Todos nos hemos cruzado con personas rencorosas a lo largo de nuestra vida. Ya sea por parte de un amigo, pareja o familiar. Estos últimos, a diferencia de los dos primeros no los elegimos, por lo que posiblemente tengamos que hacer frente a una situación compleja.
Por otro lado, es común que cuando una relación amorosa se rompa, y debido a la intensidad de los sentimientos característicos de este tipo de relaciones, aparezca un gran rencor hacia la otra persona. Al menos hasta que aceptemos la ruptura.
La diferencia entre rencor y venganza
El rencor es un tipo de daño moral, por el que nos sentimos ofendidos y queremos venganza. Surgen emociones como el odio, la ira y las ganas de hacerle pagar a la otra persona lo que nos ha hecho (o creemos que nos ha hecho).
¿Pero es lo mismo rencor y venganza? Podríamos decir que el rencor es el sentimiento de que nos han hecho daño, pero la venganza es cuando nos comportamos de manera hostil y queremos que la otra persona sufra las consecuencias de habernos hecho daño. Rencor y venganza suelen ir de la mano, aunque no siempre se materializa esta última.
Características de las personas rencorosas
¿Pero qué caracteriza a una persona rencorosa? ¿Cómo podemos reconocer a este tipo de individuos? Estos son los 10 rasgos o actitudes que caracterizan a las personas rencorosas.
1. Ni perdonan ni olvidan
Las personas rencorosas suelen decir que perdonan... pero no olvidan. En realidad, ni perdonan ni olvidan, porque si realmente perdonaran, olvidarían. El hecho de no perdonar significa que lo ocurrido sigue presente y por eso se sienten de esa manera. La mejor manera de olvidarse de algo es perdonando. Y el perdón, aunque a veces nos cueste verlo, es necesario para mantener el equilibrio emocional.
Respecto a esto, te puede interesar nuestro artículo: “El perdón: ¿debo o no debo perdonar a quien me hirió?”
2. No aprenden del pasado
Las personas rencorosas no aprenden del pasado y se quedan estancadas en los hechos que les han ocurrido. En vez de ver las malas experiencias como oportunidades para crecer, se toman todo como algo personal, lo que les imposibilita poder avanzar.
3. Piensan que ellos nunca se equivocan
Este tipo de individuos piensan que son perfectos y que ellos no cometen fallos. Son poco tolerantes y demasiado rígidos y cuando alguien no actúa como ellos quieren, suelen ser muy duros con los demás. Todos tenemos derecho a equivocarnos, es parte de la vida.
4. Todo es blanco o negro
Estos individuos se mueven en los extremos: o todo es blanco o todo es negro. En otras palabras, no hay término medio. El bueno-malo no siempre no siempre explica lo que sucede en las relaciones interpersonales, porque influyen muchas variables en nuestro comportamiento.
5. Son muy orgullosos
Como son personas intransigentes, las personas rencorosas son orgullosas también. A la mínima se lo toman como algo personal y piensan que les están atancando. Eso hace que se pongan a la defensiva e intenten mostrarse fuertes. Lo cierto es que ser un individuo orgulloso no tiene porque ser un indicador de ser una persona mentalmente fuerte, sino que es un síntoma de debilidad.
Para dejar de ser una persona orgullosa puedes leer nuestro artículo: “5 consejos para dejar de ser tan orgulloso”.
6. Siempre desean tener el control
Las personas rencorosas suelen ser personas que quieren tenerlo todo bajo control. No se sienten cómodas dialogando y no aceptan que los demás tengan su opinión y un gusto diferente. Como se ha dicho antes, son intransigentes y todo ha de encajar en su percepción de mundo perfecto.
7. Se ofenden con facilidad
Y claro, cuando esto no ocurre se ofenden con facilidad. En el fondo, el rencor es una forma de no aceptar las cosas y, de hecho, puede que incluso enmascare las propias inseguridades. El rencor no es bueno puesto que mantiene la herida abierta durante mucho tiempo. Lo mejor es aceptar y pasar página.
8. Siempre quieren tener la razón
Pero la inseguridad también va ligada al deseo tenerlo todo bajo control y de querer tener siempre la razón. Las personas inseguras temen las opiniones de los demás y no se sienten cómodas cuando son puestas a prueba por los demás. Siempre quieren tener la razón y cuando esto no ocurre no lo aceptan.
9. La vida es un drama para ellos
Cuando guardamos el rencor en el corazón la vida no es un lugar agradable, porque recuerdas constantemente lo que te han hecho y, en vez de superarlo, te recreas en ello. Las personas rencorosas suelen ser rencorosas con más de una persona y, por tanto, convierten su vida en un drama.
10. Se creen mejores que los demás
Como ya se ha dicho, el rencor puede entenderse como la no aceptación de lo ocurrido y el sentimiento de que nos han hecho daño. Pero no deja de ser la percepción sobre cómo nos han tratado. Si le quitamos hierro al asunto, difícilmente nos va a afectar. Ahora bien, si nos creemos mejor que los demás y pensamos que solo ellos hacen mal las cosas, le vamos a dar más valor del que tiene a lo que ocurrió.
Todo el mundo puede cambiar
Si conoces a alguien rencoroso o si tú mismo tienes algunos rasgos descritos, no te preocupes. Un cambio de actitud puede hacerte ver la vida de otro color y mejorar tus relaciones personales. Si ves que tienes más dificultades de las previstas para solucionar esta actitud, siempre podrás acudir a un psicoterapeuta que te pueda ayudar.
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