Método ABA: características, funcionamiento y objetivos en terapia

Un resumen acera del método ABA, muy usado en psicoterapia y en el ámbito educativo.

Método ABA

Uno de los métodos más aplicados en niños con problemas de desarrollo y aprendizaje es el propuesto por el doctor Lovaas: el método ABA.

Esta metodología se basa en en análisis conductual y desde que fue conceptualizado allá por la década de 1980 ha ido demostrando que es útil para mejorar la calidad de vida de niños con TEA y TGD, consiguiendo que adquieran habilidades fundamentales para su autonomía y valía.

Hoy vamos a explorar en profundidad en qué consiste el método ABA, qué habilidades se trabajan con él, cómo se aplica y qué personas pueden verse beneficiadas de esta metodología.

¿Qué es el método ABA?

El método ABA es un método específico de enseñanza para niños que presentan dificultades de aprendizaje. Su nombre son las siglas en inglés para Análisis de la Conducta Aplicada (Applied Behavior Analysis) y tiene por objetivo conseguir que los niños y niñas con problemas de aprendizaje logren aprender aquellas habilidades necesarias para lograr un desarrollo y autonomía óptimos, proporcionándoles así una mayor calidad de vida.

Para lograrlo, primero se establece para cada alumno una programación específica y personalizada en la que se incluyen todas las habilidades que se consideran útiles para su buen desarrollo, destacando aquellas que le ayuden a conseguir de forma autónoma otras habilidades por su cuenta.

Así pues, el método ABA trabaja especialmente las habilidades que tengan que ver con la atención, la imitación y la cooperación. También se incluyen aquellas que puedan ser útiles para mejorar la comunicación y el lenguaje.

Los tres principios básicos del método ABA son:

  • Análisis: el progreso del paciente se evalúa a partir de intervenciones registradas y medidas en su progreso.
  • Comportamiento: basado en principios científicos de la conducta.
  • Aplicado: principios aplicados en las conductas observadas.

El método ABA tiene sus orígenes en los Estados Unidos, concretamente en las investigaciones llevadas a cabo por el doctor en psicología clínica noruego Ole Ivar Lovaas (1927-2010), trabajando en el departamento de Psicología de la Universidad de Los Ángeles (California) en 1987.

El dr. Lovaas, quien es considerado uno de los fundadores de la terapia eficaz del autismo, demostró que las conductas en niños con Trastorno de Espectro Autista (TEA) se podían modificar a través de su método ABA. En su estudio demostró que la mayoría de los niños que son tratados con este método podrían verse beneficiados significativamente.

Esta metodología suele ser aplicada de forma individual, y requiere un cierto compromiso temporal intenso, de como mínimo 9 horas semanales, aunque lo ideal es hacer terapia entre 20 y 40 horas a la semana. Es necesario mucho tiempo para lograr optimizar los aprendizajes realizados en contexto de terapia y poder abarcar el mayor número de habilidades posibles a trabajar.

¿Cómo funciona el método ABA?

El método de Análisis de Conducta Aplicado involucra muchas técnicas orientadas para entender la conducta problema y cambiar el comportamiento del paciente. El ABA es un tratamiento muy flexible si tenemos en cuenta lo siguiente:

  • Puede ser adaptado para satisfacer las necesidades de cada persona
  • Puede ser aplicado en varios lugares: hogar, escuela, comunidad…
  • Enseña habilidades que son útiles para la vida diaria
  • Aunque se prefiere aplicar individualmente, también se puede aplicar grupalmente

Refuerzo positivo

Una de las principales estrategias del método ABA es el refuerzo positivo. Cuando un comportamiento es seguido por algo que se percibe como agradable (un premio o recompensa), el individuo es más propenso a repetir ese comportamiento. A medida de que vaya repitiendo la conducta y esta se vea recompensada siempre, será cuestión de tiempo que se dé un cambio comportamental en la buena dirección.

Para conseguir el cambio conductual, primero es necesario que el terapeuta establezca un comportamiento objetivo, una conducta que se desea que lleve a cabo el paciente. Cada vez que el individuo realice esa conducta o demuestre una habilidad deseada de forma exitosa, recibirá una recompensa. La recompensa o premio debe ser significativa para el individuo como, por ejemplo, puede ser un juguete, un libro, ver un vídeo, poder jugar con sus juguetes, recibir un halago...

