La salud sexual es un aspecto muy importante en la vida de cualquier persona, y es un ámbito que ayuda a configurar en gran medida tanto su personalidad como su bienestar a todos los niveles.
Algunas personas pueden presentar a lo largo de su vida disminuciones temporales de su líbido o deseo sexual, algo que puede deberse a una gran variedad de factores diversos tanto físicos como psicológicos. En otros casos, la bajada del deseo sexual parece cronificarse, y situaciones de este tipo llevan a algunas personas a ver disminuida su calidad de vida (aunque no siempre tiene por qué ser así). Para comprender mejor este fenómeno, aquí haremos un repaso a las causas más habituales de la líbido baja.
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Las principales causas de la líbido baja
Es importante destacar que el concepto de “deseo sexual demasiado bajo” puede ser muy relativo; definir sus límites depende de una persona a otra. Además, pasar por alguno de estas situaciones no significa que la persona vaya a ser infeliz durante toda su vida ni que no pueda regresar a su estado anterior. Hay incluso quienes en ningún momento sienten interés sexual, una parte de quienes pueden considerarse asexuales; hay algunos que sí experimentan deseo sexual, pero no dirigido hacia personas específicas.
Además de eso, conviene aclarar también que la líbido baja no queda restringida a una relación de pareja, ya que no es lo mismo sentir poca atracción hacia alguien que tener poco deseo sexual.
Dicho esto, veamos cuáles son las causas de la líbido baja más comunes.
1. Menopausia
La menopausia es un período natural en la vida de todas las mujeres que se relaciona con la pérdida de deseo sexual y tiene lugar cuando sus ovarios dejan de producir óvulos, lo que conlleva una alteración hormonal que provoca una gran variedad de síntomas físicos y psicológicos.
La menopausia se inicia cuando los óvulos dejan de producir hormonas como el estrógeno y la progesterona, y esta alteración hormonal se sucede en muy poco tiempo, lo que acarrea una serie de desequilibrios en la persona.
A menudo esta etapa del desarrollo femenino tiene lugar a partir de los 45 años de edad y algunos de los síntomas físicos y psicológicos con los que se relaciona son las sofocaciones, la fatiga, la ansiedad, la irritabilidad y también la falta de deseo sexual.
La investigación científica ha señalado que cerca del 40% de mujeres que entran en esta etapa del envejecimiento presentan niveles bajos de líbido; no obstante, aún no se sabe si esto se debe al desequilibrio hormonal o a una consecuencia directa del desequilibrio psicológico, es decir, a la fatiga, la ansiedad o el estrés.
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2. Testosterona baja
La testosterona es la hormona que se relaciona por excelencia con la excitación sexual tanto en hombres como en mujeres y cuando una persona presenta niveles bajos en la misma suelen tener un deseo sexual reducido o experimentar una falta de líbido.
Esta falta de líbido debido a un déficit de testosterona es más habitual en hombres que en mujeres, ya que estos ven reducidos de manera progresiva sus niveles de testosterona durante el envejecimiento (especialmente entre los 45 y los 79 años).
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3. Medicamentos con receta o drogas
El uso de ciertos medicamentos con receta destinados a tratar alteraciones físicas o emocionales e incluso el abuso de drogas nocivas como el tabaco también puede estar relacionados con una líbido baja tanto en hombres como en mujeres
Este es uno de los efectos secundarios que deben ser tenidos en cuenta a la hora de tomar ciertos medicamentos, fármacos que pueden afectar de manera intensa el funcionamiento normal del organismo, alterando el flujo sanguíneo a los genitales y dificultando, por ejemplo, el mantenimiento de la erección.
Además de eso, otros medicamentos actúan en el cuerpo interactuando con los receptores distribuidos en el sistema nervioso o en varios órganos encargados de liberar ciertas hormonas.
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4. Métodos anticonceptivos hormonales
Los métodos anticonceptivos hormonales como la píldora combinada, el parche o el implante anticonceptivo también generan una alteración hormonal intensa en el organismo, lo que en ocasiones tiene como consecuencia un bajo deseo sexual en la persona como efecto secundario.
Los profesionales de la salud recomiendan consultar con un médico siempre que se experimente una bajada de líbido de este tipo una vez administrado dicho anticonceptivo.
5. Trastornos del estado de ánimo
Algunos trastornos del estado de ánimo como la depresión también posibilitan en muchos casos que disminuya el interés por todo (un fenómeno conocido como abulia) y que se reduzca la capacidad de disfrutar de cualquier cosa (anhedonia) incluso de la actividad sexual.
Es por eso que en ocasiones la pérdida drástica del deseo sexual en una persona puede ser un indicador fiable de que nos encontramos ante un caso de trastorno depresivo, algo que debe ser tratado por un profesional de la psicología cuanto antes.
6. Trastornos de ansiedad
Los trastornos de ansiedad se pueden presentar en la persona de múltiples maneras y habitualmente generan en la persona que los padecen una sensación de malestar y angustia constante, así como tensión, miedo difuso o inconcreto o preocupaciones en forma de pensamientos intrusivos.
Este conjunto de síntomas psicológicos unidos a algunas manifestaciones físicas de la ansiedad como puede ser la tensión muscular imposibilitan a la persona relajarse y en ocasiones se asocian también a una bajada de la líbido y el deseo sexual.
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7. Disfunciones sexuales
Las disfunciones sexuales tanto masculinas como femeninas también son algunos de los causantes principales de la bajada drástica del deseo sexual en la persona que las padece.
Estas disfunciones acaban generando que la persona desarrolle un gran malestar en cualquier situación sexual, por lo que al final termina por desinteresarse del tema y evitándolo a toda costa; en ocasiones el simple hecho de pensar en sexo produce una reacción aversiva.
Algunas de las más habituales son la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, la anorgasmia, el vaginismo o la sequedad vaginal.
8. Enfermedades del corazón
Algunas enfermedades del corazón o crónicas suelen tener un efecto devastador en la energía de la persona y también reducir drásticamente sus niveles de líbido, porque afectan al riego sanguíneo y a la distribución de hormonas por el organismo.
Así mismo, algunos de sus medicamentos, como por ejemplo aquellos usados en algunos tipos de cáncer, han demostrado reducir la líbido de manera notable.
9. Cansancio
Presentar altos niveles de cansancio sostenido durante el tiempo, así como un estilo de vida que predispone a la fatiga, también está íntimamente relacionado con la pérdida de deseo sexual en la persona.
De igual manera, la exposición a altos niveles de estrés por el trabajo o cualquier factor desestabilizante en la vida de la persona también puede ocasionar una bajada en la líbido de cualquier ser humano.
10. Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 causa daños en los vasos sanguíneos de la persona que la padece, lo que puede afectar también a sus niveles de líbido y su interés por la actividad sexual.
Según diversos estudios científicos, la pérdida de deseo sexual es uno de los efectos secundarios más comunes de esta enfermedad, y en muchos casos las personas que la padecen suelen presentar relaciones sexuales difíciles e incluso dolorosas.
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Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
Soy Tomás Santa Cecilia, psicólogo experto en psicología cognitivo-conductual, y te puedo atender presencialmente o de manera online.