Si estás leyendo este artículo, es posible que te sientas identificado/a con el título o conozcas a alguien a quien le representa. Puede que te sientas sobrepasado/a, agotado/a y/o vacío/a; tengas dificultades para relajarte, concentrarte y/o dormir; y tu estado de ánimo esté generalmente bajo, sintiéndote triste, frustrado/a, ansioso/a, irritado/a y/o apático/a.
Superando el desgaste mental del trabajo
El desgaste psicológico causado por el trabajo es bastante frecuente, ya que existe la creencia generalizada de que hay que soportarlo todo en el trabajo, y que no podemos hacer nada para cambiarlo. No solo se perciben sus consecuencias en el ámbito laboral, sino que afecta en otras áreas importantes de la vida, como lo son la social o la personal.
Sin embargo, no puedes dejar tu salud mental a un lado, ya que el desgaste mantenido en el tiempo puede tener graves consecuencias y desarrollar trastornos psicológicos. Para que no llegue a cronificarse o agravarse, es importante detectarlo e intervenir, así que a continuación te dejo 5 consejos para superar el desgaste psicológico causado por el trabajo.
1. Apoyate en tus compañeros y tu entorno cercano
A veces nos cuesta desahogarnos con otras personas sobre el agotamiento laboral, por miedo a ser juzgados o dar la impresión de que somos débiles por no poder soportar algo cotidiano que todo el mundo vive. En esos momentos no tenemos en cuenta que el puesto laboral de cada persona tiene sus propias características y obligaciones, de la misma manera que cada uno tiene su propia idiosincrasia.
Y es que, de las mejores cosas que puedes hacer es dejar de tragar tú solo/a y soltar esa carga mental, expresándote con personas cercanas. Prueba a hablar con tus compañeros, es muy probable que estén sufriendo en silencio como tú por los mismos motivos, así que sabrán comprenderte y empatizar contigo.
Háblalo también con personas de confianza y ajenas al trabajo, no hace falta que tengan exactamente la misma experiencia que tú para poder apoyarte, y puede que incluso también se sientan igual respecto a su propio trabajo. Si sientes que no te puedes desahogar con nadie o que no te van a entender, siempre puedes acudir a un especialista de la salud mental. Cualquier psicólogo/a te escuchará y sabrá ayudarte de la manera adecuada.
2. Pon límites en el trabajo
Por desgracia, desahogarnos no es suficiente para superar el desgaste psicológico. Sería como estar vaciando constantemente un cubo que recoge agua debajo de una gotera, pero nunca arreglarla. No, también es necesario acabar o reducir la fuente de malestar: el trabajo.
En cualquier relación, los límites son estrictamente necesarios para hacer respetar nuestro espacio y derechos, y así poder cuidar nuestra salud mental. La relación laboral no va a ser menos: tienes que poner límites a tus superiores. Cuando hay una ausencia de límites, las personas tienden a pedirnos cada vez más y a dar por hecho que pueden hacerlo porque nunca dices no.
Si no pones límites, tus jefes no se darán cuenta (o no querrán darse cuenta) de que no puedes asumir más responsabilidades y que tienen que delegar tareas a otra persona. Puede dar miedo ser asertivos con nuestros superiores, pero es necesario para asegurar nuestro bienestar y rendimiento óptimo; ya sea tu fuente de malestar un mal ambiente laboral, sobrecarga de trabajo, designación de tareas para las que no tienes formación o falta de autonomía.
3. Baja las expectativas y la perfección
Puede que tus jefes no sean los únicos que tienen una expectativas exageradas puestas sobre ti, sino que tú mismo/a seas quién te exiges tanto o creas que tienes poder afrontar todo lo que te asignen. Marcarte metas u objetivos por encima de tus capacidades o demasiado lejanos causan frustración y desesperanza por no poder cumplirlos.
Por ello, es importante que te plantees metas realistas, y desglosar los objetivos a largo plazo en pequeñas metas que te sirvan como los pasos a seguir para conseguir el objetivo mayor. Esto te aportará satisfacción y confianza en tus propias capacidades para poder seguir avanzando.
Ten en cuenta también que es mejor hacer un trabajo en condiciones adecuadas que hacer la mitad en perfectas condiciones. Céntrate en terminar los objetivos más prioritarios, no en hacerlos con alta calidad o distraerte en arreglar detalles mínimos de otras tareas, para poder mejorar tu eficiencia. Baja tu nivel de perfeccionismo, y subirá tu rendimiento y satisfacción laboral.
4. Busca otro empleo mientras sigues trabajando ahí
Si ya estás intentando cumplir los consejos anteriores, pero no consigues superar el desgaste psicológico o no te están permitiendo conseguirlos, puede que haya poco que te estén dejando hacer para cuidar tu salud mental en el ámbito laboral. Por eso te recomiendo, como última opción, que te plantees buscar un nuevo trabajo en el que te respeten y prioricen tu bienestar.
Como la mayoría de las personas necesitamos un trabajo para subsistir, te sugiero que hagas la búsqueda sin abandonar tu empleo actual y así no perder la estabilidad. De hecho, hasta que no consigas el nuevo trabajo, no renuncies al otro. Puedes buscar trabajo en tu mismo sector profesional, o plantearte opciones nuevas para las que tengas formación o las habilidades necesarias.
5. No trabajes fuera del horario laboral y desconecta
Lo más importante, sin lugar a dudas, es no trabajar fuera del horario laboral. No te pueden obligar en el trabajo a hacer estas funciones fuera del horario laboral, estás amparado por ley ya que es un derecho fundamental del trabajador. Para ello, tienes que desconectar física y digitalmente en tu tiempo de descanso, es decir, no responder mensajes, correos, ni llamadas relacionadas con el trabajo, ni mucho menos realizar tareas laborales durante:
- Los descansos dentro del horario de trabajo
- Cuando acabe tu jornada laboral
- Los fines de semana y días festivos
- Vacaciones
- Excedencias y bajas
Durante este tiempo, es relevante que tu descanso sea lo suficiente y de calidad. Esto implica dormir las horas recomendadas y dedicarte tiempo a ti mismo/a y a tus seres queridos. Puedes practicar tus hobbies favoritos, probar algunos nuevos, salir a la calle o irte de viaje o pequeñas escapadas. Necesitas hacer actividades agradables para poder resetear tu mente, así que sea lo que sea que hagas, escoge algo que te permita despejarte mentalmente y disfrutar.