El mal de amores es uno de los fenómenos más dolorosos que puede sufrir el ser humano y que a todos nos ha tocado vivir.
Seguro que en este instante hay muchas personas que lo están pasando mal y que aún piensan esa persona a la que han amado y con la que no pueden estar.
¿Qué ocurre cuando nuestra pareja sentimental nos deja?
Por desgracia, socialmente no está bien visto que un individuo sufra por otra persona, pues muchos lo asocian a una personalidad débil. En realidad, olvidarte de ese alguien especial, ese alguien a quien amaste, es un proceso que tiene sus fases y que hay que ir superando con el tiempo. Ahora bien, el desamor no es lineal, pues podemos volver a recaer y sufrir en distintos momentos de nuestra vida. Con el tiempo, pero, todo se supera o al menos duele menos. Aunque no te lo creas, la mayoría de personas lo llevan por dentro.
El amor es como una droga
Entender el desamor y dejar de pensar en tu ex puede no ser siempre fácil. Y para entender que no es un fenómeno lineal y que pueden haber recaídas hay que tener en cuenta que el amor, igual que las drogas, utilizan los mismo circuitos neuronales. Está claro que no podemos explicar este fenómeno solamente con factores biológicos, puesto que los factores culturales influyen de manera determinante.
Pero que el amor es como una droga no lo digo yo, sino que un estudio del Colegio de Medicina Albert Einstein, que pretendía conocer más sobre el desamor, concluyó que cuando el amor se rompe, igual que lo que le ocurre a un adicto a la droga**, la separación de la persona amada tiene graves consecuencias en nuestro comportamiento**, como conductas depresivas y obsesivas.
Ahora bien, el amor y el desamor son temas tan complejos que no existe un gran consenso entre los científicos, pero que a lo largo de los años se han ido aportando conclusiones de distintas investigaciones que han ayudado a entender mejor estos fenómenos.
El mal de amores duele igual que el dolor físico
¿Pero qué ocurre exactamente en el cerebro cuando nos desenamoramos? Algunos expertos afirman que la cultura tiene una gran influencia en nuestros gustos, por ejemplo, que nos guste una persona que practique surf o que sea sapiosexual. Pero los expertos también advierten que hay cosas inexplicables y que, como habrás visto a lo largo de tu vida, te enamoras y punto. A veces no hay que buscarle explicación.
Pero cuando nos enamoramos, el cerebro sufre una cascada neuroquímica en la que están implicados distintos neurotransmisores y hormonas, como la serotonina, la norepinefrina (noradrenalina), la dopamina o la oxitocina, entre otras, que son las causantes de que nos cambie la percepción de la vida. Cuando estamos enamorados estamos eufóricos, pensamos continuamente en la otra persona, dormimos menos, etc.
- Si quieres saber qué ocurre exactamente cuando nos enamoramos, puedes leer nuestro artículo: “La química del amor: una droga muy potente”
Y claro, cuando el amor se rompe, el desajuste neuroquímico provoca un cambio de comportamiento que requiere de tiempo hasta que se estabiliza. Distintas investigaciones han concluido que la misma parte del cerebro que funciona como procesador de dolor físico, también tiene la tarea de procesar el dolor emocional.
Los psicólogos recomiendan perder el contacto con la otra persona para superar la ruptura de pareja. En otras palabras, en esta situación hay que aplicar el "todo o nada” para que las vías cerebrales relacionadas con el desamor (y la adicción a la droga) se debiliten.
Recordando a la pareja en esos momentos...
Además del comportamiento obsesivo y depresivo característico del desamor de los primeros meses, es habitual recordar a la pareja en determinados momentos cuando ha pasado un tiempo. Esos programas que mirabais juntos, un coche igual al de tu ex, esos lugares a los que ibais juntos, esas canciones… pueden traer de vuelta memorias de quien algún día fue tu pareja.
Para entender esto, solamente hay que pensar en el aprendizaje asociativo del condicionamiento clásico, que puede recordarnos a la pareja meses después y que puede hacernos recaer y causarnos dolor cuando pensábamos que lo habíamos superado. Algo que ocurre también en los adictos a las drogas. En el caso de la drogadicción, este fenómeno recibe el nombre de síndrome de abstinencia condicionada.
Heridas abiertas y su aceptación
¿Pero se tarda mucho en olvidar a la persona que has amado? Bueno, eso depende de la situación de cada uno y de la intensidad de sus sentimientos. Pero lo que sí que está claro es que si no aceptamos la ruptura, el dolor permanece. Nuestras creencias tienen la culpa de que nos mantengamos aferrados a esa persona que ya no forma parte de nuestras vidas. Si nos han dejado, la decisión que ha tomado la otra persona debe ser respetarla a pesar de no gustarnos.
Puede que la ruptura haya sido traumática y necesitemos más tiempo para olvidar a esa persona. Puede que necesitemos trabajar en nosotros mismo y en nuestra autoestima antes de conocer a otra persona especial. Pero el primer paso para olvidar a tu ex es aceptar que se ha acabado. Después de tu ex, la vida sigue. Está en tus manos volver a retomar el rumbo de tu vida, distanciándote emocionalmente de la persona que ya no está, y cimentando tu felicidad en ti mismo, en tus propias opciones y posibilidades.