Todos tenemos un amigo o un familiar que no tiene una gran confianza en sí mismo. Estas personas suelen compararse con los demás y llegar a la conclusión de que no están a la altura, les cuesta relacionarse y lograr sus objetivos debido a su falta de autoestima.
El sentimiento de inferioridad aparece en personas que no creen en sí mismas, que creen que los demás individuos les superan en todo.
Complejo de inferioridad: "no puedo"
La mayoría de personas que padecen estos pensamientos y sensaciones o las han experimentado en el pasado encuentran un gran obstáculo en superar la voz interior que les dice “no puedo”, “soy así, no puedo hacer más”… y a menudo se quedan estancadas por los efectos de estas malas experiencias.
El psicólogo estadounidense Gordon Allport definió el sentimiento de inferioridad como “una tensión duradera y perjudicial que proviene de una actitud emocional frente a las situaciones vividas”.
Sentirse inferior a los demás es una creencia adquirida
Una fuente importante de estos sentimientos se gestan en la infancia, cuando el niño tiene un éxito menor a sus hermanos o compañeros, nunca recibe reforzamientos positivos, etc, irá depositando pensamientos negativos del tipo “no soy lo suficiente bueno”, “todos son mejores que yo”, “soy inferior”.
Estas emociones van calando en el niño y provocan que se vaya alejando emocionalmente de sí mismo, que tienda a retraerse, a no mostrar iniciativa propia, que piense que es menos inteligente o agradable que sus pares y en definitiva que sus expectativas en la vida se reduzcan decisivamente.
Según Allport, el sentimiento de inferioridad exacerba la sensación de quien lo sufre respecto a su debilidad física, su aspecto e imagen, su estatus social y educativo, las experiencias de poco valor, el sentimiento de culpa o la sensación de que es malo pertenecer al grupo étnico o religioso al que pertenecen.
5 claves para superar el sentimiento de inferioridad
Las siguientes estrategias resultan clave a la hora de afrontar y superar estos sentimientos limitantes:
1. Acéptate
Debemos aceptar la vida que llevamos y las circunstancias que nos ha tocado vivir. Identificar las cosas que producen malestar y los sentimientos de inferioridad nos ayudará a tomar conciencia de la situación y empezar a mejorar en lo que haga falta.
2. Conoce tus virtudes
Resalta las virtudes propias, tus cualidades y capacidades, y elabora una lista con todas ellas. Situa la lista en un lugar visible para tu día a día e intentar dedicar más atención y recursos a mejorar alguna de tus cualidades, que seguramente sean muy valiosas.
3. Relativiza lo negativo
Relativiza los comentarios negativos que otras personas hacen de ti. Racionaliza: pregúntate hasta qué punto estos juicios son acertados y en cualquier caso piensa que nadie es perfecto y que tú tienes las herramientas para mejorar todos los aspectos sin prisa.
4. Planta cara a la vida
Afronta los obstáculos y dificultades que surjan en el camino, toma decisiones importantes, solicita ayuda cuando sea necesaria y aprende de todas estas experiencias. La pasividad ante la vida no te traerá cosas positivas. Aprende a afrontar la vida, tu actitud tendrá recompensa.
5. La clave es tu autoestima
Trabaja en tu confianza, es imprescindible que te valores como persona y que luches por todo aquello que deseas. Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, verás que la seguridad en ti mismo te abre puertas que no conocías.
Existen algunos casos en que la persona se siente despreciada de forma constante y será más complicado poder armarla de valor para que pueda sobreponerse a la situación sin ayuda externa. Los consejos de un psicólogo pueden ser un buen acompañamiento para poder encarar la situación.
Si quieres algunos consejos para mejorar tu autoestima, te recomiendo que leas: