Quizá en los últimos tiempos has notado que ciertos estados emocionales aparecen sin que tengas muy claro de dónde vienen. A veces quieres actuar de una forma, pero terminas respondiendo de otra, o descubres que hay recuerdos que siguen generando más intensidad de la que esperabas.
No hace falta que todo en tu vida esté de cabeza para darte cuenta de que puede surgir la sensación de necesitar más orden y calma. IFS ofrece un camino respetuoso para acercarte a esas partes internas que chocan entre sí, de modo que puedas escucharlas con más calma y construir una relación más amable contigo.
Echemos un vistazo a este tipo de terapia y cómo ayuda a sanar las heridas del pasado.
Qué es IFS y cómo nació este enfoque
IFS significa Terapia del Sistema de Familia Interna. Fue creada en los años ochenta por Richard Schwartz, un psicólogo que interpretó que dentro de cada persona conviven varias “partes”, cada una con emociones, ideas y maneras de protegernos. Este modelo no busca etiquetar ni poner diagnósticos, porque parte de la idea de que esa multiplicidad interna es algo común y natural.
Schwartz organizó todo esto en una forma de trabajar que permite que esas partes se escuchen entre sí, con la guía del ‘Self’, es decir, ese centro más tranquilo, compasivo y lúcido que, según este modelo, está presente en todas las personas.
Con el tiempo, IFS se volvió conocido por proponer una forma amable y respetuosa de trabajar con heridas y patrones que vienen de experiencias pasadas.
Cómo funciona IFS y por qué habla de “partes”
Antes de entrar en detalles, conviene decir que para IFS ninguna de tus partes está “mal”. Cada una tiene un motivo para actuar como lo hace, aunque su forma de protegerte ya no funcione tan bien en tu vida actual.
Y, claro, escuchar esto quizá pienses que hay reacciones tuyas que solo te complican, pero cuando las observas desde otra mirada, pueden volverse más comprensibles.
En este enfoque, las partes surgen de vivencias, aprendizajes y momentos que te marcaron. Algunas quedaron heridas, otras se convirtieron en protectoras y otras aparecen para evitar que el dolor vuelva a tocarte. El Self, mientras tanto, es ese lugar interno desde el que puedes ver todo con más amplitud y calma.
El Self: tu centro más sereno
El Self representa un estado interno más consciente y estable. No actúa desde la prisa ni desde el miedo. Sus cualidades más visibles son la curiosidad, la claridad, la calma y la confianza.
La terapia ayuda a que este Self tome el liderazgo poco a poco, para que las partes sientan que no tienen que pelear ni cargar con todo.
Las partes exiliadas
Aquí están las partes que guardan dolor, miedo o vergüenza de momentos difíciles. Suelen tener la sensibilidad de una versión más joven de ti.
Se mantienen lejos porque su emoción puede resultar intensa, pero cuando el Self se acerca con respeto, estas partes suelen mostrar lo que necesitan o lo que todavía les duele.
Los protectores: gerentes y bomberos
Los gerentes buscan evitar que el dolor reaparezca. Intentan controlar tu vida para mantener el sistema “seguro”. Esto puede mostrarse como perfeccionismo, mucha autoexigencia o una preocupación constante por mantener todo bajo control.
Los bomberos aparecen cuando el dolor ya se activó. Su función es reducir el malestar de forma inmediata, a veces con impulsos o conductas que te alivian por un momento, pero que no siempre te ayudan más adelante.
IFS no intenta callar a estas partes, sino entenderlas para que puedan relajarse cuando el Self toma el mando.
Beneficios del modelo de sistemas familiares internos
Muchas personas encuentran una forma de trabajar consigo mismas sin necesidad de suprimir síntomas ni pelear con sus emociones. Entre los beneficios que suelen mencionarse están:
- Menos conflicto interno, porque las partes dejan de empujarse entre sí y empiezan a cooperar.
- Trabajo con heridas del pasado, debido a que las partes exiliadas reciben la atención que necesitaban.
- Más claridad personal y autoestima, ya que entiendes tu historia sin culparte.
- Mejor regulación emocional, porque los protectores pueden actuar de forma menos intensa.
- Relaciones más equilibradas, gracias a que te comunicas desde un lugar más consciente.
Este enfoque se usa tanto en procesos de autoconocimiento como en personas que viven ansiedad, depresión, traumas o dificultades relacionales. Su flexibilidad permite avanzar con seguridad y a un ritmo respetuoso.
Cómo IFS ayuda a sanar lo que quedó pendiente
IFS propone que todas tus partes merecen ser escuchadas. Incluso las que te causan problemas tienen una intención protectora detrás. Cuando logras acercarte a ellas desde el Self, se abre un espacio donde pueden expresarse sin sentir que corren peligro.
En las sesiones, el terapeuta te ayuda a identificar qué parte está activa. Después, se busca conocer su historia: qué teme, qué quiere evitar y qué necesita. Cuando esa parte protectora entiende que el Self puede acompañar la situación con calma, suele relajarse, lo que permite acercarte a la parte herida que guarda el recuerdo original.
Cuando esa parte exiliada se siente vista, el malestar puede disminuir y el sistema interno puede reorganizarse. Las conductas impulsivas disminuyen, los miedos bajan de intensidad y las respuestas automáticas pueden tener menos impacto en tu día a día.
Este enfoque no te obliga a revivir experiencias dolorosas; más bien ofrece un espacio para que cada parte sea entendida y acogida. Con el tiempo, esa comprensión interna crea un tipo de equilibrio que se refleja en tus decisiones, tus relaciones y tu forma de estar contigo.
Una idea para llevarte contigo
IFS invita a mirarte con más respeto y menos dureza. Te invita a dejar de interpretar tu experiencia como si hubiera algo ‘roto’ o ‘demasiado’ en ti”, sino que dentro de ti conviven partes que alguna vez hicieron lo mejor que pudieron con lo que tenían.
Cuando les das espacio para expresarse y permites que el ‘Self’ guíe tus decisiones, aparece una sensación más estable y honesta. Esas pequeñas aperturas internas suelen convertirse en pasos reales hacia una vida más tranquila y más acorde con lo que necesitas de verdad.
Psicotools es un centro de referencia en Barcelona especializado en terapia IFS, con un enfoque integral y profesional orientado a la comprensión y armonización de las distintas partes internas de cada persona. Nuestro equipo está formado por terapeutas acreditados en el modelo IFS para adultos, adolescentes y niños. Ofrecemos intervenciones personalizadas y basadas en la evidencia para favorecer una transformación emocional profunda, sostenible y alineada con el bienestar interno de cada individuo.


Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad


