Estos premios, que no son más que refuerzos positivos, animan al individuo a seguir haciendo la conducta deseada. Con el paso del tiempo, esto llevará a que el individuo cambie su conducta de forma significativa.

Antecedente, comportamiento y consecuencia

Una parte importante del método ABA es entender lo que en inglés se le ha llamado el ABC comportamental. Veamos en qué consiste.

Antecedente (Antecedent)

El antecedente es lo que ocurre justo antes de realizarse la conducta. Este puede ser de tipo verbal, como lo es una orden o petición o también puede de tipo físico, como por ejemplo un juguete o un objeto. También puede tratarse de algo inmaterial, como una luz, sonido, una canción... Un antecedente puede proceder del entorno, de otra persona o venir de dentro del individuo (p. ej., un pensamiento o sentimiento).

Conducta (Behavior)

Una conducta es simplemente la respuesta o falta de respuesta de una persona a un antecedente. Esta puede ser una acción, una respuesta verbal o cualquier otra forma de responder al antecedente.

Consecuencia (Consequence)

La consecuencia es aquello que viene directamente después de realizarse la conducta. Esta puede incluir un refuerzo positivo de la conducta deseada, o la no reacción de tal conducta por considerarse una respuesta incorrecta o inapropiada.

Fijándonos en estos ABCs nos puede servir para entender por qué una conducta ocurre y cómo diferentes consecuencias afectan a cómo se da el comportamiento a lo largo del tiempo.

Método ABA

Ejemplos

Esto lo podemos entender viendo los dos siguientes ejemplos.

Ejemplo 1

  • Antecedente: la madre dice “Es hora de recoger los juguetes” al final del día.
  • Conducta: el niño grita “¡No!”
  • Consecuencia: la madre recoge los juguetes y dice “¡Adiós, juguetes!”

El método ABA puede ayudar a este niño y su madre a cambiar la conducta del primero, y como ejemplo podemos ver el siguiente.

Ejemplo 2

  • Antecedente: la madre dice “Es hora de recoger los juguetes” al final del día.
  • Conducta: al niño se le recuerda que puede preguntar “¿Puedo jugar 5 minutos más?”
  • Consecuencia: la madre dice “Claro que puedes jugar 5 minutos más, pero solo 5.”

A medida que se vayan practicando estas directrices, el niño va a ser capaz de reemplazar su conducta inapropiada del pasado con una que le resulta mucho más beneficiosa y es menos disruptiva. Pidiendo educada y calmadamente si puede jugar 5 minutos más el niño ve que con buenas palabras puede conseguir más que oponiéndose a recoger los juguetes.

Áreas en que ayuda el método ABA

El método ABA contempla la enseñanza de varias áreas importantes para el desarrollo del niño y se centra en enseñar y potenciar habilidades básicas para que el pequeño pueda desenvolverse con un mayor grado de autonomía en su vida diaria. Entre estas habilidades fundamentales a trabajar encontramos:

  • Destrezas académicas
  • Habilidades sociales
  • Habilidades cognitivas
  • Lenguaje y comunicación
  • Motricidad fina y gruesa
  • Dibujo y escritura
  • Hábitos alimenticios
  • Higiene personal
  • Vestirse
  • Juego adaptativo
  • Tareas domésticas
  • Control de los impulsos

¿A quién va dirigido?

El método ABA es especialmente usado en niños y niñas con Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) y Trastornos del Espectro Autista, puesto que estos dos colectivos presentan unas dificultades de aprendizaje notorias.

Se ha visto que esta metodología potencia el aprendizaje de personas con este tipo de dificultades, puesto que los niños con TGD y TEA no aprenden de la misma manera que lo hacen otros niños, presentando serios problemas tanto de comunicación verbal como no verbal, dificultades de atención y, además, a veces están inmersos en juegos no funcionales y estereotipias.

Cabe destacar que la metodología ABA no solo beneficia el aprendizaje de niños con estas dos patologías, sino que también se ha visto que es útil en pequeños diagnosticados con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), síndrome de Down, problemas de conducta y más. Los principios ABA son aplicables a todas las personas y su metodología también funciona en adultos. Este método permite ayudar a cualquier persona que presente necesidades educativas especiales.

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