Sí, has leído bien, es probable que muchos de nuestros ancestros hayan muerto en su intento por ser felices. Cuando eres feliz no hay ansiedad, estás confiado y relajado, y esto en la jungla de donde provenimos suponía una desventaja frente amenazas muy reales tanto de depredadores como de enemigos. Tú y yo venimos de aquellos antepasados que supieron sobrevivir manteniendo una actitud de alerta en un mundo hostil.
Así que cuando no eres feliz, no es porque te pase algo malo, al revés, estás aquí gracias a un montón de tataratatarabuelos miedosos e infelices pero supervivientes. Por tanto, la felicidad no es algo que esté en nuestro instinto ni nuestros genes. La felicidad es una actitud vital que puede y debe entrenarse. Se puede aprender a ser feliz. Y este artículo va a ir de esto.
La filosofía de vida barata y la felicidad
Seguro que estás harto de la “filosofía de vida barata” donde te aconsejan alegremente que cuando no seas feliz sólo tienes que repetirte como un mantra estas autoafirmaciones que reprogramarán tu pobre pensamiento distorsionado y enfermizo:
- Hay que ver el vaso medio lleno y no medio vacío.
- Concéntrate no en el porqué sino en el para qué pasan las cosas (no hay mal que por bien no venga, o lo que no te mata, te vuelve más fuerte)
- Focalízate en la solución y no en el problema.
- La famosa regla 10/90: lo que te pasa es el 10% y lo que tú decides qué hacer con lo que te pasa es el 90%.
- Las circunstancias que te pasan en la vida tú eliges si las etiquetas como problemas/crisis o como retos/oportunidades de crecimiento.
- Es necesaria la existencia de los opuestos, las cosas “malas” hacen posible valorar las “buenas”.
Y, aunque estas premisas son muy ciertas, te sientes más frustrado todavía porque no funciona. No te sientes feliz. Y no es culpa tuya. Pero es que aquí hay truco: es cierto que la gente feliz piensa de este modo, pero porque es producto de un estado emocional basal que han cultivado desarrollando una manera de ser y estar en el mundo. Han transformado su mente de homínido preocupado en sobrevivir en la de un ser humano que aspira a su crecimiento personal.
Cuando tu mente pasa de estar en modo víctima para focalizarse en ser creador de su propia vida se convierte en la máquina de la felicidad. Y cuando la máquina está a pleno rendimiento, la propia inercia la mueve. Si hay pequeños desequilibrios por las vicisitudes de la vida, de manera natural volverá a su homeostasis, a reajustarse para seguir funcionando. Toda la filosofía de arriba ha pasado de ser mero conocimiento a sabiduría vital encarnada. Así que, en la fórmula de la felicidad, el orden de los factores sí altera el producto: hacer/sentir/pensar y no pensar/sentir/hacer.
PERMA: los 5 grandes pilares de vida
Y todo lo anterior nos lleva a hablar de cómo es el manual de instrucciones de esa máquina de la felicidad en que puedes convertir tu mente. Seligman, el padre de la psicología positiva estudió qué diferenciaba a las personas felices de las que no lo son. Averiguó que la gran mayoría habían sido educados en entornos que enfatizaban 5 grandes pilares de vida y acuñó el acrónimo Perma:
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P (Positive Emotions): No hay que esperar a sentirse bien para hacer cosas que nos vengan bien, al revés, hay que hacer cosas para sentirnos bien. Genera emociones positivas llevando una vida de hábitos saludables en cuanto a comer/dormir junto a gestos y/o actividades placenteras que cambien tu química interna. Por ejemplo: hacer deporte, tomar el sol, pasear, premiarse con caprichos, reírse, sexo, cantar, bailar, abrazar, un masaje, una buena comida, meditar, etc.
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E (Engament): Practica de manera consciente estados de Flow, que son esos hobbies o tareas que haces porque te gustan y no por obligación, puede ser tocar un instrumento, pintar, leer, viajar, cocinar. Es muy posible que algunas coincidan con el punto anterior (P)
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R (Relations): Cultiva las relaciones sociales saludables y que te aporten, es decir, que sientas que te ayudan a tu crecimiento personal y a mejorar tu autoestima (es mejor estar solo que mal acompañado en una relación tóxica)
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M (Meaning): Encuentra tu propósito de vida (los japoneses lo llaman Ikigai). Practica unos principios y valores coherentes con un sentido trascendental de tu existencia. Que cuando te vayas dejes el mundo mejor de lo que te encontraste. Éste es tu legado. La huella que dejes en la vida y en otros, y que permanecerá cuando tú no estés.
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A (Accomplishment): Proponte pequeños desafíos y metas personales que te dejen un sentimiento de logro que alimente tu autoestima.
Como ves, las 5 áreas son complementarias y combinables entre sí, por ejemplo, puedo proponerme el reto de hacer un deporte (A), que como todo deporte genera endorfinas (P), que además me guste (E), con el que puedo relacionarme con mis amigos (R) y dedicarme a entrenar a otros por vocación o profesión (M). Además, lo ideal es que cultivemos todas ellas, para si, por ejemplo, pierdes a una persona muy importante (R), el resto de los pilares te ayuden en el proceso de duelo.
Así que, como conclusión, tu felicidad depende de ti y sólo de ti. Nada ni nadie tiene ese poder sobre ti. Éste es un camino muy personal e intransferible. Espero que lo disfrutes y seas muy feliz.