¿Cuánto tiempo le dedicas a tu esfera individual en tu día a día? ¿Y cuando tienes pareja, te dedicas el mismo tiempo?
Imagina que tienes diez plantas en tu jardín y sientes que, en un momento dado, una de ellas necesita un cuidado especial por algún motivo, ¿dejarías de cuidar las otras nueve completamente? Seguramente no, decidirías dedicarle a cada una de ella parte de tu tiempo.
Esto mismo es lo que necesitamos hacer con cada una de nuestras áreas de vida: la de pareja, la familiar... y también por supuesto la de desarrollo personal.
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¿Cómo dedicarnos ese tiempo a nosotros mismos?
Cuando empezamos una relación de pareja es habitual que deseemos disponer de tiempo compartido y cultivarlo, conocer los hobbies del otro, enseñarle los nuestros, disfrutar de su compañía y aprovechar al máximo ese momento juntos.
De hecho, esos momentos hacen que aumente nuestro vínculo de intimidad y que se fortalezca la conexión entre ambos, pero, ¿qué pasa si no cuidamos también nuestro espacio individual? ¿Qué pasaría si dejamos de regar completamente una de esas plantas de nuestro jardín?
Dedicar tiempo para uno mismo es muy importante para reconectar con nuestra esfera personal, para desarrollar la confianza en uno mismo, así como la autoestima y el autoconcepto, es decir las ideas y características que forman la imagen que tenemos de nosotros mismos. Además, ayuda a la propia relación de pareja ya que fortalece la confianza, el equilibrio en las necesidades de ambos y enriquece los momentos compartidos.
Cultivar el disfrute con uno mismo es algo muy valioso ya que nos reconecta con esos momentos que nos generan bienestar personal, nos permite crear un espacio de reflexión y de ocio individual, y aumenta el autoconocimiento, el cual es un aspecto vital para la toma de decisiones ya que nos ayuda a saber lo que queremos. Prestarnos atención y autocuidado potencia nuestra autoestima y nos ayuda a no abandonar las demás áreas de nuestra vida que son igualmente importantes para nosotros.
1. Cuestionar los pensamientos que nos roban independencia
Muchas veces podemos caer en la creencia errónea de que dedicarse tiempo a uno mismo es algo egoísta y además negativo para la pareja. Es muy común que esta cadena de acontecimientos, o muy similar, tengan lugar dentro de la persona:
- Surge el pensamiento, por ejemplo, "darme tiempo es egoísta".
- Este pensamiento desencadena una emoción, normalmente culpabilidad.
- Y ambos derivan en una conducta, generalmente, no darse tiempo para uno mismo.
Esto puede generar un círculo vicioso que hace que nos encontremos cada vez peor sin saber exactamente el por qué. Cuando dibujamos esta secuencia, y cuestionamos y abordamos ese pensamiento, podemos llegar a romperlo y observar qué sucede realmente cuando nos dedicamos ese espacio.
2. Dedicar tiempo a nuestras amistades, familia y actividades placenteras
Pasar tiempo con amigos ayuda a desarrollar de forma saludable el sentimiento de pertenencia, de vínculo social y aumenta la confianza en uno mismo, así como la autoestima.
Además, practicar actividades placenteras de forma individual, ayuda a reconectar con uno mismo, lo que aumenta el autoconocimiento y la posibilidad de generar nuevas fortalezas; además de, por supuesto, nos aporta nuevas actividades agradables que hacer ya que la práctica lleva a nuevos descubrimientos personales.
3. Reservar un momento del día o un espacio de la casa para pasar tiempo con nosotros mismos
Esto nos ayuda a liberar las tensiones acumuladas del día, nos permite desconectar de las presiones, y nos ayuda a su vez a disminuir el nivel de exigencia y la crítica destructiva al otro ya que fomentamos nuestro propio descanso y relajación.
Cuando nos encontramos tensos y saturados del día, es muy habitual que lo paguemos con el otro, y que nuestras exigencias sobre las tareas que quedan por hacer, la atención que nos presta o el cariño que nos muestra, se magnifiquen.
4. Trabajar nuestras metas profesionales e inquietudes personales
No atender nuestros propios objetivos y no dedicarles tiempo, puede hacernos olvidar las motivaciones intrínsecas que nos mueven en la vida; y puede crear una desvinculación con nosotros mismos y nuestras pasiones.
Por el contrario, si observamos y tenemos en cuenta dichas metas y sueños propios, nos estamos ayudando a fortalecer esa motivación interior y ese vínculo con nosotros.
