el punto en que no eres capaz de gestionarlo por ti mismo no tiene nada de malo; cuidar tu salud mental también implica saber pedir ayuda y ponerte en manos de profesionales cuando es necesario.

Conclusiones

En la compleja travesía universitaria, el síndrome del impostor puede ser un obstáculo desafiante. Sin embargo, al reconocerlo y adoptar estrategias para superarlo, los estudiantes pueden liberarse del peso de las dudas constantes sobre la valía y las capacidades. Al compartir experiencias y buscar apoyo, creamos un entorno que fomenta la confianza y el crecimiento. Recordemos que el camino hacia el éxito académico no está exento de desafíos, pero cada paso superando el síndrome del impostor es un triunfo hacia el propio empoderamiento.

  • Vilchez-Cornejo, J., Romani, L., Chávez-Bustamante, S. G., Copaja-Corzo, C., Sánchez-Vicente, J. C., Viera-Morón, R. D., & Ocampo-Portocarrero, B. (2021). Síndrome del impostor y sus factores asociados en estudiantes de Medicina de seis facultades peruanas. Revista Colombiana de Psiquiatría.

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

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