​Los 15 problemas y conflictos más frecuentes en el trabajo

Malos entendidos y sonrisas falsas en las empresas, más común de lo que nos pensamos.

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Las personas pasamos gran parte del día en el trabajo, y es lógico que, después de tantas horas, se puedan generar conflictos.

Los conflictos son algo normal, pero detectarlos y resolverlos es clave para que el entorno laboral no se convierta en un infierno, porque cuando estamos mal en el trabajo nuestro rendimiento, nuestra motivación o nuestro sentimiento de pertenencia a la organización se ven afectados.

Conflictos en el trabajo: ¿cuáles son los más habituales?

Pero, ¿cuáles son los conflictos más habituales en el entorno laboral? ¿cuáles son las causas más frecuentes de estos problemas laborales? A continuación te lo explicamos.

1. Falta de trabajo en equipo

El trabajo en equipo es una de las competencias más valoradas por los reclutadores, porque cuando un empleado trabaja en equipo, la creatividad y el aprendizaje de éstos mejora, su nivel de estrés se reduce y el desempeño y la productividad aumentan. Ahora bien, en los casos en los que los trabajadores deciden ir por su cuenta y el trabajo en equipo no se manifiesta en la empresa, es posible que se generen conflictos.

Por otro lado, una mentalidad muy individualista puede llevar a que se vea con desconfianza a los demás, y en esas situaciones es fácil malinterpretar ciertos comportamientos y atribuirlos a las ganas de destacar por encima de los compañeros de trabajo.

2. La falta de comunicación

La falta de comunicación es otra de las causas que pueden provocar conflictos serios en el trabajo, porque cuando un empleado o superior falla a la hora de comunicar (o enviar los mensajes necesarios) a otros trabajadores los problemas pueden aparecer. La mala comunicación puede presentarse como desinformación o mala información. En en el primer caso, la información no llega; en el segundo caso, la información llega mal.

A fin de cuentas, las fricciones que se pueden producir por la falta de comunicación pueden dar paso a situaciones de ambigüedad que producen fallos y, en esas ocasiones, la incapapcidad para saber quién se ha equivocado hace que estallen los conflictos.

3. Compañeros tóxicos

En ocasiones, los conflictos laborales pueden aparecer sin ninguna intención, sin embargo, otras veces, las personas tóxicas crean mal ambiente por donde van, especialmente en el trabajo. Los compañeros tóxicos se identifican porque por donde pisan acaban mal con todo el mundo y crean conflictos donde no los hay. Les gusta meterse donde no les llaman, quieren ser el centro de atención y suelen ser las típicas personas conocidas como falsas y criticonas.

4. Jefes tóxicos

Puede ocurrir que no sean los compañeros de trabajo los que intoxiquen el ambiente de trabajo, sino que los jefes, ya sea por su mala gestión o por su personalidad, te hagan la vida imposible. En estos casos, puede que estés en desventaja a la hora de solucionar el conflicto.

En resumen, los jefes tóxicos suelen ser: arrogantes y malos comunicadores, autocráticos, inflexibles, controladores y discriminadores.

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5. Competitividad

Es habitual que muchas empresas paguen a sus empleados en función de los logros conseguidos. Y mientras algunas empresas reparten comisiones entre los miembros de un equipo, otras premian a los empleados de manera individual: en función de las ventas o los objetivos marcados, es una persona la que recibe la comisión. Este tipo de incentivos pueden provocar roces entre los trabajadores, pues la competitividad que se crea trae consigo conflictos entre trabajadores.

6. Relaciones amorosas

Los compañeros de trabajo pueden sufrir algún romance, lo cual no tiene que ser negativo. Ahora bien, en algunas situaciones, las relaciones amorosos en el trabajo pueden traer consigo conflictos. Las relaciones amorosas pueden surgir el en entorno laboral como en cualquier otro lugar, pero, para evitar conflictos, es necesario que no interfieran en el trabajo.

7. Compañeros que no trabajan bien

Y claro, cuando un compañero no rinde como debería rendir los conflictos pueden aparecer. Cuando alguien no realiza bien su trabajo acabará interfiriendo en el tuyo, y posiblemente, hará que tengas que hacer el suyo y trabajar más. Las empresas y organizaciones son sistemas dinámicos, y un retraso en el plazo para entregar un proyecto puede hacer que todo el funcionamiento general de este "organismo vivo" se resienta. A nadie le gusta trabajar el doble.

