Diferencias entre TOC y trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo

Explicamos cómo distinguir entre TOC y el TOC de la personalidad.

Diferencias entre TOC y trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo

A menudo, los términos diagnósticos que los profesionales utilizan para describir los trastornos de salud mental pueden ser complejos de diferenciar. Esto se debe a que, en parte, muchos trastornos presentan signos y síntomas muy similares entre sí o incluso los comparten.

De heho, hay dos categorías que suelen prestarse a confusión. Veamos las diferencias entre el Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y el trastorno de la personalidad de tipo obsesivo-compulsivo, ya que a pesar de coincidir en varios aspectos, estas son dos psicopatologías distintas, que presentan ciertas particularidades.

Las principales diferencias entre el TOC y el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo

En este artículo disiparemos las principales dudas a la hora de diferenciar el TOC del trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo, dos psicopatologías que mucha gente asume, erróneamente, que son la misma.

1. Pertenecen a distintos ejes del DSM-5

En primer lugar, aunque tanto el TOC como el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo son, justamente, trastornos de salud mental, pertenecen a distintos ejes dentro del manual más utilizado dentro de la práctica clínica, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, abreviado como DSM. En la actualidad, la edición vigente es la quinta. Para permitir a los profesionales de la psicología y la psiquiatría llevar a cabo evaluaciones que contemplen de manera abarcativa el padecimiento mental de las personas, en sus últimas ediciones, el manual DSM se fundamenta en una clasificación de los trastornos de tipo multiaxial.

En otras palabras, la clasificación multiaxial es el cómo están organizados los trastornos dentro del manual, basándose en la diferenciación de cinco ejes. El objetivo de esta discriminación es contemplar no sólo los trastornos clínicos psiquiátricos —por ejemplo, la depresión mayor, el trastorno de pánico, la esquizofrenia, entre tantos otros, incluido el TOC—; sino también abarca otros ejes que podrían acrecentar el malestar de un paciente, como los trastornos de personalidad, las patologías médicas o los problemas psicosociales.

Como podremos notar, allí reside la primera diferencia entre TOC y trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo. Tal como su nombre lo indica, el último es un trastorno de la personalidad, mientras que el primero es un trastorno clínico psiquiátrico. Pertenecen a ejes distintos. Esto se debe a que un paciente puede presentar tanto un trastorno clínico como un trastorno de personalidad y el profesional debe contar con una referencia teórica para poder diferenciarlos.

Pero, ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre un trastorno clínico y uno de la personalidad? Esto será resuelto en el siguiente ítem.

2. Uno es consecuente de rasgos rígidos de la personalidad; el otro, un síndrome comportamental y psicológico

Todas las personas contamos con ciertos rasgos de personalidad. Estos son, en parte, consecuencia de nuestras historias de aprendizaje y de los contextos familiares y sociales en los que hemos crecido. Se tratan de patrones de pensamiento y de reacción que se mantienen más o menos estables a lo largo de nuestras vidas. Podríamos decir que los rasgos de personalidad representan la “base” o “estructura” estable que nos llevan a pensar, sentir y actuar como lo hacemos regularmente. Una persona puede tender, supongamos, al histrionismo, sin que ello suponga un trastorno de personalidad.

El histrionismo per sé es un rasgo de personalidad entre tantos posibles. Sin embargo, cuando hablamos trastornos de la personalidad, nos referimos a aquellos casos en los que dichos rasgos son tan marcados e inflexibles que deterioran el funcionamiento de la persona en sus múltiples áreas vitales y que se alejan de lo que es esperable según los estándares de la sociedad a la que pertenecen.

Aquí se encuentra una diferencia sustancial entre TOC y trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo. Una persona padece de un trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo cuando su tendencia “base” a pensar y comportarse de manera controladora y perfeccionista irrumpe en sus relaciones interpersonales, en su trabajo y en cualquier situación que demande una respuesta no rígida sino más bien flexible. Estas personas tienden a confeccionar listas para todas las tareas que deben realizar, establecer normas inamovibles y guiarse por horarios que no pueden modificarse, en ningún contexto.

En cambio, cuando nos referimos a un trastorno psiquiátrico clínico como el TOC, las personas presentan patrones comportamentales o psicológicos disfuncionales que emergen por la influencia de un conjunto de factores. Estos factores —psicosociales, genéticos, etcétera—predisponen a una persona a sufrir un trastorno psiquiátrico y, al converger en un momento específico de la vida de una persona, pueden eclosionar a modo de una patología. A diferencia de los trastornos de personalidad, no están enraizados específicamente en los rasgos de personalidad de la persona.

3. Las obsesiones son experimentadas de forma distinta

Aunque ambos trastornos presentan pensamientos persistentes en torno a temas —comúnmente, la higiene, el orden, los números, las ideas religiosas—, en el TOC estos pensamientos son ideas intrusivas que ocupan gran parte del espacio mental del paciente, aparecen de forma recurrente, lo dominan y lo conflictúan internamente. El paciente con TOC experimenta altos niveles de ansiedad tras tener pensamientos intrusivos —es decir, obsesiones—. Normalmente, suele estar en desacuerdo con ellos y reconoce que son desajustados respecto de la realidad. Sin embargo, a pesar de que muchos pacientes consiguen darse cuenta de que los pensamientos en sí mismos no tienen efecto sobre la realidad, sí sienten la necesidad de llevar a cabo una acción de corte ritualista —la compulsión— con el objetivo de disminuir drásticamente esa ansiedad; porque las obsesiones pueden generar altísimos niveles de sufrimiento.

En cambio, en los pacientes con trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo, la necesidad de tener todo bajo control y en orden está más alineada con sus valores personales. Las ideas de higiene o clasificatorias se tratan de pensamientos aceptables para el individuo con trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo, mientras que para el paciente con TOC son inadmisibles y provocan mucho malestar.

4. Tienen efectos diferentes en el modo de socializar

Por último, otra diferencia sustancial entre los pacientes con TOC y quienes presentan un trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo puede ser observada en el modo de vincularse con los demás.

Quienes sufren un trastorno de la personalidad de este tipo tienden a expresar sus afectos de forma restringida, les cuesta vincularse con sus compañeros en el entorno laboral, y difícilmente delegan tareas a los demás en tanto ceder el control atenta contra su orden y perfeccionismo tan marcado.

Blanca Ruiz Múzquiz

Blanca Ruiz Múzquiz

Psicoterapeuta de Familia y Pareja

Profesional verificado
Madrid
Terapia online

En cambio, los vínculos de los pacientes con TOC sólo podrían verse alterados en los momentos en los cuales la persona está teniendo un pensamiento intrusivo y se siente forzada a concretar una compulsión. O, en su defecto, el TOC podría mermar en los vínculos cuando la persona evita situaciones de índole social por el contenido de sus obsesiones. Pero más allá de estos casos, las personas con TOC no presentan problemas para relacionarse interpersonalmente como así quienes padecen un trastorno de personalidad.

  • American Psychological Association [APA]. (2013). Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).
  • Manual MSD para profesionales (2022). Generalidades sobre los trastornos de la personalidad.
  • Manual MSD para profesionales (2022). Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad (TOC).
  • Suárez Richards, M. (1995). Introducción a la psiquiatría.

Psicóloga

Madrid

Blanca Ruiz Múzquiz es psicóloga especializada en Psicología Clínica y terapia familiar y de pareja, y dirige la consulta de asistencia psicológica Psiquilibrium. Ofrece sesiones tanto en Madrid como a través de la modalidad de terapia online.

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