Las personas estamos acostumbradas a vivir con el sonido. El hecho de oír todo aquello que tenemos a nuestro alrededor es algo que tenemos tan interiorizado que ni tan solo nos paramos a pensar cómo esta información entra por nuestro oídos y llega a ser experimentada por nosotros.
En este artículo hablaremos de las áreas auditivas del encéfalo, la cual, junto con el sistema auditivo, se encarga de recoger estas señales mandadas por los nervios auditivos y enviar la información ya procesada al resto del sistema nervioso.
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¿Qué son las áreas auditivas del encéfalo?
Dentro de las áreas auditivas de nuestro cerebro se incluyen tanto las vías auditivas, las cuales consisten en haces de fibras que transportan la información desde el oído hasta el cerebro y viceversa, como las zonas del encéfalo dedicadas a la audición.
Estas áreas cerebrales son el tronco del encéfalo junto con el complejo olivar superior, el lemnisco y el colículo; el tálamo y la corteza auditiva primaria.
Además, es necesario señalar la importancia de la función del nervio auditivo. Este nervio es esencial para nuestra audición. Compuesto por más de 30.000 neuronas, es el encargado, junto a las vías auditivas, de transportar la información al cerebro mediante impulsos eléctricos.
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Función de las vías auditivas
Al igual que el resto de modalidades sensoriales, el sistema auditivo está compuesto por una serie de vías y centros primarios del cerebro cuya función es procesar y transportar la información auditiva.
En el caso de las vías auditivas encontramos la vía auditiva primaria cuyo único fin es el de transportar información auditiva, y la vía no primaria la cual integra también otras modalidades sensoriales.
Vía auditiva primaria
La vía auditiva primaria es un circuito neuronal de poca longitud y con la capacidad de transportar la información de forma muy veloz, puesto que está formada por fibras mielínicas gruesas.
Su único cometido es el de transportar la información que es recogida por la cóclea, realizando tareas de decodificación e interpretación en cada uno de los niveles. Esta información se transfiere de un nivel a otro hasta llegar a la corteza auditiva.
No obstante, antes de que la información llegue a la corteza auditiva, el tálamo integra la información y se prepara para emitir una respuesta o reacción al estímulo auditivo.
Vía no primaria
Tras el primer nivel, el cual integra ambas vías auditivas como una sola, una parte de esta vía conocida como vía no primaria se desvía uniéndose a la vía reticular ascendente, la cual integra información sensorial de todos los tipos.
La principal función de esta vía es la de reunir varios mensajes sensoriales diferentes, pero que se están dando a la vez, para seleccionar aquellos que deben ser procesados de manera más urgente.
Partes del tronco encefálico implicadas en la audición
El tronco cerebral es la estructura a través de la cual pasan casi todas las vías sensoriales y su función es la de comunicar la médula espinal, el cerebelo y el cerebro. En él podemos localizar los núcleos correspondientes al sistema auditivo en el encéfalo. Estos son los siguientes.
1. Núcleos cocleares
Los núcleos cocleares se encuentran en la superficie del tronco cerebral, siendo su función principal la de examinar la intensidad del sonido, así como el inicio, la duración y el fin de este. Además, también aportan información al cerebro acerca de la frecuencia del sonido, es decir, si se trata de sonidos graves o agudos.
2. Complejo olivar superior
Una de los sistemas más complejos del cerebro auditivo es el complejo olivar superior. Su densa red neuronal está diseñada para analizar y filtrar toda la información acústica que se dirige al córtex cerebral.
3. Lemnisco lateral y colículo
El núcleo del lemnisco lateral está implicado en la codificación de la duración de los sonidos más complejos.
Por otra parte, el colículo se divide en la corteza dorsal y externa y en el núcleo central, el cual está compuesto por un gran número de neuronas.
La corteza dorsal y externa se dedica a examinar la información acústica y en el reconocimiento de sonidos complejos. Mientras que el núcleo central analiza la frecuencia del sonido y lo divide en graves o agudos.
El tálamo y la corteza auditiva
Otras áreas del cerebro implicadas en la audición son el tálamo y la corteza auditiva. Veamos cómo funcionan.
Tálamo auditivo
El tálamo auditivo, también conocido como Cuerpo Geniculado Medial (CGM), recibe fibras tanto de la corteza dorsal y externa del colículo como del núcleo central de este. Esta parte del tálamo está dividida en tres zonas especializadas en una función. Estas zonas son: la zona dorsal, la zona media y la zona ventral.
Zona dorsal
Las neuronas de la zona dorsal envían proyecciones a la corteza auditiva secundaria. Estas neuronas tienen a responder a diversos estímulos sensoriales distintos.
Zona ventral
Sus neuronas viajan hacia la corteza auditiva primaria e intervienen también en el análisis de la frecuencia del sonido, manteniendo la latencia entre las comunicaciones.
Corteza auditiva primaria
En las personas, la corteza auditiva abarca el 8% de toda la superficie del córtex cerebral.
Esta corteza auditiva primaria consta de más de doce campos auditivos diferentes que se sitúan en el área superior del lóbulo temporal, donde se extienden por el giro angular hacia la cisura de Silvio; allí se encuentran con los giros transversos de Heschl.
Esta área cerebral puede dividirse a su vez en dos regiones diferenciadas por la organización de sus neuronas y por las funciones de estas. Estas áreas son las siguientes.
- El área AI está compuesta por neuronas que determinan la representación espacial del estímulo.
- El área AII se dedica a localizar el sonido en el espacio externo, a examinar los sonidos complejos y está estrechamente relacionada con la memoria auditiva.
Finalmente, la zona de rodea a estas dos áreas es la encargada de analizar e integrar la información auditiva con la demás información sensorial que percibe la persona.