Cuando tu Identidad son las expectativas de tu Familia

La familia puede influir mucho en el desarrollo de nuestra identidad propia.

Cuando tu Identidad son las expectativas de tu Familia

Entendemos la vida como un conjunto muy complejo de factores, componentes y experiencias, cuyo punto común y en el que se entrelazan todos estos elementos es la identidad propia. Algunas personas han definido la identidad como una fuerza invisible que da forma a quiénes somos, cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo interactuamos con el mundo que nos rodea.

Por lo general, la identidad se construye poco a poco en función de nuestras experiencias, la forma en la que las encajamos y aprendemos de ellas, nuestras elecciones… Sin embargo, en un mundo social y el que compartimos tanto espacio con otras personas, es imposible que la construcción de una identidad propia no se vea influida por las opiniones, percepciones y expectativas de otras personas.

Concretamente, la familia se entiende como el grupo social con el que, por lo general, compartimos más tiempo y espacio a lo largo de toda nuestra vida. Nuestra familia nos acompaña desde nuestro nacimiento y nos educa, no solo en nociones cotidianas y de día a día, sino también en cuanto a valores e ideologías, influenciando estas la forma en la que entendemos nuestro entorno y nos relacionamos con él. Por ello, la familia se considera el grupo personal más influyente en nuestra construcción identitaria.

En este artículo, entenderemos la identidad propia como una pulsión interna que nos define y representa. Comentaremos de qué maneras las expectativas familiares pueden mediar en la construcción de una identidad, haciendo que nuestra fuerza personal pierda fuerza y la identidad se vea mediada principalmente por estas expectativas e influencias.

¿Qué es la identidad?

Antes de sumergirnos en la forma en que las expectativas familiares pueden moldear nuestra identidad y su desarrollo, es esencial comprender qué significa realmente este concepto tan fundamental en nuestra existencia como seres humanos.

La identidad es un constructo complejo y en constante evolución que engloba quiénes somos en términos de nuestra personalidad, valores, creencias, intereses, roles sociales y conexiones interpersonales. Es la suma total de nuestras experiencias y relaciones a lo largo del tiempo, y funciona como un espejo que refleja la comprensión que tenemos de nosotrxs mismxs y del lugar que ocupamos en nuestro mundo personal. Nuestra identidad puede entenderse como la fuerza motriz detrás de nuestras decisiones, metas y aspiraciones; define nuestras pasiones y perspectivas sobre la vida.

Como hemos comentado, la identidad no es estática ni inmutable; evoluciona a medida que acumulamos experiencias y nos enfrentamos a desafíos. Además, no depende exclusivamente de nosotrxs, está moldeada por influencias externas y, como se expuso en la introducción, una de las influencias más significativas que podemos recibir proviene de nuestra familia. A medida que crecemos, nuestros padres y seres queridos desempeñan un papel fundamental en la formación de nuestra identidad inicial. Sus valores, creencias y expectativas forman parte de nuestra psicología temprana, y su influencia perdura a lo largo de nuestras vidas.

Influencia de las expectativas familiares

Nuestra familia es nuestra primera fuente de información para prácticamente todos nuestros aprendizajes y movimientos. Por ello, se acaban convirtiendo en personas cuyas opiniones siempre tenemos en mente y las expectativas que tienen para nosotros a menudo se convierten en un poderoso moldeador de nuestra identidad. Desde una edad temprana, los padres, abuelos y otros miembros de la familia pueden transmitir sus propias aspiraciones y valores, lo que puede ejercer una influencia significativa en cómo percibimos nuestras metas y deseos personales.

1. Expectativas de carrera

Uno de los aspectos más notables de las expectativas familiares es la elección de carrera. Muchos jóvenes se sienten presionados para seguir un camino profesional que sus padres consideran adecuado o prestigioso, en lugar de seguir sus propias pasiones y talentos.

Esto puede llevar a una identidad construida en torno a una profesión que no les satisface verdaderamente.

2. Normas culturales y tradiciones

Las expectativas familiares también pueden estar fuertemente arraigadas en las normas culturales y tradiciones.

Por ejemplo, en algunas culturas, se espera que los individuos sigan ciertos roles de género o sigan las tradiciones familiares en la elección de pareja o estilo de vida. Estas expectativas pueden chocar con la identidad personal de alguien y crear una tensión interna al no atreverse del todo a desafiarlas.

3. Presión académica y logros

Muchos padres desean que sus hijos alcancen ciertos estándares académicos o logros, a menudo con la creencia de que esto les garantizará un futuro exitoso. Sin embargo, esta presión puede llevar a que los jóvenes desarrollen una identidad basada en el rendimiento y la búsqueda constante de la aprobación externa.

4. Ideales de belleza y cuerpo

Las expectativas familiares también pueden influir en cómo nos percibimos físicamente. Comentarios sobre el peso, la apariencia y la forma del cuerpo pueden dar lugar a problemas de imagen corporal y una identidad construida en torno a la búsqueda de la perfección física.

5. Roles familiares y dinámicas:

Los roles asignados en la familia, como ser el hermano mayor responsable o el hijo menor mimado, también pueden moldear la identidad de un individuo. Estos roles pueden llevar a patrones de comportamiento que persisten en la vida adulta.