8. Prejuicios (machismo/racismo)

Los prejuicios son motivo de conflicto en distintas esferas de la vida, y también en el trabajo. Compañeros que no toleran a las personas de otros lugares del mundo o con otro color de piel, jefes que tratan de manera machista a sus empleadas, etcétera. Éstos son casos que pueden aparecer en el terreno laboral.

9. Choques de personalidad

A veces las personalidades simplemente no encajan y la chispa salta a las primeras de cambio. En las relaciones personales, los conflictos existen día sí y día también. Cuando un conflicto de este tipo surge, lo mejor es resolver el problema lo antes posible.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que los choques entre diferentes personalidades no suelen ser los motivos más frecuentes por los que aparecen conflictos en la empresa. Al contrario, muchos problemas que en realidad son de tipo organizacional y colectivo son atribuidos erróneamente a las características individuales de ciertas personas, ya que esta es "la opción fácil" a la hora de buscar una explicación a lo que ocurre (por algo se basa en una visión esencialista de los trabajadores).

10. Mobbing

El “mobbing”, también conocido como acoso psicológico laboral, se da en el trabajo cuando un individuo o varios ejercen violencia psicológica de manera sistemática y repetida sobre otro individuo o individuos. El mobbing puede ser entre empleados, de los empleados hacia el superior, del superior hacia los empleados o de la organización hacia alguno de sus trabajadores. El mobbing no solamente afecta al rendimiento en el trabajo y provoca conflictos serios, sino que puede causar problemas psicológicos graves en la persona que los sufre. Ésta es una problemática que debe ser atajada de raíz una vez se detecta.

11. Los cambios en la empresa

Los cambios en la empresa pueden generar conflictos de distintos tipos. Por ejemplo, los recortes de personal pueden llevar a los empleados a sentirse incómodos y desmotivados; o los cambios en la cúpula directiva pueden conducir a políticas nuevas que nos sean bien vistas por los empleados, especialmente los más veteranos. En definitiva, estas disrupciones pueden hacer que el progreso que se había realizado hasta el momento quede truncado hasta que se dé una nueva situación de reajuste.

12. Explotación

La explotación por parte de los empresarios también puede generar conflictos con los trabajadores, por ejemplo, si el trabajador no siente que recibe una remuneración justa o percibe que está trabajando en exceso (más horas de las que debería) puede acabar mal con la empresa y con otros trabajadores.

13. Conflictos de recursos

Trabajar en exceso puede ser por obligación como en el caso anterior. Pero también puede ocurrir que la falta de recursos de la empresa (menos trabajadores de los que debería tener, una mala gestión del personal, etc.) haga que los trabajadores entren en conflicto con la empresa o se sientan estresados y quemados.

14. Conflicto por valores

Puede ocurrir que nosotros tengamos muy claros los valores de la empresa y que nos guste mucho nuestro trabajo, por lo que rendiremos a un nivel óptimo. Pero puede ser que algún compañero nuestro no se sienta igual que nosotros en este aspecto. Esto puede provocar que, en el caso de este último, su rendimiento sea bajo y esté desmotivado. Esto puede crear un mal ambiente entre compañeros.

15. Directrices poco claras

Ya se ha comentado en un punto anterior que la comunicación es esencial para el buen desempeño de la labor profesional. Un tipo de comunicación que debe ser tenida en cuenta y a la que debe darse un trato cuidadoso son las directrices poco claras.

La falta de comunicación en la normativa empresarial o en los objetivos que se espera de un empleado, puede causar lo que se conoce como conflicto de rol, en otras palabras, no tener una idea correcta de lo que se debe hacer o de lo que se espera de un trabajador. El conflicto de rol crea conflictos entre trabajadores y, además, es una de las causas más comunes de estrés laboral o burnout.

Psicólogo de las organizaciones

Licenciado en Psicología por la Universidad de Buenos Aires. Máster en Recursos humanos y experto en comunicación empresarial y coaching. Posgrado en Nutrición y Alimentación Sanitaria y Social por la UOC. Especialmente interesado en el bienestar y el deporte.

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