El País Vasco es una tierra rica en cultura e historia, cuyos orígenes se hunden en el tiempo.
Actualmente es una de las regiones más dinámicas de España, tanto económica como culturalmente, llena de tradiciones interesantísimas que harán las delicias de todo aquel que se acerque a conocerlas.
Desde los amantes del deporte a los enamorados de la buena gastronomía o del buen folklore autóctono, todos disfrutarán en una tierra que, día a día, sigue demostrando que aún tiene mucho que decir y mucho que ofrecer.
Aquí veremos varias de las tradiciones vascas más importantes, explicadas brevemente.
- Artículo relacionado: "¿Qué es la Psicología Cultural?"
7 de las tradiciones vascas más importantes
En las siguientes líneas encontrarás tradiciones vascas clasificadas en varias categorías.
1. La pelota vasca
Es uno de los deportes más conocidos del País Vasco y una de las tradiciones vascas más internacionales. La regla es simple: una pareja de jugadores o pelotaris (o dos parejas), se sitúan ante un frontón, contra el cual hacen rebotar una pelota para obtener puntos.
Parece ser que el origen del juego hunde sus raíces en la España medieval, cuando se practicaba el llamado juego de palma, de origen francés (Jeu de paumme).
Los juegos de pelota eran muy usuales entre la nobleza europea, que tenían sus propios “frontones” en los patios de sus palacios. De allí fue evolucionando hasta convertirse en las diferentes manifestaciones que conocemos hoy en día: la pelota vasca, la pelota valenciana e incluso el tenis.
2. La procesión de los faroles de Vitoria
Una hermosa y emotiva celebración que reúne a todos los vitorianos cada 4 de agosto por la noche, en la víspera de la festividad de la Virgen Blanca, y que llena la capital de luces y de colores.
La procesión remonta sus orígenes al siglo XVII, cuando los cereros de Vitoria se reunieron en una cofradía auspiciada por la Virgen Blanca y establecieron esta procesión en su honor.
Los farolillos que llenan de luz la noche vitoriana están relacionados con los misterios divinos. Primero desfilan los Misterios Gozosos, cuyo color representativo es el azul; más tarde los Misterios Dolorosos, con el morado como estandarte. Los últimos en pasar son los Misterios Gloriosos, cuyos farolillos están inundados de rojo.
Cada una de las partes de la procesión sigue una misma estructura. Abre cada grupo de Misterios el farol/cruz del Padrenuestro, al que siguen los farolillos del Ave Maria. Cierra cada parte un último farol, que representa la Gloria del Padre.
La procesión termina en la escalinata de la Iglesia de San Miguel y en la Plaza de la Virgen Blanca. Es sin duda una de las celebraciones más místicas y emotivas de la capital alavesa, y una de las procesiones más bonitas del País Vasco.
3. Danzas vascas
La cultura vasca está llena de música y baile. Son innumerables las manifestaciones populares en este sentido, así que nos limitaremos a reseñar las más conocidas.
El aurresku
Una de las danzas más famosas y extendidas, que ha dado fama a la cultura vasca a nivel internacional. Se trata de un baile contenido y sobrio, de una elegancia maravillosa, que juega con las posiciones de los pies y las piernas y el balanceo del cuerpo. Es una danza tradicional muy antigua, usualmente utilizada como homenaje y muy ligada a los ceremoniales solemnes como bodas o actos oficiales.
Los bailarines danzan al compás de un instrumento muy característico, el txistu, y el tamboril. El ejecutante del txistu recibe el nombre de txistulari, mientras que el bailarín es el aurreskulari.
Usualmente, la ejecución del aurresku sigue un esquema definido: primero, los bailarines dan unas vueltas a la plaza, y finalmente se detienen delante del Ayuntamiento. A continuación, el primero de los bailarines, el aurresku (mano delantera en euskera), ejecuta sus acrobacias.
El atzesku (mano trasera) o último bailarín es el que baila en último lugar. Habitualmente, entre sus números se inserta uno de especial importancia, el denominado Aurrez-aurre o Desafío, en que ambos bailarines se sitúan frente a frente y realizan sus pasos de danza, especialmente difíciles.
No falta tampoco la invitación al baile de las dos damas más importantes del lugar, habitualmente la esposa del alcalde y otra mujer de su familia. El aurresku ejecuta una danza individual frente a la primera, mientras que el atzesku hace lo propio más tarde con la segunda dama invitada.
Si bien en un origen la danza era coral, actualmente es más usual que el bailarín aurresku o mano delantera baile solo, por lo que la danza es conocida solo por su nombre.
El Fandango y el Arin –Arin
Son los dos bailes más populares de la cultura vasca, presentes en todas las fiestas y celebraciones. Muchos expertos los relacionan con la jota española, por su ritmo rápido y sus vehementes movimientos.
Parece ser que el fandango llegó al norte de España en el siglo XVIII, procedente del sur de la Península. Considerado en su momento como una danza amoral y “pecaminosa”, poco a poco fue consolidándose como uno de los bailes más queridos y populares en la tradición vasca. Su ritmo es ternario (es decir, de ¾), y generalmente consta de tres pasos, aunque en Navarra es frecuente añadir un cuarto.
