Una pregunta frecuente que se realizan las personas que, de un modo u otro, tienen contacto con el ámbito de la psicología, es acerca de las diferencias entre el Coaching y la Psicología.
O, lo que es lo mismo, se preguntan acerca de la diferencia en la base teórica, los roles y los métodos que emplean ambos profesionales, psicólogos y coaches.
Diferencias entre psicología y coaching
Para empezar, cabría preguntarse algo básico: ¿cómo se define el Coaching y en qué se basa? Y de igual modo, ¿cuáles son las características que hacen que ambas disciplinas sean muy diferentes en sus planteamientos?
Profundizando en ambas disciplinas
Empecemos por el principio. El coach (es decir, el profesional del Coaching) es un experto en habilidades comunicativas que busca que su cliente o coachee sea capaz de descubrir sus objetivos en la vida. El coach se encarga de acompañar al cliente y hacer todo lo necesario para que estos compromisos y metas sean alcanzadas.
Como vemos, el Coaching es una metodología técnica que aplica conceptos y bases teóricas de la psicología a casos concretos y adaptándolos a los requerimientos del cliente. Sin embargo, el concepto de Coaching ha logrado constituirse como una labor profesional no necesariamente vinculada con las personas que han estudiado a fondo la conducta y los procesos mentales; esto es, los psicólogos.
Esta desvinculación del Coaching respecto a la psicología ha permitido que personas que no tienen estudios fundamentales sobre la conducta y las técnicas propias de la psicología ofrezcan servicios de Coaching sin más validación que algunos cursos privados de formación.
La psicología como garantía
Un psicólogo, por su parte, es alguien que ha estudiado durante años y de forma rigurosa y sistemática todas las cuestiones relacionadas con la psique humana, el desarrollo de aptitudes, y las técnicas y métodos que permiten que una persona mejore en su ámbito y pueda lograr sus objetivos personales y profesionales. Además de su formación universitaria reglada, el psicólogo debe formar parte de un colegio oficial profesional, aceptando así unas consignas éticas y deontológicas comunes para todos los profesionales del sector, hecho que garantiza al cliente la seriedad y confianza en el servicio que se le prestará.
El psicólogo tiene una formación específica sobre las técnicas comunicativas y de entrevista, además de mayores conocimientos acerca de los procesos psicológicos, hecho que le permite ser un mejor intérprete de la personalidad del cliente y de su casuística psicosocial y/o laboral.
Todavía existen más motivos para confiar en un psicólogo en vez de en un coach sin estudios de psicología. El psicólogo tiene en su haber varios enfoques metodológicos y distintas técnicas con las que tratar al cliente, dependiendo de su personalidad o sus objetivos. Puede aconsejar y dar pautas de actuación, entrenar distintas capacidades, y en definitiva puede intervenir directamente sobre las necesidades del cliente.
Los coaches no psicólogos siguen una metodología distinta que se basa en sugerir y posibilitar la vida del cliente a partir de la conversación y el método socrático, pero no puede intervenir directamente puesto que no está facultado ni dispone de los recursos para ello.
Coaching que se promociona como algo que no es
Muchos profesionales de la psicología se quejan de la manera cómo se promocionan los profesionales del Coaching sin estudios universitarios. El Coaching, al no regirse por ningún colegio profesional que garantice la buena praxis de sus colegiados, tiene absoluta libertad para usar cuestionables métodos de promoción y marketing, y pueden aplicar tarifas desmesuradas que no se corresponden con la calidad del servicio ni con la preparación del coach.
Por tanto, si lo que buscas es un servicio de calidad y que puede adaptarse a tus necesidades y objetivos, es preferible que contactes con un profesional de la psicología que, además, tengo conocimientos de Coaching.