Para muchos profesionales, llega un momento en la vida en el cual es posible que tengamos que ponernos al frente de un equipo de trabajo. El cambio entre ser una pieza más del engranaje de una empresa y ocupar el papel de líder es notable.
Para afrontar este reto, es preciso cambiar el enfoque y estar abiertos y preparados a proporcionar al equipo el esfuerzo necesario para ser capaz de llevarlo hacia el éxito de la mejor forma posible. Para ello, el uso de la psicología se acaba convirtiendo en un factor imprescindible, puesto que es muy recomendable recurrir a sus bases a la hora de entablar una relación adecuada con los miembros del equipo. De la forma en la que gestionemos la relación con los empleados dependerá, en gran medida, el éxito que obtengamos con la empresa.
Métete en la mente de tus empleados
En el entorno laboral, la psicología siempre se tiene que entender como un arma, una herramienta que nos proporcionará los medios para dirigir el equipo con buenos resultados. Por eso hay ciertos aspectos que nunca se pueden olvidar en este proceso.
1. Conoce a cada uno de tus trabajadores
El primero es que resulta recomendable conocer a los distintos empleados que forman parte de nuestro equipo. No podemos pretender saber dirigirles si no tenemos constancia de cuáles son sus puntos fuertes, sus defectos y sus niveles de ambición o aspiraciones en relación al día a día en el trabajo. Conocer a los empleados hará que tengamos gran parte del esfuerzo hecho.
2. Descubre el estilo de liderazgo que mejor se adapta a ti
Hay distintos tipos de liderazgo, pero la psicología está presente en la mayor parte de ellos. Por ejemplo, es crucial en el liderazgo participativo, en el cual los empleados se encuentran con un jefe que siempre está en comunicación con ellos. En este sentido se profundiza en la psique de cada uno de los trabajadores a través de sensaciones positivas, vibraciones de entusiasmo a su alrededor que lo que hacen es hacerles sentir bien y que así se sientan como una parte importante de la empresa. Los empleados que se dejan dirigir por el líder participativo son más conscientes del mundo que les rodea en el trabajo y tienen más confianza para dejar salir sus ideas más creativas, lo que puede ser muy favorable para el líder y la empresa en general.
3. Ser carismático puede ayudar
Con el liderazgo carismático ocurre algo similar. Si adoptas este papel concentrarás parte de tu trabajo y esfuerzo en lograr que tu imagen, tu presencia y tus palabras sean cápsulas de entusiasmo para tus empleados. Cada vez que te escuchen se animarán y llegarán a relacionar tu persona y tu voz con emociones favorables que acabarán siendo beneficiosas para obtener un mejor rendimiento laboral.
4. La naturalidad convence
Pero por encima de todos los liderazgos especializados se encuentra el natural, que representa a un jefe que ha dominado el arte de la psicología, que sabe que sus empleados son importantes y que debe hacer todo lo posible para trabajar en armonía. Apoyarse en el equipo cuando sea necesario, tener una buena dosis de carisma y enfocarse a respetar el ambiente de trabajo adecuado hacen de este un tipo de líder beneficioso para todo tipo de empresas y que parte siempre de un comportamiento muy enfocado a la psicología.
Reforzar las buenas prácticas
Los líderes que quieran tener el mejor entorno de trabajo posible aprovecharán la psicología en su beneficio con distintas estrategias y técnicas. Por ejemplo, la idea de reforzar las buenas prácticas. Una oficina o cualquier otro tipo de empresa no es un marco en el cual los trabajadores estén esperando una recompensa por su esfuerzo. Se les está pagando por un trabajo y es poco habitual que haya incentivos materiales. No obstante, la psicología apoya el refuerzo positivo con otros métodos y gestos que pueden ayudar de manera enorme a que un equipo desarrolle más afinidad con su líder.
Estas técnicas incluyen felicitaciones por trabajos realizados de forma especialmente adecuada y menciones que aporten más confianza y valor al trabajo que están llevando a cabo los empleados. Unas breves palabras pueden ser motivo suficiente por el cual un trabajador siga rindiendo de manera excelente mucho más tiempo y tienen el poder de volver a relajar el ambiente si se había producido algún tipo de situación complicada. La psicología tiene tanta importancia en la dirección de una empresa como lo puede tener la habilidad del líder para gestionar equipos de trabajo. Sin ella cualquier empresa estaría totalmente perdida.
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