¿Por qué personas con personalidades tan distintas ligan? ¿Qué características debe tener un buen seductor? ¿Qué puede atraer de tu personalidad? ¿Eres carismático y no lo sabes?
Tipos de seductor: ¿con cuál te sientes más identificado?
En El arte de la Seducción, el psicólogo Robert Greene describe hasta nueve arquetipos de seductores. O diez tipos de seductor, si tenemos en cuenta la figura del anti-seductor. En este extenso libro encontrarás un análisis histórico y psicológico de las grandes personalidades de la humanidad.
No basta con saber técnicas o estratagemas para atraer y ser un gran seductor. A veces, el autoconocimiento es la pieza clave para que sepas tus puntos fuertes y cómo pueden jugar a tu favor. Todos podemos ser grandes seductores, sólo tenemos que encontrar esa luz interior que aviva nuestro carisma y nos hace ganar confianza y autoestima. Como decía Oscar Wilde, uno de los seductores más destacados de la historia, “amarse a uno mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida”.
Pero, antes de nada, échale un vistazo a este artículo: "10 formas de ser más atractivo (científicamente comprobadas)"
Seguidamente te descubriremos los 9 (más 1) arquetipos de la seducción para empieces este viaje al autoconocimiento y el desarrollo personal.
1. La Sirena
Inaccesible, divina, encantadora. Sólo hay una en un grupo de amigas. Es próxima y a la vez distante. Es la musa de los poetas, la chica que hace perder la cabeza a los gobernantes. Robert Greene cuenta que Cleopatra fue una de ellas. Detectaremos una Sirena por sus gestos, su delicadeza, su forma de vestir muy parecida a la de las diosas.
2. El Libertino
Muy asociada a la figura del “macarra”, hace vivir experiencias únicas. De entre los distintos tipos de seductor, el tipo duro nunca pasa de moda. Transgresor y confiado, sabe que su encanto nace de los instintos más primarios. Vive al límite, saltándose todas las normas para que la adrenalina recorra tu cuerpo. Si tiene que besar, besa con seguridad. Si tiene que mirarte se adentra en lo más profundo de ti. Es capaz de hacerte cometer todas las locuras que no puedes imaginar porque a su lado no te puede pasar nada.
3. El Amante Ideal
Experto del ilusionismo; todo en él es artificio. Crea romances perfectos, sin fisuras. Es capaz de hacer sentir a las mujeres cómodas y deseadas. Todo en él es una función escrita para seducir a las más exigentes damas. Domina el contexto, sabe hablar, pero sobre todo escuchar. Todo es perfecto porque él hace que sea perfecto. Si te invita a una cena te deleitará con sus mejores dotes de cocinero; si te invita a pasear, elegirá el mejor paisaje, el mejor decorado.
4. El Dandy
Inclasificables, andróginos, elegantes, irónicos... como el Libertino, te hará sentir libre. Es uno de los tipos de seductor más dinámicos e impredecibles. Juega con la masculinidad y la feminidad. Nunca lo podrás definir porque cuando piensas algo sobre él, ya ha cambiado. Usan su apariencia física para sugerir, como la Sirena. Domina a la perfección las habilidades sociales como el Amante Ideal, pero cuando intentas clasificarlo, desaparece. Si intentas entenderlo te confundes... Robert Greene cuenta que Rodolfo Valentino fue uno de los Dandys más importantes.
5. El Cándido
Es un niño ingenuo y juguetón. La sociedad no ha conseguido domarlo. Mozart fue uno de ellos. Hace que lo difícil parezca fácil. Para él todo parece un juego. El cándido posee el encanto inofensivo de los bebés y los dotes subversivos del pícaro. Posee una inconsciencia magnética. Es imposible enfadarse con él porque no tiene malicia.
6. La Coqueta
Este arquetipo se atribuye a la las chicas pero también pueden existir coquetos. Cuando tú vas, ella vuelve. Cancela las citas. Aparece en el momento más inesperado. Siempre llega tarde a sus citas si es que no ha decidido darte plantón. Cuanto más logra conseguir tu atención, menos la quiere. Si la persigues estás perdido. Si intentas ignorarla desesperarás.
7. El Encantador
La seducción sin sexo. Te dará lo que desees sin pedir nada a cambio. Sabrá halagarte y hacerte sentir cómoda. Domina el contexto y sentirás que junto a él puedes estar tranquila. No hará ni dirá nada que pueda dejarte en evidencia. Parece que el sexo no le interesa, no desconfiarás de él. Se muestran como un amigo; te comprenden, te escuchan, te ayudan, saben aconsejarte y contentarte. Toda esta estratagema servirá para que los aprecies y te hagas una pregunta: ¿le gusto o no le gusto? A veces parecerá que sí y a veces parecerá que sois sólo amigos. Pero la verdad es que si te haces esta pregunta ya habrás caído en sus redes.
8. El Carismático
Es el centro de atención. Todo el mundo quiere estar cerca de él porque es un manantial de risas y diversión. Nadie se aburre a su alrededor. Es fácil detectarlo porque en las fiestas siempre tiene un montón de gente alrededor escuchándolo y riéndose con sus ocurrencias. Es seguro y confiado. Sabe emocionar. Cuando habla no informa, inspira. Sería un gran político o un gran humorista o un gran contador de historias. Domina el arte de la comunicación. Tiene todos esos atributos que los demás no tienen.
9. La Estrella
Atractivos y estilosos. Tienen una vida que los demás no tienen. Es el arquetipo de las celebrities. Su vida singular y poco común es un imán para todos. Su vida es excéntrica y siempre te sorprende. Entra en sitios donde nunca te dejarían entrar si no fueras con él. Pero no todo en él es lujo. También es pasión por su propia vida y por sus habilidades. Estar a su lado te hará escapar de lo mundano y vulgar. Te hará vivir un sin fin de experiencias que sólo él te puede ofrecer. El arquetipo de la Estrella es sinónimo de glamour.
Estos son los arquetipos que define Robert Greene en El Arte de la Seducción. Deberás descubrir cuál reside en ti. Explórate y analiza en cuál encajas. Todos encajamos en uno de ellos. Y si no es así, seguramente es que estemos encajando en este último arquetipo.
10. El Anti-seductor
Inseguros, egocéntricos, poco empáticos: repelentes. No saben comunicarse. Están enfadados con el mundo. Tienen un escaso o nulo dominio de las habilidades sociales. No saben cuándo sobran. No saben cuándo hacen falta. Son inoportunos. Hablan cuando no deberían y callan cuando tienen que hablar. Tienen un exceso de confianza o, por el contrario, no tienen confianza alguna.
Por suerte uno puede escapar de este arquetipo. Sólo hay que potenciar el carisma personal y las habilidades sociales. Una buena forma de empezar es trabajar la autoestima y vencer la timidez. Y otra manera es echar un vistazo a mi artículo sobre 'Cómo no ligar'.
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