Cómo sobrevivir en tiempos revueltos ante la inflación

La reciente escasez energética desencadenada por la invasión de Ucrania ha propiciado, entre otras cosas, una serie de reacciones en cadena muy nocivas en las economías de todos los países occidentales; pero incluso si ponemos el foco en lo económico de este fenómeno, nos daremos cuenta de que no hay crisis socioeconómica sin otra que transcurre en paralelo y que se complementa con ella: una crisis en el ámbito de la salud mental de la población. Y es que ante tiempos de incertidumbre, la ansiedad se dispara.

¿Qué hacer para sobrellevar esta etapa caracterizada por la inflación y adaptarnos a la falta de referentes acerca de lo que ocurrirá? Aquí te daré varios consejos al respecto.

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Consejos para afrontar los meses de incertidumbre e inflación

Estos son varios consejos generales de gestión emocional y de gestión de la ansiedad que podemos poner en práctica antes la incertidumbre generalizada por la inestabilidad económica actual.

1. Entrenar técnicas de gestión emocional

Aprender técnicas de gestión emocional resulta imprescindible en épocas de malestar social generalizado, ya que nos permite evitar que las emociones más negativas se transformen en un lastre o en un miedo que nos paralice, de modo que podamos usar esas sensaciones como material motivacional para buscar oportunidades y soluciones a nuestra situación.

Existen muchas maneras de aprender a gestionar más positivamente nuestras emociones, algunas de las más destacadas pueden ser acudir a un psicólogo especializado en gestión emocional o bien poner en práctica técnicas específicamente diseñadas para potenciar la automotivación, combatir el sesgo de confirmación pesimista, y mantener a raya la procrastinación o “síndrome de ya lo haré mañana” que surge a causa de la evitación de lo que nos preocupa. Muchas de ellas se basan en, fundamentalmente, subdividir nuestras metas y tareas en bloques de trabajo muy pequeños, sub-metas que podemos alcanzar en cuestión de minutos o pocas horas. De esta manera nos mantendremos en marcha y canalizaremos productivamente toda la energía vinculada a ese estrés o ansiedad latente producido por la crisis.

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2. Compartir las preocupaciones

Los profesionales de la psicología ponen especial énfasis en compartir con amigos y seres queridos todo aquello que nos preocupa y nos genera malestar o ansiedad durante nuestro día a día. Y es que ponerle palabras a lo que nos hace sentir mal o lo que nos preocupa nos ayuda a no darle más importancia de la que tiene, algo clave para evitar caer en dinámicas de evitación ante los problemas que deben ser atendidos.

Quedar con personas importantes para nosotros y desahogarnos comunicando nuestras más profundas preocupaciones, sabiendo que la otra persona nos escucha, tiene un valor terapéutico muy importante y nos ayuda a estar mejor al finalizar la interacción.

Está demostrado científicamente que el mero hecho de hablar durante un buen rato con amigos, familiares o personas especiales para nosotros puede contribuir decisivamente a mejorar nuestra salud mental y a reducir casos de ansiedad, estrés y malestar en general.

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3. Mantener una vida social activa

Así mismo, durante los períodos convulsos tanto a nivel político como económico es altamente recomendable mantener una vida social activa y no quedarse encerrado en casa durante largos períodos.

Debemos evitar a toda costa el sedentarismo en estos tiempos de incertidumbre, ya que quedarnos en casa a solas únicamente fomentará el sesgo de confirmación surgido de nuestra manera pesimista de interpretar lo que pasa a nuestro alrededor, y promoverá un mayor malestar en nosotros, el cual a su vez nos predispondrá a mantener una actitud pasiva a causa de la desesperanza. En cambio, mantenernos en contacto con otras personas y conocer gente nueva nos permite contar con otros puntos de vista, algo necesario para enriquecer nuestros marcos mentales y no recorrer una y otra vez las mismas rutas de pensamiento.

4. Practicar técnicas de relajación

La mayoría de técnicas de relajación han resultado de gran utilidad para personas que desean integrar en su vida diaria estrategias que les ayuden a superar sus estados de estrés, ansiedad o activación excesiva. Algunas de las técnicas de relajación más eficaces provienen del Mindfulness, que es utilizado hoy en día como terapia psicológica a pesar de que tiene sus orígenes en la meditación Vipassana, la respiración consciente, el yoga, o la relajación muscular progresiva.

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5. Acudir a un psicólogo si lo que ocurre nos sobrepasa

Acudir a un psicólogo en situaciones de estrés insostenible es la mejor opción que podemos tomar cuando la realidad que nos rodea nos resulta insoportable y ha dado lugar a un trastorno psicológico como por ejemplo una fobia, la ansiedad generalizada, o por supuesto, la depresión.

6. Evitar la sobreexposición mediática y la "infoxicación"

La exposición excesiva a medios de comunicación, especialmente en períodos de inestabilidad o malestar económico, social y/o político suelen tener como resultado una sensación de saturación por parte de la población. Esto se debe al énfasis que se pone en las noticias que pueden ser utilizadas para aportar una narrativa dramática acerca de los tiempos de crisis, hablando solo del malestar que genera (o incluso llegando a exagerarlo), y no de las oportunidades que surgen en transiciones de este tipo.

7. Considerar un cambio de rumbo

Como he adelantado, una crisis es, por definición, un fenómeno en el que se abren muchas puertas que antes estaban cerradas. Por eso, y teniendo en cuenta que quizás ya no tenga sentido seguir reproduciendo una y otra vez las rutinas que has interiorizado y que dabas por sentado, detenerte para reflexionar y estudiar la posibilidad de cambiar radicalmente tus planes de futuro y tus proyectos puede ser lo que necesitas para canalizar tus inquietudes y no dejar que la incertidumbre te mantenga en un estado de indefensión y pasividad.

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