El aprendizaje es el proceso mediante el cual el organismo incorpora nuevos conocimientos o habilidades a su repertorio por medio de la experiencia. Es la vía por la cual adquirimos, generalizamos, contextualizamos o variamos nuestra conducta y nuestra manera de ver la realidad.
Han sido múltiples las teorías y corrientes de pensamiento que han tratado el proceso de aprendizaje, surgiendo distintos paradigmas que se han ido contraponiendo a lo largo de la historia. Dos de las más reconocidas han sido y siguen siendo el conductismo y el constructivismo.
Conductismo: el aprendizaje como asociación
El conductismo es uno de los paradigmas de la psicología más conocidos y que más se ha expandido a lo largo de la historia, habiendo tenido una notable influencia en diversas dimensiones de la psicología como la clínica y la educativa.
Nacido en un momento de la historia en que predominaban corrientes basadas en supuestos teóricos no comprobables, el conductismo nació como un intento de basar el conocimiento del comportamiento humano en criterios empíricos contrastables experimentalmente.
Esta corriente explica el comportamiento a partir del aprendizaje de patrones conductuales derivados de la asociación entre los diferentes estímulos posibles, en que elementos que por sí mismos generan un daño o un bienestar son vinculados con otros al estar en contacto en el espacio y el tiempo, llegando a adquirir éstos últimos las características del primero y provocando en el organismo las mismas reacciones. Posteriormente, el individuo puede llegar a generalizar dichas asociaciones a estímulos y situaciones semejantes.
El conductismo intenta pues trabajar a partir de variables totalmente objetivas, con lo que su metodología se basa en la recogida de información de experimentos en los que tanto los estímulos como la respuesta sean directamente evidenciables como información fisiológica o incluso la observación.
A lo largo de la historia de la Psicología son numerosos los autores que trabajaron en este corriente o que le dieron origen, siendo algunos de los principales Pavlov, Skinner o Watson.
El modelo conductista
El conductismo mantiene un punto de vista estrictamente mecanicista y propone que la conducta se rige por leyes claras e invariables. Se considera que el ambiente es el único responsable de la conducta humana o animal, dejando al individuo como un ente totalmente pasivo que recibe la información del medio y que aprende a actuar asociando estas informaciones o estímulos con respuestas adaptativas.
La mente, aunque se reconoce que forma parte del proceso de aprendizaje, es vista como un elemento inaccesible que no se puede llegar a conocer. Los elementos principales a tener en cuenta son los estímulos, las respuestas, la asociación entre ambos y los posibles refuerzos o castigos derivados de la conducta finalmente realizada.
En el conductismo clásico se considera que en la adquisición de conocimientos y conductas el sujeto va a ser un ente pasivo y reactivo, captando la estimulación y vinculando ésta a lo apetitivo o aversivo para terminar respondiendo en consecuencia a ello. El aprendizaje se adquiere a través de la repetición de las asociaciones entre estímulos, con lo que el enfoque en lo educativo se va a basar en el entrenamiento y memorización repetitiva.
En lo referente al mundo de la educación, el maestro o educador tiene un papel de gran importancia, al ser quien proporciona la información a través del uso de refuerzos o evitación de castigos. Se considera que un aprendizaje está establecido cuando las respuestas dadas por el individuo son las consideradas correctas a la estimulación dada por el entorno, habiéndose habituado a darla ante los estímulos apropiados.
Constructivismo: aprender como creación de significado
A pesar de que muchas de que el conductismo se basa en datos empíricos, la mera asociación no basta para explicar cómo se produce el aprendizaje y otros fenómenos como la importancia de las creencias, motivaciones y emociones en la adquisición de conocimientos, siendo los procesos mentales de los individuos obviados. Esto cambiaría con la llegada del cognitivismo, que se centraría en analizar el procesamiento de la información, y con el tiempo del constructivismo como una manera diferente de entender el aprendizaje.
El constructivismo observa el aprendizaje como un proceso de adquisición y consolidación de información basado en los procesos mentales del aprendiz. El sujeto es un elemento activo en este proceso, anexionando información o modificando sus esquemas mentales en base a las experiencias que viva, intentando dar al mundo que le rodea un significado. Tal y como puede entreverse en su nombre, para esta corriente teórica el aprendizaje se logra ante la construcción y reconstrucción de estructuras cuyos cimientos son los conocimientos previos, y cuyo elemento de unión con los nuevos conocimientos es la capacidad de dotarles de un sentido dentro del sistema.
