La ansiedad es una respuesta emocional normal ante determinadas situaciones, y constituye una respuesta adaptativa a eventos más o menos estresantes de la vida.
Es decir, que cierto grado de ansiedad es deseable para el manejo normal de las exigencias diarias. Se trata de una señal de alerta que advierte sobre un peligro y permite a la persona adoptar las medidas necesarias para enfrentarse a una posible amenaza; esto hace posible la respuesta de lucha o huida correspondiente.
Sin embargo, a veces este nivel de alerta llega a un extremo excesivo.
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Cuando la ansiedad se vuelve un problema
La ansiedad es patológica cuando pasa de ser una respuesta adaptativa a convertirse en un malestar que provoca un deterioro en la vida de la persona con sintomatología tanto fisiológica como cognitiva. Esto puede producirse bien por un nivel excesivo de ansiedad ante el posible peligro, o por una respuesta de ansiedad inadecuada que aparece ante peligros inexistentes pero que parte de las estructura cerebral interpreta como amenazante.
Esta ansiedad patológica está relacionada con acontecimientos presentes o recientes, pero también con acontecimientos vividos en el pasado que han generado creencias, miedos y defensas a un nivel muy profundo y que están afectando en la actualidad.
Tipos de trastornos asociados
Según los manuales diagnósticos de trastornos mentales, entre los Trastornos de Ansiedad están los siguientes:
1. Ansiedad generalizada
Preocupación excesiva y persistente que se presenta de forma continua.
2. Agorafobia
Terror a encontrarse en espacios abiertos o concurridos.
3. Crisis de pánico
Episodios de ansiedad elevada, con sintomatología somática de gran intensidad, que se presenta sin motivo justificado.
4. Fobia social
Temor a situaciones sociales como reuniones, fiestas…
5. Fobia especifica
Miedo elevado a situaciones o desencadenantes concretos (animales, objetos…)
6. Estrés postraumático
Miedo excesivo generado a partir de un acontecimiento vivido como peligroso o que ha generado un cambio en la manera de interpretar la vida o el mundo que nos rodea.
Las capas de la ansiedad
Dependiendo del tipo de trastorno y de cada persona, el tratamiento psicológico puede variar, siempre teniendo en cuenta las distintas capas de la estructura interna en las que está presente la ansiedad y la labor a desempeñar en cada una de ellas.
1. Capa externa
Hay que tener en cuenta los síntomas actuales de la persona, las situaciones y los desencadenantes actuales de la ansiedad, proporcionando herramientas para manejar sus dificultades y para gestionar los síntomas de la ansiedad.
2. Capa intermedia
Es necesario comprender y trabajar la estructura cognitiva y cómo las distorsiones están afectando y manteniendo la ansiedad.
3. Capa interna
También es primordial trabajar con las partes de la personalidad que están generando estas “alarmas”, partes que han quedado bloqueadas y mantienen miedos a veces invisibles a nivel consciente.
4. Capa subconsciente
Finalmente, debemos descubrir traumas sin procesar, creencias bloqueadas, conflictos en las distintas partes de la personalidad.
Autora: Mercedes Muñoz García
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