Procastinar es postergar, dejar para después aquellas tareas que no nos apetecen o que nos desagradan, pero que son importantes. Es encontrar siempre algo mejor que hacer o no hacer para evitar hacer aquello que no queremos hacer.
Cuántas veces no hemos cogido el móvil antes de hacer una tarea o hemos dicho: "¡mañana lo hago!" La realidad es que postergar hace que todo cueste más a la hora de ponernos, que lo hagamos con desgana o que tengamos aquello que sentimos que debemos hacer todo el rato metido en nuestros pensamientos, por no hablar de las veces que se está al límite y hay que hacerlo deprisa y mal. Y cuanto más postergamos, más nos cuesta, esta es la realidad.
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La tentación de postergar constantemente
Está bien priorizar, hay ocasiones en las que tenemos muchas tareas y decidimos las que creemos más importantes para hacerlas primero, pero priorizar y procastinar no es lo mismo. ¿Qué sucede cuanto procastinar se convierte en un hábito? En muchas ocasiones este hábito se convierte en un problema que puede afectar a nuestro trabajo y a nuestra vida personal y social.
¿Qué gano si no postergo lo que tengo que hacer? Esta es la pregunta que no solemos hacernos. Pues bien, ganamos tiempo, tranquilidad y bienestar psicológico, porque nada sienta mejor que ver el resultado de un esfuerzo bien ejecutado.
Pero... ¿Por qué procrastinamos? Hay diferentes causas para la procastinación. La más común es la falta de motivación, quizás esa tarea no nos atrae o no la consideramos importantes. Muchas veces no hacemos cosas porque no sabemos cómo hacerlas y nos da miedo enfrentarnos a esa situación o no hacerlo bien. En otras ocasiones la procastinación tiene más que ver con el autoconcepto o la idea que tengamos de nosotros mismos en relación con esa tarea, esto o aquello no se me da bien y enfrentarme a ello supone enfrentarme a una parte de mí que no me gusta o que me da miedo.
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Consejos ante la procrastinación
Hoy propongo algunas ideas que pueden resultar de ayuda en esos momentos en los que la tarea parece que pesa y no tenemos mucha motivación para ponernos con ella.
1. Cuando hayas decido que vas a hacer algo, decídelo de verdad.
Planifica cómo y cuándo y comunica tu decisión a otra persona u otras personas para hacer más fuerte ese compromiso.
2. Identifica qué haces cuando procastinas
Quizás miras el móvil, te enredas en alguna de las redes sociales, pones alguna serie o película… Si consigues identificar qué es lo que utilizas para procastinar y consigues evitar hacerlo o tenerlo delante estarás más cerca de conseguirlo.
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3. Divide la tarea grande en pequeñas tareas
Cuando vemos el todo, la sensación puede ser abrumadora, pero si conseguimos dividir la tarea en pequeñas tareas, la sensación de agobio disminuye y aumenta tu sensación de capacidad para conseguirla y también tu motivación.
4. Aguanta los dos primeros minutos
Estos suelen ser los más complicados, pero si aguantas en la concentración de la tarea durante este primer momento todo será más sencillo y verás que puedes conseguirlo. Si he aguantado dos minutos... ¿Por qué no cinco más?
5. Haz un break esas pequeñas tareas si lo necesitas
El agotamiento no es amigo de los buenos resultados y podrás coger fuerzas para la siguiente tarea.
6. Refuerza lo que has conseguido
Si al acabar la tarea te das un pequeño premio, te animas a ti mismo o quizás buscas algo que hacer que te complazca más el esfuerzo habrá merecido la pena y tu motivación hacia ella será mayor la próxima vez.
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7. Valora tus avances
Al acabar pregúntate y observa cómo te sientes al haber logrado algo que en un principio pensabas que no podías hacer o sentías que no tenías ganas.
María Paz Holguín Pérez
María Paz Holguín Pérez
Psicóloga
Ya sabes, dicen que todo es empezar y descubrirás que tienes más tiempo libre, más tranquilidad mental, que eres más capaz de lo que crees y encontrarás maneras de sentirte mejor contigo mismo y con lo que te rodea.