Estamos tan acostumbrados a actuar o cambiar la forma de cómo hacemos las cosas, cuando en nuestra vida algo colapsa o nos sentimos sobre-exigidos. Cuando las cosas desbordan queremos que las cosas cambien y en general no registramos, ni sabemos cómo llegamos a estar así.
Desde pequeños, los seres humanos estamos insertados en escuela y sociedades que nos invita a seguir obligaciones y que cada día sea estructurado en lo que se espera que hagamos. Si bien es muy importante y útil para que nos insertemos socialmente y nos desarrollemos laboralmente en el futuro, queda totalmente por fuera en la mayoría de familias hacer un lugar en la diaria a hábitos conscientes que generen estados de ánimo favorables.
¿Por qué son tan importantes los hábitos saludables?
De los aprendizajes más lindos en mi vida fue el de incorporar en mi diaria de a poco y de forma voluntaria actividades y momentos que luego impactan de forma sostenida en mi estado anímico. Yo al menos crecí en un entorno donde se suponía que no había lugar para eso, que uno debía seguir responsabilidades y así era el día a día.
Los momentos de “disfrute” estaban destinados únicamente para cuando a uno le sobraba tiempo. Si bien era funcional porque cumplía con todo lo exterior, en lo personal mi vida no estaba alineada a lo que son mis valores a largo plazo. ¿Cómo puede ser que cumplir con las obligaciones sea la mayor parte de nuestras vidas? Vivir como si tuviésemos mil vidas, sin poner también en prioridad todo lo que haga bien al ser que vive en cada uno de nosotros.
Igualmente en el camino de la vida adulta hacerme estas preguntas también me llevó a decirme si no era demasiado soñadora por lo que quería. La gente a veces ve la vida de otros que disfrutan y dice: que suerte la vida de ellos o esa persona porque puede y le sobra tiempo!
La realidad es que no es así, no es suerte, ni algo inalcanzable. Requiere mucho valor atender esa voz interior que no se siente feliz. Esa voz que quizá vos estés leyendo y entiendas que quiere algo más, que si bien es super responsable con el mundo, también quiere serlo consigo misma. Si hoy estas palabras te suenan, no es un problema. Esas emociones son una señal, que vos también queres cambiar.
Te propongo empezar a incorporar en tus días hábitos saludables, que no solo van a impactar en tu estado anímico, también te volverán más productivo. Paradójicamente hacer algo que disfrutes, no te va a quitar más energía pensandolo que es insumir más tiempo, sino todo lo contrario te va a ayudar a que todo lo que venís haciendo lo puedas hacer con un estado anímico mas elevado.
Rutinas para un cambio positivo
Las rutinas ayudan también a incrementar tu confianza, porque tener control sobre algo en tu vida y cumplirlo incide en la imagen y pensamientos que tenés sobre vos mismo. Te comparto algunas ideas de hábitos saludables para incorporar en tus rutinas:
- Meditar
- Agradecer
- Ejercitar
- Contacto con la naturaleza
- Agradecer 3 cosas que valoras de tu vida
- Aprender algo nuevo
- Leer
- Fomentar un entorno agradable
La buena calidad de vida se construye. La disciplina es una habilidad que podés desarrollar sin importar cómo haya sido tu vida hasta ahora. Te invito a que seas amable, y entiendas que cualquier cosa nueva que quieras incorporar va a llevar su tiempo y probablemente no sea un camino perfecto.
Así como un bebé cuando está aprendiendo a caminar primero gatea, luego da pequeños pasos y se suele caer muchas veces hasta que logra tener el hábito incorporado; lo mismo nos sucede a nosotros cuando queremos adquirir hábitos nuevos. Es importante ponerse metas realistas, si hoy todas las responsabilidades en tu vida te insumen mucho empezar proponiendo actividades de pocos minutos que puedas sostener. Te animo a vivir la vida que te haga sentir orgulloso, y valorar el tiempo.