Así, si se aprende no es simplemente porque se adquiera una información externa, sino porque a partir de examinar las características de lo nuevo se va a extraer un significado propio de dicha información. Posteriormente lo aprendido, qué será lo que se ha comprendido y a lo que se le ha podido dotar de significado, podrá ser generalizado si se
Además a la hora aprender no existen leyes únicas, sino que se han de tener en cuenta aspectos como las capacidades, el nivel de atención y el deseo de aprender de la persona o ente que aprende, así como que el material a aprender debe ser adaptativo y útil para el sujeto en cuestión.
El papel del contexto en el constructivismo
Para esta corriente el ambiente y los estímulos son en efecto importantes, pero se considera que lo primordial es la interacción entre las variables externas e internas de la persona. En situaciones de aprendizaje se tiene en cuenta lo que se viene a conocer como triángulo interactivo, que se refiere a la interacción mantenida entre las características del aprendiz, el material a aprender y la persona o cosa que transmite la información. Estos tres elementos se van a afectar mutuamente y van a permitir o no la adquisición del material de un modo significativo por parte del que aprende.
El papel del instructor no es directivo, sino que debe facilitar una guía para que el aprendiz sea capaz de extraer sus propias conclusiones de la realidad. Dicha guía ejercida contribuye a que el aprendizaje genere un significado compartido y adaptativo para con el medio. Se deben facilitar las ayudas pertinentes y ajustadas a cada caso de manera que quien adquiere conocimiento pueda empezar a hacerlo y según empieza a dominar el material estas se han de ir retirando (en un proceso denominado andamiaje). De este modo el individuo puede alcanzar su máximo potencial posible, yendo más allá de lo que puede aprender por sí mismo gracias a la dotación de ayudas externas.
En la actualidad el constructivismo es la corriente teórica predominante en lo que a práctica pedagógica se refiere, teniendo como base autores como Piaget y especialmente Vygotsky.
Principales diferencias
Como se ha podido ver anteriormente, existen múltiples aspectos en que ambas teorías difieren. Algunos de los más remarcables son los siguientes.
1. Rol activo o pasivo
Una de las diferencias principales es que mientras que el conductismo ve al individuo como un ente pasivo a la hora de adquirir conocimientos, el constructivismo considera que de hecho lo primordial a la hora de aprender es la actividad del sujeto.
2. La importancia de la interacción
Relacionado con lo anterior, mientras que para el conductismo lo más relevante para el aprendizaje es el entorno o ambiente como conjunto de estímulos a los que el sujeto tiene acceso para el constructivismo todos los componentes del proceso y no solo lo aprendible son necesarios, siendo la interacción entre persona y ambiente lo que produce el aprendizaje.
3. Diferentes metodologías
Para el conductismo el objetivo de aprender es producir una modificación observable de la conducta, mientras que el constructivismo considera que el logro a acometer es crear nuevos significados sean éstos observables directamente o no.
4. El papel del educador
También divergen en que mientras que para el constructivismo el papel del educador o transmisor de información es el de guía y soporte para el conductismo el rol debe ser jerárquico y directivo.
5. Diferencias a la hora de enseñar
El método para aprender también va a ser diferente: para el conductismo lo ideal es la repetición continuada de la asociación entre estímulos, produciendo un aprendizaje más memorístico, mientras que el constructivismo se basa en crear significados a partir de la unión entre lo viejo y lo nuevo haciendo el aprendizaje significativo para quien lo realiza.
Puntos en común entre ambas perspectivas
Aunque conductismo y constructivismo tienen muchos elementos que las diferencian entre sí, comparten algunos aspectos en común.
En ambas corrientes de pensamiento se ve la conducta como producto del aprendizaje realizado a lo largo de la vida, centrando su metodología en prácticas que contribuyen a la adquisición y mejora de las capacidades adaptativas de los individuos.
Asimismo, debido a la importancia que tiene tanto para conductismo como cognitivismo el aprendizaje, ambos paradigmas se han aplicado a nivel práctico en el mundo de la educación y el entrenamiento de habilidades y conocimientos.
Por último, en los dos casos se trabaja a partir de datos y constructos basados en datos empíricos apoyados por la experiencia.
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