¿Cuántas veces habrás participado o te habrás sumergido directa o indirectamente en juegos psicológicos?
Te aseguro que muchas, y en ninguna habrás encontrado un buen final. Puedes ser consciente que a menudo caes en las mismas situaciones obteniendo las mismas respuestas, pero seguramente eres completamente inconsciente de por qué te sucede esto.
¿Qué son los juegos psicológicos?
Dos no juegan si uno no quiere.
Eric Berne, psiquiatra y fundador de la teoría del Análisis Transaccional (A.T.) explicó los juegos psicológicos como una forma disfuncional de comunicación utilizada para cubrir necesidades de atención, reconocimiento y afecto hacía la propia persona, aunque siempre de forma negativa. Hablamos de juegos en modo de no diversión, es decir, en estos siempre se pierde, lo que conlleva tras de sí un costo emocional enorme, tanto para quien los inicia como para quien se une o participa en ellos.
En este tipo de incomunicación se usan artilugios para manipular y persuadir al receptor, de manera inconsciente la mayoría de las veces, pero usadas de forma repetitiva hasta que aparece el resentimiento y el fracaso interpersonal.
¿Cómo se juega?
En cualquier juego psicológico existe una acción sistemática, es decir, se empieza en el Cebo, que es la jugada que efectúa el primer jugador y seguidamente se presencia una reacción de continuidad si la otra persona decide participar. Cabe tener en cuenta que el primer jugador siempre gana. Para entender de manera más clara como se establecen estos juegos podemos recurrir a un práctico ejemplo con el uso del juego: “sí, pero…”
Persona A: Tengo muchos problemas en mi relación, si seguimos así no sé como acabaremos…
Persona B: ¿Por qué no os separáis?
Persona A: Si, pero si nos separamos ¿cómo nos repartiremos la custodia de los niños?
Persona B: Podéis llegar a un acuerdo y quedártela tú. Por horarios te lo puedes combinar mejor.
Persona A: Sí, pero tengo 3 hijos, yo sola no seré capaz de llevarlo todo como debería.
Persona B: Puedes buscar a alguien que te ayude…
Persona A: Sí, pero seria un gasto económico que no me podría permitir
Persona B: “Silencio”
Este silencio ofrecido por la persona B es el resultado de la victoria de quien inicia el juego. Pero aún así, la persona A podría rematar la jugada agregando “lo ves, no puedo separarme” En este caso vemos como la Persona A se ha unido al juego después de escuchar el primer si, pero… ha introducido en este momento el nuevo rol de “Sólo trato de ayudarte”
Tipos de juegos psicológicos
Los juegos psicológicos son variados, Berne los clasifica según temas y escenarios, pero podemos destacar desde juegos de poder, hasta sexuales o de pareja entre otros. Los más destacados siempre se sitúan en escenarios maritales, de vida, de reunión o de consultorio.
En este caso podemos destacar el triángulo dramático de Karpman aportado por R. Kertész para destacar el cambio de roles teóricos que pueden seguir dos o más personas en el transcurso de los juegos, en este caso los roles de perseguidor, salvador y víctima darán lugar a personajes del tipo “Sí, pero...” “Explícame tus penas” o “Todo me sale mal”, consecutivamente.
Objetivos y fines de los juegos psicológicos
Según E. Berne los tres principales motivos por los que una persona se involucra inconscientemente en estos juegos son lo siguientes:
- Para protegerse contra el miedo a ser desenmascarado y que se exponga así el verdadero “yo”
- Para evitar la incomodidad que puede propiciar la intimidad
- Para procurar que los otros hagan lo que quieren hacer
Estos son los principales motivos expuestos por el autor, pero de manera general podríamos decir que se emplean con la finalidad de manipular a los demás en lugar de establecer relaciones sanas y para demostrar que se es de determinada forma frente a los demás.
La realidad es que el uso de estos juegos es aprendido en edades tempranas y después se repiten sistemáticamente durante toda la vida de la persona, hasta que ésta se hace consciente de su uso e intenta ponerle remedio si observa que estos actos están frenando y perjudicando su vida. La mayoría de los juegos destruyen la verdadera personalidad y aumentan la vulnerabilidad de la persona, afectan a la mayoría de áreas de la vida, consumen energía y provocan unos niveles de frustración realmente altos, así como el establecimiento de relaciones insanas y degradadas, aportando básicamente descontento y situaciones conflictivas para el individuo.
¿Cómo detectar cuando estamos ante un juego psicológico?
Pues francamente si permanecemos atentos no resultará difícil descubrir los primeros indicios de estos juegos, sin embargo puedes aplicar distintas preguntas para identificarlos más fácilmente.
- ¿Cómo empieza el juego?
- ¿Cómo sigue?
- ¿Qué respuestas consigues?
- ¿Cómo te sientes?
- ¿Cómo termina la situación?
Una vez aplicadas estas preguntas podemos buscar conductas alternativas para prevenir o evitar caer en estos juegos. Siempre que seamos conscientes de la existencia de determinados comportamientos nos resultará más sencillo orientarnos hacía una situación distinta y evitar ciertos errores.
¿Cómo limitar y poner freno a este tipo de juegos?
Desde el punto de vista psicológico, romper estos juegos es el primer paso para vencer resistencias y obtener situaciones y relaciones sanas y directas con los demás.
- Debemos conocer la dinámica y el funcionamiento de los juegos para prevenirlos y detenerlos
- Reflexionar sobre los beneficios de seguir jugando al juego o de frenarlo
- Pensar en alternativas para cubrir carencias y necesidades personales
- Buscar mecanismos y herramientas para utilizar en el momento que alguien nos involucre en algún juego
Algunos juegos a tener en cuenta
“¿Por qué no…? Sí, pero…”
Finalidad: La persona busca ser tranquilizada des de una perspectiva de niño, cercando la posición del padre
“Se lo voy a demostrar” o “ Lo mío es mejor”
Finalidad: Competitividad para buscar el triunfo final
“Vamos a pelear tú y él”
Finalidad: El protagonista busca que peleen otros sin intervenir él, satisfaciendo así su postura psicológica
“Mira lo que me has obligado a hacer”
Finalidad: Evitar la responsabilidad mediante la justificación y el “yo no tengo culpa”
“¿Cómo se sale de esta situación?”
Finalidad: La persona se involucra en situaciones difíciles o complicadas para poder ser salvada
Algunas conclusiones...
En definitiva, a través de los juegos psicológicos se busca, mediante transacciones entre el padre, el adulto y el niño representados en el análisis transaccional, evidenciar los puntos débiles del otro para conseguir un beneficio final, el cual nunca es conseguido de manera positiva.
El juego mismo siempre es un riesgo para el jugador
—Gadamer, 1970:149
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