La terapia de grupo es una de las modalidades terapéuticas más utilizadas en la actualidad, tanto como elemento terapéutico aislado o como complemento a la psicoterapia individual.
Esta modalidad de intervención en grupo lleva siendo estudiada desde hace varias décadas y son muchos los beneficios que se han encontrado a la hora de ayudar a superar cualquier tipo de alteración psicológica a todas las personas que participan en ella.
En cuanto a las principales alteraciones psicológicas que se abordan en una terapia de grupo podemos destacar el estrés postraumático, los casos de adicción, los trastornos de la personalidad, la timidez y la fobia social, las relaciones conflictivas, las enfermedades crónicas, la dependencia emocional, los procesos de duelo y los casos de depresión o ansiedad.
En este artículo te explicaremos para qué sirve exactamente la terapia de grupo y qué es lo que aporta al bienestar de los pacientes.
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¿Cómo funciona la terapia de grupo?
Las sesiones en terapia de grupo se realizan de manera semanal o cada 15 días y tienen una duración aproximada de una o dos horas.
Estas sesiones están dirigidas por un terapeuta cualificado que asume el rol de moderador y quien va guiando cada una de las sesiones con el objetivo de tratar los temas cruciales en cada momento.
A lo largo de la terapia, los miembros del grupo van adquiriendo progresivamente más protagonismo a la hora de dirigir los temas y al final las interacciones suelen consistir en intervenciones libros entre todos los miembros del mismo, quienes se van retroalimentando progresivamente.
¿Para qué sirve la psicoterapia de grupo?
Estos son los principales beneficios que ofrece la terapia de grupo a cualquiera de las personas que participen en ella.
1. El grupo funciona como elemento terapéutico
Una de las principales características de la terapia de grupo es el hecho de que el propio grupo ejerce por sí mismo un efecto terapéutico en cada una de las personas que lo conforman.
En esta modalidad terapéutica, cada miembro expresa sus problemas o sentimientos actuales y todos los demás escuchan todo lo que tenga que decir y aportan también su perspectiva o sus opiniones al respecto, así como soluciones que puedan ser útiles.
Esta interacción constante y el hecho de sentirse escuchado y comprendido afectan de manera muy positiva en la salud mental de cada uno de los miembros, al contrastar puntos de vista desde la asertividad y no desde la confrontación. Se crea un espacio único en el que los pacientes pueden realmente hablar de lo que sienten y empezar a gestionarlo emocionalmente.
2. Mejora de la autoestima
La mejora de la autoestima es uno de los principales beneficios de la terapia de grupo, algo que se puede apreciar ya desde las primeras sesiones de la misma.
Y es que, formar parte de un grupo en el que te sientes representado y donde todos los miembros comparten un mismo problema y objetivo terapéutico contribuye notablemente a mejorar la salud mental, la autoestima y a ser más positivo.
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3. Posibilidad de compartir sin ser juzgado
La terapias de grupo también permite a cada uno de sus asistentes compartir y expresar sin censura todo aquello que deseen, liberándose de su malestar al plasmarlo en palabras y sabiendo que no serán juzgados por los otros miembros del mismo.
La sensación de seguridad y de confianza que aporta el hecho de pertenecer a un grupo terapéutico es también de gran importancia a la hora de expresar sin tapujos todo aquello que siente la persona.
4. Mejora del autoconocimiento
Conversar con otras personas, escuchar sus puntos de vista y problemas que son parecidos a los nuestros también nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos y ser conscientes de cosas que nos ocurren, con las que antes no nos habíamos fijado.
El grupo funciona en este sentido como una mente compartida en la que cada miembro aprende de los demás y también sobre sí mismo, sus problemas, necesidades, ambiciones y también virtudes o defectos.
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5. Establecimiento de vínculos emocionales
Como en cualquier comunidad de personas que conviven juntas, a la larga se acaban formando vínculos emocionales significativos con las personas que integran el grupo terapéutico.
Esto favorece que cada miembro se preocupe por las demás personas del grupo, por su bienestar y salud mental, lo que contribuye también de manera muy positiva a que cada persona logre superar sus problemas con mayor eficacia y rapidez.
6. Posibilidad de contar con otros puntos de vista
Contar con otros puntos de vista nos ayuda a aprender contenidos que antes podíamos ignorar y también a tener en cuenta otras ópticas que pueden sernos útiles para superar nuestro problema; esto permite enriquecer la manera en la que el paciente interpreta la realidad.
Es por eso por lo que la terapia de grupo sirve también para aprender de otros miembros y para exponer nuestra propia concepción del mundo, enriqueciendo también a las demás personas.
7. Aprendizaje de habilidades sociales
El aprendizaje de habilidades sociales dentro del grupo terapéutico es especialmente necesario para aquellas personas que puedan presentar déficits en este tipo de habilidades de relación.
Así pues, en la terapia de grupo, cada miembro aprende a funcionar de manera eficiente y a relacionarse correctamente con otras personas, entrenando habilidades como la escucha activa, la empatía, el respeto y la asertividad.
8. Posibilidad de tener modelos de conducta
La pertenencia a un grupo terapéutico también posibilita que cada miembro tome como modelo de conducta a otra persona del grupo, lo que le permitirá avanzar partiendo de referentes y ejemplos.
En un mismo grupo podemos encontrar distintos integrantes que funcionen como modelos a imitar y estos mismos pueden hallar en otras personas el mismo ejemplo positivo que ellos ejercen.
Avance Psicólogos
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9. Motivación extra
Como se ha indicado, en el grupo terapéutico se establecen vínculos importantes que ayudan a que la relación entre integrantes actúe como fuente de motivación mutua.
Esto contribuye a que cada miembro se motive aún más para superar sus problemáticas o trastorno psicológico con el objetivo de no quedarse atrás y de no fallar a los demás miembros del equipo.