¿Y cómo ayuda a la pareja?
Además de hacernos sentir mejor, dedicar espacio y tiempo a uno mismo ayuda a su vez a conectar con el cuidado hacia los demás y por ello también a la pareja.
Si cambiamos el orden de prioridades y comprendemos que la única persona que va a estar con nosotros todos los días de nuestra vida somos nosotros mismos, entenderemos mejor lo importante que será cuidarnos y prestarnos atención para sentirnos bien, y poder cuidar a nuestro entorno y a las personas que queremos.
Pero veamos de forma muy gráfica los distintos tipos de relaciones que pueden existir en función del nivel de independencia de los miembros. Imaginemos que un miembro de la relación se representa con un círculo azul y el otro con uno morado.
Cuando comenzamos una relación y le dedicamos la totalidad de nuestro tiempo a esa esfera compartida, podemos caer en la idea equivocada de que una relación sana y positiva es aquella que justamente comparte todo el tiempo del mundo.
Como vemos, están prácticamente solapados, haciendo un solo círculo que compartiría todo, en todo momento. En este tipo de relaciones suele pasar que nos olvidamos de lo que para nosotros es importante: nuestras amistades, los hobbies que no compartíamos con una pareja, las metas personales y profesionales que teníamos (mientras que pasamos a creer como nuestras las del otro). Generamos así una gran desconexión con nosotros mismos.
El modo anterior de relación puede conducirnos a caer fácilmente en una dependencia hacia la otra persona, ya que al pasar todo el tiempo con ella reforzamos la idea de que sin él o ella no podríamos vivir. Esa dependencia se podría reflejar así:
En ocasiones se tiene la creencia irracional de que dedicarnos tiempo a nosotros mismos, o no dedicarle todo el tiempo a la relación, dañaría la misma y nos alejaría del otro; o incluso podría significar que algo no está funcionando bien en la pareja y que por ello dejaremos de compartir nuestra vida con la otra persona.
Sin embargo, cuando prestamos atención a lo saludable que es pasar tiempo con uno mismo y ser fieles a todas nuestras áreas de vida, nos damos cuenta de que efectivamente eso tiene un efecto positivo en la relación con nuestra pareja. Observamos que el desarrollo personal, el cuidado propio, y el tiempo de calidad que nos dedicamos a nosotros mismos, aumentan el bienestar con los demás y la conexión de pareja para fomentar más momentos compartidos.
No debemos olvidar en este punto la importancia de la comunicación asertiva y de la escucha activa y empática para compartir nuestras necesidades como individuos con la otra persona, y para a su vez escuchar las necesidades de nuestra pareja. Esto potencia la confianza y el amor; aumentando la generosidad y comprensión, y disminuyendo el control y la posesividad que nos llevan a la desconfianza hacia la otra persona. Este tipo de relación sana se representaría así:
En definitiva, dedicar tiempo a uno mismo y a nuestro espacio individual es de vital importancia para aumentar nuestra autoestima, conectar con nuestras motivaciones y generar autoconfianza. Es algo muy valioso en lo que deberíamos priorizar, ya que nos recuerda lo importantes que somos para nosotros mismos y lo importante que es cuidarse para quererse y valorarse.
Pasar tiempo con los amigos y la familia nos genera seguridad y nos fortalece para poder gestionar las emociones que nos surgen ante situaciones que puedan parecernos difíciles de sobrellevar. Además, dedicar tiempo a las actividades que nos resultan placenteras y a nuestros hobbies de forma independiente, nos conecta con nosotros mismos y nos refuerza nuestra autoestima y autoconocimiento.
Así mismo, trabajar las metas profesionales y objetivos personales que tenemos potencia nuestras motivaciones intrínsecas y nos ayuda a mantener el vínculo con nosotros y nuestros deseos.
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En TherapyChat, sabemos que cultivar y disfrutar de un espacio propio no es incompatible con pasar tiempo de calidad con tu pareja y realizar actividades en conjunto. Sin embargo, en ocasiones puede ser complicado alcanzar ese equilibrio entre el tiempo en pareja y ese tiempo individual, que ayudará a fortalecer la conexión mutua, aumentará el bienestar común y contribuirá en la confianza que sentimos con la pareja.
Si buscas apoyo en este aspecto, en TherapyChat, contamos con un gran equipo de expertos que te podrán orientar para que alcances el equilibrio en tu relación. Porque cuando nos cuidamos y nos sentimos bien con nosotros mismos, mejor podemos disfrutar de estar y cuidar a las personas más importantes para nosotros, como nuestra pareja.
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