El colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria fue el líder de una de las organizaciones criminales más poderosas que jamás ha existido.
Durante los años 80, controló el negocio del narcotráfico y fue el causante de numerosas muertes alrededor del globo. Sembró el terror y ordenó cientos de asesinatos y, por el camino, ganó millones de dólares como cártel de Medellín. Llegó a poseer mansiones, aviones, un zoológico privado e incluso su propio ejército de criminales.
Pablo Escobar fue, sin duda, una de las personalidades criminales más conocidas y temidas; en parte por lo interesante de su vida, entre 2009 y 2012, se emitió una serie basada en su vida, titulada “Pablo Escobar, el patrón del mal”.
Pero… ¿cuál es el perfil psicológico del conocido como “Rey de la cocaína”? En este artículo repasamos las características psicológicas de este personaje que falleció hace ya 20 años.
Biografía de Pablo Escobar
Pablo Escobar nació el 1 de diciembre de 1949 en Colombia. Creció en una familia de clase media baja en el suburbio de Envigado, en la ciudad colombiana de Medellín. De joven, ya se podía apreciar su gran ambición, repitiendo constantemente a sus allegados que quería ser el presidente de Colombia algún día. Evidentemente, su sueño nunca se cumplió, pero sus aspiraciones dejan claro que tenía un gran afán por destacar. Algo que sí logró, aunque de forma ilícita.
La carrera de Escobar como delincuente se inició en las calles, cuando comenzó a robar lápidas en los cementerios para vender el mármol y ganarse unos pesos. También se dedicó al contrabando de tabaco y de alcohol, para después traer pasta de coca de Bolivia y Perú a través de Ecuador, escondiendo la mercancía en las llantas de los camiones. Tras refinarla, la transportaba a Estados Unidos para venderla. Ahí sería consumida en forma de cocaína.
El salto al poder criminal y su vida como político
El salto al poder en el mundo criminal de este notorio personaje sucede en 1975, cuando manda asesinar a Fabio Restrepo, uno de los grandes narcotraficantes de la época. Escobar toma el poder en la organización criminal de este último, expandiendo sus operaciones. Al poco tiempo, controla el crimen en Medellín y es responsable del 80% de la cocaína transportada Estados Unidos.
A pesar del desarrollo de sus actividades ilícitas, no permaneció en el anonimato. Escobar adoptó el papel de cuidado del pueblo, y financió planes de mejora para los suburbios de Medellín. De esta manera, rehizo un barrio de 780 viviendas para la gente desfavorecida, y consiguió votos para convertirse en teniente de alcalde del Ayuntamiento de Medellín.
Su obsesión por formar parte del panorama político y claro está en beneficio del narcotráfico, Escobar financió varias campañas parlamentarias y presidenciales e intentó involucrarse en la política. Formó un grupo político llamado Civismo en Marcha, adscrito a la formación Nuevo Liberalismo. En 1982 consiguió entrar en el congreso al ser elegido como diputado suplente del parlamentario antioqueño. Ahora bien, cuando el líder de la coalición Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán, tuvo noticias de las actividades ilegales de Escobar, decidió expulsarle.
“Plata o Plomo”, una cuestión de vida o muerte
A lo largo de los años, Escobar iba labrándose enemigos, y su crueldad se hizo patente en cientos de ocasiones. Su auge en el mundo criminal no era bien visto por los políticos, policías o jueces honestos, que sufrieron en sus propias carnes su maldad. Escobar se hizo conocido por su frase “plata o plomo”, que venía a decir: “o pagas o mueres”.
Generalmente, si un político, policía o juez se cruzaba en su camino, primero intentaba sobornarle, y si esto no funcionaba, ordenaba su asesinato. No se conoce con exactitud el número de personas honestas que fueron víctimas de este perverso criminal, pero pasa de largo el centenar, e incluso se habla de miles de personas ejecutadas por el entorno de Escobar.
El final de Pablo Escobar
Pablo Escobar, que se convirtió en uno de los narcotraficante más buscado de Colombia por Estados Unidos, falleció el 2 de diciembre de 1993 a manos de las fuerzas de seguridad colombianas. El fundador del cártel de Medellín, que también era llamado "el Patrón", "el Capo", "el Duro" y "el Zar de la cocaína", fue abatido durante una operación de "tipo comando" desplegada por efectivos militares y policiales cuando ubicaron su escondite.
El perfil psicológico de esta famosa figura criminal
Pablo es conocido por muchos, pues su popularidad fue tal que su nombre cruzó las barreras de su Colombia natal.
Andrés Parra, el actor que le interpretó en la serie de su vida, afirmó en una entrevista a eltiempo.com, que “pocos conocen la dimensión de la maldad de Pablo Escobar”. El actor explica a este portal “que su personaje le quitó el sueño y que consultó a un psicólogo para entenderlo”. Pero, ¿cómo era realmente este personaje? ¿Cuáles son las claves psicológicas para entender su crueldad y afán de poder?
Las claves de su personalidad
Según un texto de la Facultad de Psicología de la Universidad López Vallejo publicado en 2014, Pablo Escobar era delincuente profesional, por lo que dedicaba su vida a los actos ilícitos y, por tanto, era reincidente.
Su personalidad se inclinaba hacia un perfil egocéntrico social, por lo que su patrón de comportamiento estaba orientado hacia la ambición, la arrogancia o el exhibicionismo.
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Es por eso que Pablo Escobar, igual que otros narcotraficantes, cuando era capturado y se le daba la oportunidad de aparecer en medios de comunicación social, se mostraba serenos y desafiantes y realizaba una serie de gestos que indicaban a sus seguidores que seguía al pie del cañón. Era tal el afán de notoriedad de Pablo Escobar, que intentaba aparecer como una figura de los negocios junto a los políticos, según afirma el rotativo “Hoy Digital”.
En general, los resultados de las distintas investigaciones llevadas a cabo sobre el perfil de personalidad de los narcotraficantes, destacan que suelen mostrar una apariencia afable, resentimiento social, deslealtad, conductas agresivas y violentas, ausencia de sentimientos de culpa, tendencia a la mentira y a la manipulación, grandes ansias de poder, además de ser personas vengativas y calculadoras.
Todas estas cualidades son las que Pablo Escobar mostraba. Además, el artículo publicado por la Universidad Lopez Vallejo lo califica como una persona antisocial. La causa de este tipo de comportamiento era fruto tanto de factores exógenos como endógenos. Entre los factores exógenos que provocaron su patrón de personalidad, se encuentran: la pobreza, la educación trunca, el estilo de vida en Colombia o la guerrilla. Como factores endógenos, destacan su adicción a las drogas o sus ansias de riqueza y poder.