El estrés del emprendedor: cómo surge y cómo gestionarlo

El hecho de sentirnos estresados de vez en cuando no tiene por qué significar que algo a mal en nosotros. Sí, puede que resulte desagradable, pero este es tan solo un mecanismo de adaptación a un mundo imperfecto; uno que tiene la capacidad de sorprendernos con imprevistos ante lo que debemos reaccionar con rapidez.

Con el estrés el emprendedor ocurre algo diferente. Sí, es cierto que el rol del profesional que decide emprender algo nuevo a través de su vida laboral deberá afrontar retos, y que muchos de estos pondrán a prueba su capacidad para no perder los nervios. Sin embargo, cuando hablamos acerca del estrés del emprendedor, hablamos de un problema; una situación en el que la persona se siente demasiado estresada y/o lo está durante mucho tiempo seguido, hasta el punto de que su salud física y mental se ven comprometidas.

¿Qué es el estrés del emprendedor y qué lo provoca?

No debería ser así, pero en la práctica, para muchas personas pensar en el trabajo implica pensar en el estrés. Cuando, además, nos centramos en el caso de los emprendedores, este perfil de trabajador constantemente estresado resulta aún más habitual.

Lo cierto es que entre las personas que deciden emprender aventuras profesionales sin depender del trabajo por cuenta ajena están muy extendidos los problemas derivados del estrés. Incluso aquellos afortunados ven su vida laboral como algo estable y ante lo cual es fácil mantener un buen equilibrio emocional, saben que la situación podría cambiar en cualquier momento, por lo que sienten que no pueden permitirse relajarse del todo.

Este fenómeno ha hecho que haya empezado a hablarse del estrés del emprendedor, aplicando este término a los problemas por exceso de estrés asociados al estilo de vida del emprendedor promedio, el cual tiene algunas particularidades poco comunes en el resto de personas. Es decir, que no se trata en sí de un cuadro diagnóstico, sino de un conjunto de síntomas y experiencias generalizadas entre los emprendedores que tienen una relación complicada con su trabajo. De hecho, el concepto de estrés del emprendedor se entiende mejor si exploramos sus causas, las cuales constituyen el día a día de muchos profesionales.

Las causas del estrés del emprendedor

Nunca hay un solo desencadenante detrás de los problemas de estrés en el trabajo. Ahora bien, sí que es posible enumerar las principales causas del estrés del emprendedor que, combinadas, suelen generar problemas en la vida privada y en lo profesional. Son las siguientes:

• Falta de referencias temporales claras sobre el inicio y el fin de una jornada laboral.
• Exposición a mayores riesgos que el trabajador asalariado.
• Menor acceso a políticas de Recursos Humanos en favor del bienestar del trabajador.
• Necesidad de tener una visión global de todo el modelo de negocio.
• Necesidad de crear el propio lugar de trabajo (haciéndolo ergonómico).
• Falta de referencias sobre cuándo dejar de fijarse metas de producción mensual.
• El rol de profesional está más ligado al autoconcepto y a la autoestima.

¿Qué hacer para gestionar el estrés del emprendedor?

Nadie debería resignarse a sufrir esta alteración que daña tanto la calidad de vida y la salud. En cuanto a las posibles soluciones para el estrés del emprendedor, cabe tener en cuenta que la manera más eficaz y segura de abordar este tipo de malestar consiste en acudir al psicólogo. Pero más allá de eso, los consejos que encontrarás a continuación también te pueden ser de ayuda.

1. Ponte horarios de trabajo muy claros

Es importante que cada jornada laboral esté muy detallada en tu horario, incluyendo también los momentos de descanso. De esta manera tendrás referencias temporales concretas acerca de a qué trabajo dedicar cada bloque del día a día.

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2. Prepara tu espacio de trabajo haciendo que sea cómodo

Podría parecer que el hecho de estar cómodos en el lugar de trabajo es algo secundario, o incluso banal. Pero no lo es en absoluto. Pasar muchas horas a la semana en un sitio en el que no nos sentimos bien y nos cuesta ver nuestros materiales de trabajo y/o concentrarnos en lo que hacemos es algo que nos pasará factura rápidamente; no solo empeorará nuestra salud y nos estresamos más, sino que también rendiremos peor.

Por eso, es muy importante que le des mucha importancia a, por ejemplo, asegurarte de que tu lugar de trabajo está bien iluminado, se mantiene a una temperatura correcta, la silla y la mesa son cómodas, no te expones a distracciones como ruidos constantes, etc.

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3. Duerme bien

No dormir lo suficiente es uno de los factores que facilitan más la aparición de problemas de estrés. Por eso, asegúrate de no quedarte trabajando hasta tarde y haz que tu horario de sueño sea constante y te permita dormir durante unas 8 horas seguidas.

4. Introduce pausas breves en tus jornadas de trabajo

Si notas que te quedas trabajando durante más de una hora seguida y tu profesión no te lo exige, es que lo estás haciendo mal. Es importante que cuentes con una pausa para descansar más o menos cada 45 minutos.

En este breve descanso, que puede durar entre 5 y 15 minutos, deberías salir del lugar que has estado ocupando para estirar las piernas y fijar tu mirada en objetos diferentes en aquel en el que te has estado concentrando. Si has estado mirando una pantalla, también puede ir bien que mantengas los ojos cerrados durante un minuto.

Gracias a estos pequeños trucos, contribuirás a evitar que tu espalda se cargue, que se te canse la vista, y que aparezca el estrés asociado a un dolor de cabeza.

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5. No infravalores la conciliación familiar y las vacaciones

Es muy importante que también como emprendedor puedas disfrutar de unas vacaciones. No es una cuestión tan solo de sentirse bien, sino también de cuidar de tu salud.

Del mismo modo, no deberías cortar de raíz tus relaciones familiares y de amistad por el simple hecho de invertir todos tus esfuerzos en el trabajo, pues esta manera de ver la vida profesional hace que las personas si sientan atrapadas en un callejón sin salida y les dé aún más miedo “fracasar” en sus iniciativas empresariales.

6. Aprende a desconectar mentalmente

Si estás todo el día pensando en el trabajo, es normal que sufras el estrés del emprendedor. Lamentablemente, esto es muy habitual en este perfil profesional, ya que en él lo laboral y lo privado tienden a solaparse y a confundirse.

Para contrarrestar esta tendencia, es recomendable que practiques técnicas de relajación como la respiración controlada o la relajación muscular progresiva de Jaboson, así como ejercicio físico regular. Estas actividades te harán centrarte en el aquí y ahora y dejar atrás los pensamientos intrusivos acerca del pasado y de los hipotéticos escenarios futuros.

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Mi nombre es Tomás Santa Cecilia y me especializo en la intervención cognitivo-conductual; ofrezco sesiones presenciales y online por videollamada.