Desde finales del siglo XX se ha popularizado el término coaching, así que es probable que lo hayas escuchado alguna vez. Inicialmente se desarrolló como una técnica aplicada al deporte, pero se ha popularizado y hoy en día se realiza este acompañamiento en casi todos los ámbitos de la vida: desde el desarrollo personal y de pareja, hasta incluso las empresas.
En este artículo te explicamos cómo el coaching puede aplicarse en la resolución de conflictos en el ámbito empresarial.
¿Qué conflictos suelen darse en el ámbito empresarial?
En términos generales, pasamos muchas horas al día en nuestro puesto de trabajo. Con frecuencia, además, compartimos espacio con otras personas y, como consecuencia, determinadas interacciones pueden acabar en conflictos. En este sentido, el liderazgo juega un papel clave. El estilo, las expectativas o incluso la relación entre supervisores es crucial.
Lamentablemente, parece que no es inusual que haya desacuerdos o incluso enfrentamientos en las empresas que pueden llegar a ser realmente difíciles de manejar. Estos pueden ser a nivel interpersonal (bien sea entre miembros del mismo grupo o entre empleados y jefes, por ejemplo) y suelen darse por diferencias individuales en los estilos de comunicación, expectativas, formas de actuar, etc.
Sin embargo, no son los únicos. También pueden darse, y, de hecho, se dan con cierta frecuencia, conflictos entre los diferentes departamentos. Suelen estar relacionados con las diferencias de objetivos, metas o enfoques a la hora de alcanzar los objetivos. Tampoco es extraño que se observen problemas entre los diferentes turnos en caso de haberlos.
¿El coaching puede ayudar a una empresa?
El coaching se desarrolló inicialmente, a finales del siglo XX, como una herramienta de acompañamiento para deportistas. Debido a su éxito se ha ido popularizando y aplicando al resto de ámbitos de la vida. Podemos encontrar «tutores» o coaches que nos acompañen en nuestro desarrollo personal, a nivel de pareja, familiar e incluso laboral.
En el contexto empresarial, el coaching se centra en encontrar la forma de potenciar tanto las habilidades de los trabajadores como la de los líderes. De esta forma, se pretende optimizar el rendimiento. La característica principal del coaching es que, a diferencia de otras metodologías, estudia las particularidades de cada caso y se adapta a las necesidades.
El coaching ante la resolución de conflictos en la empresa
El coaching, a nivel empresarial, y concretamente en el ámbito de la resolución de conflictos, puede ser una herramienta que aporte grandes beneficios. Por un lado, se pretende que cada persona tome conciencia sobre sus comportamientos y cómo dichas conductas pueden estar influyendo en el conflicto y, por ende, resultando ineficaces.
En este sentido, mediante la intervención de la figura del/a coach se busca comprender qué requiere la situación para poder resolver el conflicto de forma óptima. Se incorporan estrategias de comunicación, la reflexión de los propios pensamientos y conductas, la toma de conciencia y el paso a la acción. Se trabaja para empoderar a las personas y que asuman sus propias responsabilidades.
Un aspecto clave sobre el que también se interviene, y que resulta clave en el proceso, es la comunicación. Uno de los aspectos en los que focaliza el coaching es la mejora de la escucha activa. Además, también se considera crucial que las aportaciones o retroalimentaciones que se realicen sean constructivas.
Se considera que la comunicación es clave puesto que permite tanto que las personas expresen sus puntos de vista, sus ideas y opiniones de forma efectiva como, a su vez, se potencia la escucha que permite comprender mejor la postura de las demás personas. Se da tanta importancia a este punto puesto que contribuye considerablemente a la disminución de los conflictos y la tensión en el ambiente.
Así pues, las soluciones aparecen desde la misma reflexión —tanto a nivel individual como grupal— y no desde la imposición de una figura «experta» o la aplicación de una metodología universal que no se adecua a las necesidades particulares de cada situación y cada empresa. El objetivo final es el fortalecimiento de las relaciones para crear un espacio de trabajo más equilibrado y productivo.
Posibles limitaciones del coaching en la empresa
Con todo lo expuesto hasta el momento, se pueden apreciar los múltiples beneficios que esta metodología de intervención puede aportar en el ámbito empresarial. Sin embargo, también es importante considerar las posibles limitaciones que se pueden encontrar con esta intervención.
Hay ciertas problemáticas que no será posible resolver únicamente con coaching, por ejemplo, cuando hablamos de conflictos legales. En esta situación, es probable que se requiera también de la intervención de otras figuras como mediadores y/o abogados. Además, puede darse que ciertos conflictos se encuentren muy arraigados en la estructura de la empresa y esto, sin duda, será un gran inconveniente. En esta línea, también es posible encontrar que algunos/as trabajadores/as muestren una elevada resistencia al cambio y dificulten el proceso.