¿Cómo se trata la Glosofobia?

¿Habías escuchado alguna vez el término glosofobia? Quizá es más probable que hubieras oído hablar sobre el miedo a hablar en público. Puede ser que incluso sea algo que hayas experimentado en algún momento de tu vida puesto que es algo que sucede con elevada frecuencia. Y, si tú no lo has vivido, probablemente conoces a alguien que sí.

En este artículo hablaremos sobre qué es la glosofobia de forma breve para poder identificar cuáles son sus principales síntomas. Esto nos permitirá comprender mejor por qué sucede, es decir, cuáles son las causas que la originan y, por último, profundizar en cómo podemos tratar la glosofobia si está generando malestar en nuestras vidas.

¿Qué es la glosofobia?

El concepto glosofobia hace referencia al miedo excesivo que se siente ante el hecho o la idea de expresarse delante de un grupo. Esta fobia se acompaña de sintomatología clínica. Habitualmente, también se denomina o conoce esta dificultad como «pánico escénico» y, desafortunadamente, son muchas las personas que lo padecen.

La glosofobia se considera un importante problema dentro del ámbito de la salud mental puesto que puede provocar graves consecuencias en todos los ámbitos de la vida de las personas que la padecen. Es necesario que un/a profesional especializado sea quien realice el diagnóstico tras la adecuada evaluación de la situación.

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Síntomas principales

Es importante tener en cuenta que los síntomas que acompañan y caracterizan la glosofobia se diferencian de la ansiedad adaptativa que podemos sentir habitualmente ante situaciones novedosas o retadoras- Si bien es habitual que sintamos ciertos nervios antes de una exposición oral, no todas las personas lo viven de forma desbordante.

A nivel físico, se pueden experimentar síntomas como taquicardia, respiración acelerada, sensación de ahogo, náuseas, mareos, temblores, sudoración, desmayos y alteraciones a nivel gastrointestinal. A nivel conductual suelen predominar las conductas evitativas y de escape.

A nivel emocional y cognitivo pueden darse emociones como miedo y ansiedad de forma excesiva y esto desencadenar pensamientos rumiativos, intrusivos e irracionales. Es habitual sentir dificultades para concentrarse y, en ocasiones, también puede darse sensación de desconexión con la realidad.

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¿Por qué sucede?

Es difícil determinar una única causa puesto que cada persona es diferente. Sin embargo, es cierto que hay ciertos factores tanto internos como externos que pueden influir en el desarrollo de esta fobia. Por ello, es importante que cada persona analice cuál es su caso y pida ayuda profesional en función de sus necesidades concretas. Los aspectos externos son aquellos que no dependen de la persona como podrían ser la cantidad de público que hay y cuáles son sus características o el lugar donde se hará la exposición.

A nivel personal, podrían destacarse aspectos biológicos (predisposición a la ansiedad), determinadas experiencias pasadas negativas y algunos factores psicológicos individuales. En este último punto se destacan algunos como el perfeccionismo y la elevada autoexigencia, una baja autoestima y elevada inseguridad o la percepción de control sobre la situación.

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¿Cómo se trata la glosofobia?

Tal y como se comentaba anteriormente, la glosofobia no es una problemática aislada o inusual. Son muchas las personas que por diversos motivos la padecen. Ya hemos visto que la sintomatología que provoca puede tener un grave impacto en la vida de una persona. Afortunadamente, hoy en día, son múltiples las propuestas que hay para su tratamiento.

Se recomienda pedir ayuda profesional para poder recibir un acompañamiento acorde a las necesidades de cada persona. Este variará en función del enfoque que cada profesional tenga. Históricamente se han tratado las fobias desde la terapia cognitivo conductual (TCC) por su elevada eficacia, pero no es la única forma de intervención fiable.

Cada persona deberá escoger al/la profesional que más se ajuste a sus necesidades y a su forma de entender y atender los procesos individuales. Debemos tener presente que lo que a una persona le sirve, puede no ser útil para otra y no hay nada de malo en ello. Los seres humanos somos complejos y no hay una única fórmula o receta que aplique para todos/as.

Habitualmente, cuando nos encontramos en un proceso enfocado desde el abordaje cognitivo conductual para la intervención en la glosofobia se suelen trabajar algunos aspectos como los que se mencionan a continuación.

• Psicoeducación. Es básico que la persona pueda entender qué le está sucediendo.
• Autoobservación. El autoconocimiento nos ayuda a comprender por qué nos pasa.
• Reestructuración cognitiva. Ayuda con el manejo de los pensamientos.
• Exposición gradual. Desglosar las situaciones temidas para hacerles frente poco a poco.
• Entrenamiento en habilidades de comunicación. Ayuda a ganar confianza y seguridad. Entrenamiento en técnicas de relajación y respiración.
• Disminuye la sintomatología ansiosa. Trabajo para incrementar la autoestima y seguridad.

Además de estas técnicas, existe la opción de realizar un proceso de terapia grupal. Este tipo de intervenciones suelen reportar enormes beneficios para todas las personas que participan en el grupo. Por lo general, rodearse de personas que están padeciendo dificultades similares es reconfortante y nos ayuda a sentirnos más comprendidos/as.