Antes de que existieran los sistemas escolares obligatorios, la mayoría de niños y niñas eran educados en casa. Con la instauración de la educación pública y la creación de los sistemas que conocemos en la actualidad, el homeschooling fue convirtiéndose en una práctica cada vez menos habitual.
Pese a que llegó incluso a desaparecer de algunos países, en los últimos años ha ganado mucha visibilidad y popularidad. En este sentido, el confinamiento que se llevó a cabo durante 2020 en muchos países debido a la pandemia del COVID-19 tuvo un gran impacto. A4 raíz de esta experiencia, muchas familias cambiaron su concepción sobre la educación de sus hijos.
Una de las principales preocupaciones que gira en torno a la educación en casa es el tema de la socialización. No son pocas las personas que creen que los niños y las niñas necesitan ir a la escuela para poder tener un buen desarrollo social y que la educación en casa es un impedimento importante en esta área. Pero, ¿es realmente así? Nos apoyamos en la ciencia para dar respuesta a esta pregunta a lo largo de este artículo.
¿Qué es el Homeschooling y por qué algunas familias lo prefieren?
El término inglés homeschooling hace referencia a un modelo educativo en el que son los padres, madres y/o tutores quienes asumen la responsabilidad de la enseñanza de sus hijos e hijas. Es decir, la educación de estas criaturas se lleva a cabo fuera del sistema educativo tradicional.
¿Cómo se lleva a cabo? La respuesta es que no hay una única forma, sino que depende de cada familia. Las opciones son diversas y se puede observar un gran abanico que va desde las familias optan por adoptar currículos estructurados basados en programas educativos oficiales hasta aquellas que prefieren adoptar enfoques más flexibles y personalizados priorizando los intereses de los niños/as.
En cuanto a los motivos que llevan a las familias a decantarse por esta opción, también son variados. Mientras que algunas familias lo eligen debido a que ciertos aspectos del entorno escolar, como el bullying o la calidad educativa, otras familias lo hacen por insatisfacción con los métodos tradicionales de enseñanza, por motivos religiosos o filosóficos e incluso para poder adaptarse mejor a las necesidades específicas y el ritmo de aprendizaje de las criaturas.
A raíz de la COVID-19, el tipo de familias que opta por este estilo educativo también se ha diversificado. Los estudios señalan que las familias que eligen hacerse cargo de la educación de sus hijos e hijas están muy implicadas en este tema y suelen valorar mucho la autonomía, el aprendizaje autodirigido y los entornos más seguros o emocionalmente estables.
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¿Qué son las habilidades sociales?
No son pocas las personas que relacionan la socialización con el hecho de tener muchas amistades o con el hecho de saber adaptar el comportamientos a los diferentes entornos. Si bien es cierto que las habilidades sociales son el conjunto de capacidades y comportamientos que nos permiten interactuar de forma óptima con el resto de personas, este concepto es algo más profundo.
Aspectos como comprender las normas sociales, la cooperación, la empatía, la regulación emocional, la capacidad de resolver conflictos y comunicarse de forma asertiva en diferentes contextos y la capacidad de trabajar en equipo, también forman parte de las habilidades sociales.
La adquisición de estas habilidades es algo que se construye prácticamente desde el nacimiento. El desarrollo es gradual y se produce a lo largo de toda la infancia y la adolescencia. En este sentido, las interacciones que se producen con los cuidadores de referencia durante los primeros años de vida son clave.
Falta de socialización: ¿mito o realidad?
El desarrollo óptimo de estas habilidades durante la infancia es crucial para poder garantizar una adecuada adaptación social a medio y largo plazo. Por ello, uno de los aspectos que más inquieta a los detractores de la educación en casa es el tema de la socialización. Algunas personas consideran que solo en las escuelas puede darse de forma adecuada.
Es cierto que la escuela, dada su naturaleza, es un escenario facilitador para el aprendizaje y la práctica de las habilidades sociales. Sin embargo, no es la única oportunidad que los niños tienen de estar en contacto con el grupo de iguales y los adultos. Estas interacciones también pueden darse en entornos como las actividades extracurriculares, la familia extensa y los parques, entre otros.
Aunque muchas personas piensan que los niños y las niñas que no van a la escuela viven en una burbuja en sus casas, estas creencias están desactualizadas y es una forma incompleta de ver la educación en casa.
Los estudios señalan que los estudiantes homeschoolers participan activamente en la comunidad de diversas formas que incluyen: deportes, clases de arte y música, voluntariados, clubes científicos y grupos religiosos. Por si esto fuera poco, también suelen formar parte de cooperativas de aprendizaje en las que se reúnen con otros homeschoolers para estudiar en grupo.
¿Qué dice la ciencia sobre el tema?
En 2017 se llevó a cabo una revisión sistemática en la que se analizaron casi 60 estudios empíricos y las conclusiones señalan que los homeschoolers suelen tener rendimientos académicos iguales o superiores a los que acuden a las escuelas tradicionales. Además, también destacan niveles normales y altos de adaptación social y emocional.
En 2021, se publicó un estudio que evaluó la forma en que los adultos que fueron educados en casa perciben el impacto de esa experiencia en su vida y comparó indicadores sociales y vitales en función del tiempo que fueron homeschoolers. Los resultados de las entrevistas revelaron que no sentían haber estado aislados, sino que participaron de experiencias sociales variadas y satisfactorias durante la infancia.
En este estudio, también se observó que no había diferencias significativas entre quienes fueron educados en casa y las personas que asistieron a escuelas convencionales en cuanto a “resultados de vida” se refiere (educación superior, ingresos económicos o bienestar emocional).
Hoy en día existe bastante evidencia científica relacionada con el tema y los resultados son bastante similares en cuanto al aspecto de habilidades sociales. No obstante, puesto que existen muchos estilos diferentes de homeschooling, así como tipos de familias que educan a sus hijos e hijas en casa, es importante seguir investigando para comprender cómo estos influyen en las habilidades sociales y emocionales de los niños.


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