Hay quienes basan toda su vida a partir de dos cosas muy básicas: lo que se posee y lo que se aparenta. Es el caso de las personas materialistas, cuyo modo de vida cada vez es más promocionado por una sociedad obsesionada por el dinero y por las posesiones.
Ahora bien… ¿cuáles son las características que definen a las personas materialistas y cómo pueden ser reconocidas? Veámoslo a continuación.
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¿Cómo son las personas materialistas?
Hay que tener en cuenta que para valorar el grado de materialismo es necesario tener en cuenta el contexto cultural y económico en el que se vive.
Por ejemplo, hay quien por el hecho de haber nacido en una sociedad rica vive rodeado de todo tipo de productos, sin que eso signifique que valora básicamente esa clase de comodidades. En cambio, se puede ser materialista y vivir en una familia muy pobre, tal y como veremos.
Dicho esto, pasemos a ver cuáles son esos rasgos y hábitos propios de las personas materialistas.
1. Invierten mucho en mejorar su apariencia
Quienes hacen que su vida gire en torno a sus recursos, ven su propio cuerpo como una parte de sus propiedades y, por consiguiente, lo tratan como si fuese una fachada. En cierto modo, usan sus apariencias como un capital del que disponen para tener más poder y más posibilidades de acceder a mejores estándares de vida.
2. Valoran a los demás según sus posesiones
Para las personas más materialistas, el resto de personas tienen valor en función de lo que tienen: un coche muy caro, un buen vestuario, tierras o, simplemente, dinero. Esto es así porque establecen sus prioridades de socialización atendiendo a las posibilidades de tener más activos al permanecer junto a esa gente. Por ejemplo, incluso si alguien parece no tener pertenencias, quizás se lo elige como amigo por tener contactos con gente importante.
3. Siempre buscan tener más
En teoría, quien es materialista no tiene por qué aspirar siempre a tener más cosas; simplemente, debería poner las posesiones como prioridad. Sin embargo, a la práctica, la dinámica de consumismo que predomina hoy en día en nuestra sociedad se ceba especialmente con quien cumple con este perfil psicológico.
Es por ello que las personas materialistas pueden llegar a sentir mucha ansiedad si no pueden acceder a ciertos bienes materiales. Del mismo modo, puede ser que planeen compras durante meses, de modo que en ese tiempo todo lo que se hace tenga que ver con ese objetivo. En resumidas cuentas, sus objetivos vitales giran en torno a las posesiones, dejando de lado las experiencias o el trato con los demás.
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4. Dividen a las personas en exitosas o fracasadas
Tal y como hemos visto, las personas materialistas establecen el valor de las personas según lo que tienen. Esto lo transforman en un principio general de vida en el que la riqueza o la pobreza son indicadores del éxito o del fracaso. Quien disfruta de muchos recursos es alguien exitoso, mientras que quien no tiene nada material, ni contactos (es decir, la posibilidad de tener recursos a corto y medio plazo), ha fracasado.
Así, según este punto de vista cada persona es un proyecto para enriquecerse, de modo que algunos funcionan según parámetros objetivos, mientras que otros no lo hacen.
5. Creen que la riqueza depende de las decisiones individuales y los méritos propios
De lo que hemos visto anteriormente se deriva esta otra característica de las personas materialistas: creen que lo que se tiene depende tan solo de uno mismo, a pesar de que realmente no es así (tan solo hay que ver a las posibilidades de vivir pobre toda la vida simplemente por el hecho de haber nacido en una familia de ciertas regiones del planeta).
Así pues, las personas materialistas son especialmente insensibles ante quienes tienen pocos recursos, dado que tienen una excusa para despreciarlas: no lo han intentado lo suficiente, no se lo han tomado en serio, han sido poco ambiciosas, tienen poco talento, etc.
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6. Invierten en la marca, no tanto en la utilidad
Para poder aparentar más, la lógica materialista dice que a veces conviene más invertir dinero en la marca que en la utilidad de un producto, ya que esta es fácilmente reconocible por todos y está asociada a unas ciertas sensaciones e ideas que, supuestamente, hablan sobre uno mismo.
Por supuesto, las empresas conocen este hecho, y lo aprovechan para inflar los precios, en ocasiones quedando muy por encima del gasto de producción, para explotar ese valor virtual sujeto a la querencia por la apariencia.
Curiosidad: tendencia a la depresión
Aunque no es un rasgo que pueda ser fácilmente identificado en las personas materialistas, también se sabe que estas tienen una mayor tendencia hacia la depresión. El motivo de esto, según parece, es que invierten demasiado esfuerzo en obtener todo lo que quieren poseer, haciendo de su vida algo muy estresante y con pocos momentos para desconectar y disfrutar de las pequeñas cosas.
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