En las etapas iniciales de nuestra vida es natural que dependamos de otras personas, ya sea de nuestros padres o cuidadores, dependiendo de las circunstancias. Pero llega un momento en el que es necesario dejar de aferrarse a esos vínculos, aprender acerca de cómo ser más independiente, y no vernos siempre condicionados por los cuidados de los demás.
En el siguiente artículo revisaremos un listado de consejos para aprender a funcionar de manera más autónoma en nuestra vida cotidiana.
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Dejar de depender de los demás
Las personas independientes no son solitarias ni amargadas; de hecho, pueden relacionarse correctamente con su grupo de iguales en los momentos en los que sea necesario.
Lo que realmente caracteriza a estas personas es que no dependen totalmente de otras personas para cumplir con los objetivos que se plantean, no les molesta realizar actividades en solitario, pero tampoco buscan aislarse voluntariamente.
Además, destacan por la autoconfianza que tienen en sus capacidades fundamentales para vivir de manera autónoma, y comprenden que no siempre es necesaria la compañía de otras personas para realizar algún proyecto.
Sin embargo, las personas independientes también son capaces de detectar cuándo necesitan ayuda en ciertos aspectos particulares, y no tienen inconveniente en pedirla. Entienden que no pueden abarcar ellas solas toda la carga de trabajo de algunas situaciones, y saben delegar funciones.
¿Cómo ser más independiente?
A continuación daremos un repaso a algunos consejos útiles sobre cómo se puede llegar a ser una persona más independiente en la vida.
1. Capacidad de auto aceptación
Es necesario comprendernos a nosotros mismos de manera más objetiva. Es decir, debemos tener claro cuáles son nuestras fortalezas y cuáles son nuestros puntos a mejorar.
Este reconocimiento nos ayudará a comprender de mejor forma en qué áreas podemos rendir bien solos, y en qué otras sería bueno tener ayuda o delegar funciones a otras personas con un mejor conocimiento del área.
2. La automotivación
Cuando comenzamos a desarrollar la automotivación, estamos ganando enteros para llegar a ser más independientes de cara al futuro. La capacidad de automotivarse es lo que nos hace ser personas más seguras.
Cuando hemos aprendido a darnos la motivación por cuenta propia no necesitamos que un grupo de personas estén diciéndonos que somos buenos en algo, porque ya hemos identificado nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y sabemos de qué cosas podemos ser capaces.
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3. Respeto por las opiniones ajenas
El sujeto independiente no cree que sea dueño de la razón absoluta sobre todos los temas que conoce. Por el contrario, siempre está dispuesto a ampliar sus conocimientos escuchando activamente a otras personas, incluso aunque no comparta sus puntos de vista.
Cuando somos independientes no dejamos que las personas que piensan diferente a nosotros nos determinen con sus opiniones, porque eso significa darle al otro demasiado control sobre nosotros.
4. Reconocimiento de las emociones
La independencia significa ser capaz de relacionarse con otros sin llegar a depender de ellos. En la medida que logramos reconocer nuestras propias emociones así como las de los demás nos volvemos menos propensos a generar apegos afectivos que puedan complicarnos en diversas áreas de la vida.
Para reconocer las emociones de manera adecuada debemos hacernos las preguntas correctas: ¿Qué es exactamente lo que siento? ¿Qué motiva esta emoción? ¿Vale la pena fomentar este sentimiento?
Respecto a las emociones ajenas, es bueno tener en cuenta la conducta de los otros. Muchas veces pensamos que las emociones están sujetas a las palabras que nos dicen los demás, pero la realidad es que los hechos son más significativos.
5. Aceptar que las cosas no siempre resultan como nos gustaría
Si podemos ser conscientes de que las cosas no siempre van a salir como las hemos planificado, nos volveremos más tolerantes a la frustración y menos dependientes de los resultados inmediatos, lo cual nos permite fijarnos más en los resultados a largo plazo.
En ocasiones ocurren circunstancias que escapan a nuestro control, y no vale la pena perder la calma por ello; simplemente toca aceptar ese hecho y buscar la mejor manera de afrontarlo.
6. Coherencia entre pensamiento y acción
Otro de los consejos más útiles sobre cómo ser más independiente consiste en cultivar la seguridad en uno mismo, como ya hemos visto anteriormente. Pero no basta solo con creer que eres bueno en algo, debes ser capaz de demostrarlo. Evita caer en la sobrevaloración personal.
7. Verificación de fuentes
Algunas personas se quedan con lo que les dijeron otras como algo cierto, como una verdad irrefutable, mientras que el sujeto independiente prefiere corroborar esta información por uno mismo y es capaz de buscar en diversas fuentes por cuenta propia para tener un mejor panorama de los hechos.
8. Aprender a realizar las tareas domésticas
Ser independiente significa serlo en todos los ámbitos básicos de la vida, no solo en unos muy específicos. Por ello, es importante invertir tiempo y esfuerzo en aprender a hacer lo básico para vivir solo: cocinar, lavar y planchar la ropa, gestionar la economía doméstica, etc.
Referencias bibliográficas:
- Kawamoto, T. (2026). "Personality Change from Life Experiences: Moderation Effect of Attachment Security." Japanese Psychological Research, vol. 58(2). pp. 218 - 231.
- Strack, S. (2005). Handbook of Personology and Psychopathology. Wiley.
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