La importancia de desarrollar nuestra identidad

Entendiendo la influencia de nuestra familia en la construcción de nuestra identidad, es importante darse cuenta también de la importancia de desarrollar una identidad propia y auténtica que nos define a nosotrxs realmente. Si bien la influencia de la familia es poderosa, también es importante reconocer nuestra unicidad como individuos y aprender a desafiar las imposiciones familiares siempre y cuando no estemos conformes con ellas. Debes aprender que cada individuo es único y tenemos que disfrutar de la oportunidad de desarrollar nuestra propia voz y sentido de nosotrxs mismxs.

Algunas razones por las cuales desarrollar una identidad propia que nos defina realmente es fundamental son:

1. Autenticidad

Una identidad propia permite que una persona sea auténtica y genuina y se desarrolle siguiendo los caminos o intereses que realmente le representen. Cuando vivimos de acuerdo con las expectativas de los demás en lugar de nuestras propias aspiraciones y valores, podemos sentirnos como si estuviéramos interpretando un papel en lugar de vivir nuestras vidas de forma auténtica.

2. Autoestima

El desarrollo de una identidad propia está vinculado a una mayor autoestima y confianza en nosotrxs mismxs. Cuando nos sentimos segurxs de quiénes somos y damos valor a nuestra identidad, estamos más preparaxs para enfrentar desafíos, superar obstáculos y confiar en que tenemos las capacidades y potencial para hacerlo.

3. Resiliencia

Una identidad propia establecida actúa como un amortiguador para la adversidad. Reconociendo nuestras características personas y diferenciales, somos más capaces de enfrentar desafíos, superar la presión externa y social y adaptarnos a situaciones difíciles.

4. Toma de decisiones conscientes

Una identidad propia proporciona una base sólida para la toma de decisiones. Cuando comprendemos quiénes somos y lo que valoramos, nuestras elecciones son más coherentes con nuestras metas y deseos personales.

5. Relaciones saludables

Tener una identidad propia sólida también es beneficioso para las relaciones interpersonales. Cuando somos auténticos, atraemos a personas que nos aceptan por lo que somos, y nuestras relaciones tienden a ser más saludables y significativas.

6. Autorrealización

La autorrealización, o el proceso de alcanzar nuestro potencial máximo como individuos, está intrínsecamente vinculada a una identidad propia. Cuando vivimos nuestras vidas de acuerdo con nuestras propias pasiones y valores, estamos más cerca de lograr la realización personal.

Consejos para construir una identidad saludable

El camino hacia el desarrollo de una identidad saludable y auténtica puede ser desafiante, pero es una búsqueda que vale la pena. Recuerda que el desarrollo de una identidad propia es un proceso continuo y que puede llevar tiempo. No hay una única fórmula para lograrlo, ya que cada individuo es único. Si sientes que no eres capaz de llevar a cabo este proceso por ti mismx, considera buscar ayuda profesional y terapéutica que pueda orientarte en la búsqueda de tu identidad personal.

A modo de conclusión, vamos a ofrecer algunos consejos prácticos que pueden ayudarte a encontrar ese equilibrio entre las expectativas familiares y tu identidad propia, cuestionando aspectos de ti mismx y de tu entorno y proponiendo técnicas para darte cuenta del camino hacia el que quieres proyectarte.

1. Autoexploración

Dedica tiempo a conocerte a ti mismx, reflexiona sobre tus valores, creencias, pasiones y objetivos personales. Piensa en qué proporciones de todo lo que descubras sobre ti crees que ha sido definido o determinado en mayor medida por tu familia o si, por lo contrario, te define a ti plenamente. Da valor a las características que te hagan sentir únicx o diferenciadx de tu familia.

2. Comunicación abierta

Habla con tu familia sobre tus pensamientos y sentimientos. Puede ser una buena idea comunicar tus deseos y necesidades de manera abierta, haciendo entender tus inquietudes alrededor de tu identidad y de la relación que esta guarda (o no) con sus expectativas y deseos para ti. Tal vez comunicarles que te sientes limitadx en cierta medida por ellxs puede ayudarles a darse cuenta de su influencia sobre ti y mediarla de otra forma.

3. Establece límites

Reconoce tus propios límites y aprende a decir no cuando sea necesario. Establecer límites saludables es esencial para preservar tu identidad y proteger tu bienestar. Tal y como hemos comentado en el consejo anterior, poner sobre la mesa tus necesidades e inquietudes emocionales a tu familia puede hacerles entender la confusión por la que estás pasando y, tal vez, construir una solución entre ambas partes puede ser muy positivo para ti y tu relación con ellxs.

4. Busca nuevas experiencias

Explora nuevas actividades, intereses y pasatiempos que te ayuden a descubrir más sobre ti mismx. Si sientes que las cosas que te gustan están mediadas en gran proporción por la influencia de tu familia, es momento de que te des cuenta de qué es lo que te gusta realmente o que por fin te atrevas a hacer eso que siempre has querido, pero te ha dado miedo la reacción familiar.

  • García, A. G. (2005). Vivienda, familia, identidad. La casa como prolongación de las relaciones humanas. Trayectorias, 7(17), 43-56.
  • Polaino-Lorente, A. (2010). La configuración de la identidad personal en la familia.

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

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