El Arin-Arin comparte muchas características con el Fandango. Su ritmo es también rápido y los movimientos de los bailarines, entusiastas y apasionados. Algunos especialistas sostienen que este tipo de danzas pueden provenir de las llamadas Danzas altas medievales, que se caracterizaban por pasos dinámicos y contundentes. Su contrapartida serían las Danzas bajas, cuyas evoluciones eran mucho más sosegadas y solemnes.
4. Los Carnavales
En la tradición vasca los Carnavales se viven con pasión. Estas celebraciones antiquísimas conservan todavía ciertos vestigios paganos, y tienen su máxima difusión en los ambientes rurales. Uno de los más conocidos es el Carnaval de Zalduondo.
La figura central del Carnaval de Zalduondo es Markitos, un muñeco de trapo al que se “acusa” de todos los males de la comunidad. Es obvia la arcaica procedencia de esta tradición, pues debemos recordar que el Carnaval servía, en la Edad Media, para dar al pueblo unos días de agasajo y desinhibición antes de la llegada de la Cuaresma.
Al pobre Markitos se le hace una especie de juicio público, y finalmente se le quema en la plaza para que purifique con su “muerte” lo pecados de la comunidad. Antiguamente, su “muerte” era perpetrada con un disparo en la cabeza que reventaba al muñeco.
Markitos es el rey de los Carnavales de Zalduondo, pero existen muchos otros carnavales rurales en la zona de Álava, como pueden ser los de Ilarduia, Salcedo, Kuartango… el personaje principal varía dependiendo de la localidad: así, por ejemplo, en Kuartango la fiesta gira en torno al Oso, mientras que en los carnavales de Ilarduia, es el Hombre de Paja el personaje destacado.
A pesar de las diferencias, todos estos carnavales vascos representan una de las más magníficas representaciones de lo que pudo ser el Carnaval en época medieval, cuando los hombres y mujeres se dejaban llevar por sus apetitos, e incluso ocasionaban algún que otro desencuentro.
- Quizás te interese: "Las 10 mejores leyendas españolas (antiguas y actuales)"
5. Los aizkolaris
Estas competiciones de corta de troncos son muy populares en la tradición vasca. Tienen también origen medieval (o puede que mucho más antiguo), cuando los leñadores se retaban entre ellos para ver quién era capaz de cortar más troncos. Sin embargo, las exhibiciones oficiales se remontan solo al siglo XIX.
El aizkolari es el que corta los troncos (de aizkolari, persona que maneja un hacha). Tiene que estar en una excelente condición física, puesto que la corta de troncos macizos requiere fuerza, precisión y resistencia. Aunque siempre ha sido una actividad masculina, actualmente no pocas mujeres se han atrevido a coger el hacha y participar en estas competiciones.
6. Los caseríos
Construcción típica de la zona rural vasca, el origen del caserío (baserri en euskera) se remonta a los siglos medievales. Emparentado con el mas catalán, se trata de una edificación aislada, rodeada de tierras de cultivo y pasto, autosuficiente y capaz de mantener las necesidades de una familia entera y sus jornaleros.
La construcción es de piedra, con techo a dos aguas. En el piso inferior se solían encontrar los establos, graneros, etc., mientras que el primer piso estaba destinado a la vivienda familiar. También como sucedía en Cataluña, era el primogénito varón el que solía heredar la hacienda, lo que provocaba no pocos conflictos y problemas sociales, ya que los segundones se quedaban sin modo de sustento.
El caserío es el símbolo máximo de la ruralidad vasca. Actualmente, muchos de ellos se han reconvertido en fincas de explotación turística o restauración, adaptándose así a los nuevos tiempos.
7. Gastronomía
En cuanto a las tradiciones vascas que tienen que ver con la gastronomía, destacan las siguientes.
Bacalao a la Vizcaína
Plato por excelencia de la cocina vasca, el bacalao a la vizcaína o a la vasca se prepara con bacalao previamente desalado y la famosa salsa vizcaína, cuyos principales ingredientes son el ajo, la cebolla y los pimientos choriceros. El resultado es un plato muy gustoso y nada pesado que hace las delicias de la mesa.
Perretxikos y caracoles de San Prudencio
Muy típicos de Vitoria para la festividad de este santo, patrón de la región de Álava. Los perretxitkos son las setas por excelencia del País Vasco y Navarra; se sirven en una sabrosa salsa revueltos con los caracoles, previamente “asustados” para que salgan del caparazón.
El chuletón a la brasa
La carne del norte tiene enorme fama, y cualquiera que se precie de amar la gastronomía vasca debe probar el suculento y contundente chuletón, bien regado con una buena sidra artesanal y coronado por el exquisito queso vasco acompañado de nueces.
Tortilla de bacalao de Gipuzkoa
El típico “menú de sidrería”, característico de la zona de Gipuzkoa, estaría compuesto por esta deliciosa tortilla, carnes y pescados a la brasa y una buena sidra.
Bebidas
Ya hemos citado la típica sidra, pero no podemos olvidar tampoco el tradicional txakolí de Vizcaya, habitualmente blanco y elaborado con uvas verdes, y los vinos de la Rioja alavesa.
Referencias bibliográficas:
- Colaboración especial de Hugo García, historiador del arte, especialista en historia de Álava y su tradición.
- Páginas de interés:
- turismovasco.com
- ww.basquecountrymagazine.com
Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad