La pérdida, por desgracia, forma parte de la vida. Todos nos hemos tenido que enfrentar, nos estamos enfrentando o nos vamos a enfrentar a ella. Y si la pérdida forma parte de nuestra realidad, el duelo, inevitablemente, también.
Este duelo es la forma que tiene nuestra mente de responder ante una pérdida. Es una experiencia psicológica asociada al dolor emocional más o menos larga que, al mismo tiempo, es esencial para adaptarnos mentalmente a dicha pérdida. De ello es precisamente de lo que hablaremos hoy charlando con nuestra invitada María Emilia Herrera.
El duelo psicólogico: charlando con María Emilia Herrera
María Emilia Herrera es psicóloga clínica y hoy visita Psicología y Mente para respondernos a algunas de las preguntas más frecuentes acerca del duelo.
¿Por qué se considera que el duelo psicológico generado por la muerte de un ser querido no es siempre un trastorno, siendo que siempre causa mucho malestar?
Porque para catalogar una condición como un trastorno, esta debe cumplir con ciertos criterios, considerando la forma en la que afecta la funcionalidad, el tiempo de permanencia de los síntomas y las connotaciones que está teniendo para su salud y estabilidad. El malestar es algo propio de la realidad humana, todos lo experimentamos y lo transitamos en diferentes formas e intensidades a lo largo de la vida sin que se evidencie una realidad patológica.
Se consideraría mas bien que es “disfuncional” que una persona NO experimente malestar después de sufrir una pérdida, ya que la reacción natural y adaptativa en respuesta a una circunstancia de duelo es el malestar como tal. La presencia o ausencia de un trastorno no se define únicamente por la intensidad del malestar si no que existen otros factores a tomar en cuenta.
¿Hay un límite de tiempo claro para distinguir entre un duelo patológico de uno que no lo es? ¿Cuánto debería durar para que todo vaya bien?
El límite de tiempo depende mucho del proceso interno de cada persona. Es difícil establecer un rango de tiempo “normal” para vivir el duelo. Se dice en términos generales que un duelo se consideraría complicado cuando han pasado por lo menos 12 meses desde la pérdida y la sintomatología permanece y no se ha reducido lo suficiente para que la persona recobre la funcionalidad.
Sin embargo, habría que evaluar siempre a detalle el caso subjetivo de cada persona experimentando este proceso y observar las tareas de duelo que no están logrando ser superadas y trabajadas para determinar si realmente se trata de un duelo complicado o no.
¿Cuáles son los tipos de duelo más comunes por lo que las personas van a psicoterapia?
Dentro de mi experiencia clínica, es común ver personas con duelos retardados o sin resolver. En general, las personas tienden a no transitar el duelo en el momento de la pérdida, por lo que se quedan con la situación no resuelta y pendiente de ser procesada.
En cuanto a las situaciones que llevan a un duelo, es bastante común encontrar, no solo duelos por la pérdida de un ser querido, si no también por la ruptura de relaciones amorosas, la cual también constituye un fuerte duelo que requiere de ser trabajado a profundidad con la persona.
¿Puede ocurrir que el duelo tarde unos días en llegar, y no surja en el momento exacto en el que percibimos una pérdida importante?
Si, puede haber un duelo que se retrasa en ser experimentado. No todas las personas cuentan con los mismos recursos y respuestas emocionales, por lo que hay ocasiones en las que el duelo se tarda en ser asimilado e iniciar su curso natural.
¿Cuáles son las estrategias psicoterapéuticas más útiles ante el duelo?
Existen varias herramientas que se pueden utilizar, entre estas yo me enfoco particularmente en cuatro que a su vez se dividen en otras más que se trabajan internamente en cada sesión. Estas son:
- Darle sentido a una experiencia de dolor y a la vida
- Ejercitar el perdón
- Practicar la gratitud
- Procesar el dolor interno a nivel emocional y cognitivo.
¿Y cuáles son las rutinas y los hábitos que, más allá de la terapia, ayudan a sobrellevar el duelo?
Entre los consejos generales mas importantes diría que está:
- Mantenerse acompañado de otras personas que acompañen el proceso
- Cuidar de la salud física estableciendo intencionalmente horarios de alimentación, descanso y actividades terapéuticas.
- Mantenerse ocupado, activado con actividades positivas como el trabajo, el ejercicio y otros espacios de ocio.
- Tomar pausas para validar las emociones y el malestar, dando un lugar para la expresión de lo que sentimos.