Todos queremos gozar de relaciones profundas, donde la sinceridad, el respeto, el cariño, los pequeños y grandes detalles y otras tantas cualidades están presentes. Ya sea con un familiar, con una pareja o, especialmente, con un amigo, queremos sentir que hay una persona que nos entiende, que nos conoce en profundidad.
Sea cual sea el tipo de relación que tengamos con otra persona, es fundamental saber que lo que en un momento llegó a ser muy profundo e íntimo puede dejar de serlo por el mero paso del tiempo. A veces las relaciones se enfrían, y llega un momento en el que da cierto corte tratar de recuperar el contacto.
Saber cómo crear relaciones más profundas desde un principio es una buena forma de evitar perderlas, y es esto lo que vamos a averiguar en este artículo. Sigue leyendo para descubrirlo.
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La impotancia de crear relaciones profundas
La realidad de las relaciones interpersonales demuestra que el ser humano necesita de otras personas en tanto que es un animal gregario. Ambos tipos de relaciones tratan sobre la gran necesidad de las personas de estar cerca de otras personas y compartir nuestra vida y experiencias con ellas. Todo el mundo desea tener relaciones de amistad y de pareja significativas, duraderas en el tiempo y satisfactorias. Se desea tener relaciones que alcancen tal grado de sinceridad e intimidad que se vuelvan muy profundas.
Las parejas pueden ser muy valoradas, pero los amigos lo suelen ser más. Suena duro decirlo, pero las parejas vienen y van, mientras que los amigos, si son bien cuidados, pueden ser para siempre pero, claro, se necesita poner cierto esfuerzo. Por muy amigo que sea y por mucha confianza que tengamos con alguien, si no lo demostramos ni mimamos la relación es cuestión de tiempo que se acabe enfriando. No es necesario que haya una pelea o un malentendido para perder una amistad, simplemente basta con dejar que la dejadez y el descuido tomen el control.
Nadie quiere perder amigos y, aunque exista la creencia popular de que es cuestión de tiempo que se pierda alguno, lo cierto es que esto no quiere decir que sea inevitable. Si construimos con nuestras amistades relaciones profundas, las posibilidades de que la relación se corte se reducen. Y es eso precisamente lo que vamos a descubrir en los siguientes párrafos.
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Consejos para crear relaciones más profundas
Toda persona dispone de las habilidades para crear relaciones más profundas, lo único que necesita es saber cuáles son y ponerlas en práctica. Crear relaciones de amistad, aplicable también al ámbito de la pareja, es algo relativamente sencillo, aunque es cierto que a algunas personas les puede costar más que otras. A continuación vamos a ver unas cuantas recomendaciones que nos servirán para crear relaciones más profundas, mayormente aplicables al ámbito de las amistades pero también extrapolable al caso de las parejas y, por qué no, al de la familia.
1. Mostrar respeto siempre
El respeto físico y verbal es una condición fundamental para establecer una relación sana. Esta es una premisa que no debe violarse porque, de lo contrario, se generará un ambiente caldo de cultivo para que prolifere la toxicidad.
En las relaciones de amistad y pareja profundas, fuertes y respetuosas se muestra respeto. Lo contrario, por ejemplo pegar gritos, insultos, ofenderse o incluso agredirse físicamente es lo peor que se puede hacer no solo con un amigo o pareja, sino con cualquier persona.
En las relaciones profundas y maduras, si hay algún malentendido o conflicto, este se soluciona hablando. Y si eso no es posible, quizás no valga mucho la pena continuar con esa relación.
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2. Ser sincero
No hay una muestra más fiable de lo profunda que es una relación que la sinceridad. Esta es una condición natural en toda relación, de amistad, pareja o familiar, que se considere fuerte. Si queremos adquirir cierta profundidad en nuestra relación con otra persona es fundamental que seamos honestos al hablar sobre nuestros intereses, perspectivas, gustos, deseos y metas.
También hay que ser sincero con respecto aquello que nos incomoda, lo que no nos gusta de la otra persona o de algo que ha hecho, pero siempre siendo respetuoso y sin ofenderle. Si esa persona vale la pena y merece estar en nuestras vidas, no se molestará ni nos recriminará lo que le hayamos dicho.
Pero ser sincero con el otro es también asumir que el otro tiene derecho a serlo. Nuestro amigo, familiar o pareja deberá tener la posibilidad de mostrar su mundo interior sin miedo a que lo critiquemos. De la misma manera que nosotros podemos confesarle aquello que nos incordia de él o ella, esa persona puede hacer lo mismo, y debemos respetarlo. La sinceridad es decir lo que verdaderamente se siente, sea positivo o no tanto.
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3. Ser generoso y cariñoso
En toda relación de amistad y pareja fuerte y profunda es común que las dos partes se entreguen a la otra. Ambas personas manifiestan su afecto por el otro mediante todo tipo de detalles, gestos de cariño y muestras de generosidad.
El amor nunca es demasiado, y por eso hay que ser generoso en este aspecto, dando todo lo que podamos. Cuanto más generosos seamos, más profunda será la relación, durando en el tiempo.
En las amistades profundas los dos tienen el deseo sincero de querer dar lo mejor de cada uno hacia la otra persona.
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4. Escuchar activamente
La escucha activa es fundamental si se quiere disfrutar de una relación profunda. Escuchar activamente implica prestar atención concienzudamente hacia lo que el otro nos tiene que decir, sin interrumpirle para que nos cuente todo lo que le acontece de forma genuina.
Antes de dar un punto de vista, es necesario saber qué es lo que le pasa, qué siente, qué quiere y qué necesita de nosotros para ayudarle. Cuanto más escuchemos a nuestro amigo o pareja, más nos escuchará él o ella cuando nosotros seamos los que necesitan hablar.
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5. Saber priorizar nuestra relación
Una buena forma de conseguir que una relación se vuelva cada vez más profunda es dedicarle tiempo y hacer que esta sea una prioridad en nuestra vida. Pero hay que buscar el equilibrio, pues tampoco es plan de darle todo nuestro tiempo y atención a un amigo, pareja o familiar. Hay otras tantas personas en nuestra vida, y no solo eso, también tenemos otras áreas vitales como los estudios, el trabajo, nuestras aficiones…
En las relaciones de amistad fuertes y profundas, ambas partes se tienen como una de las prioridades en la vida del otro, pero también respetando el hecho de que cada persona tiene otras prioridades que no puede dejar de lado por una sola persona.
6. Evitar los sentimientos tóxicos
No hay nada que dificulte más la formación de una relación de confianza y respeto que los sentimientos tóxicos como la envidia, los celos y las actitudes negativas. Es cierto que todos somos humanos y no podemos evitar sentir estas emociones de vez en cuando, pero si las experimentamos cada dos por tres con nuestros amigos, parejas y familiares, sin hacer nada por evitarlo, estas relaciones se verán severamente dañadas.
Si queremos disfrutar de una relación profunda, nuestros amigos nos querrán ver felices y nosotros a ellos, haciendo lo necesario para compartir y aumentar los sentimientos positivos. Nadie tiene amigos para estar amargado o en conflicto con él o ella, por eso los celos y otros malos rollos no tienen cabida en nuestras relaciones si queremos que se conviertan en profundas.
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7. Respetar el espacio del otro
No se debe entender a las amistades profundas como relaciones en las que los dos amigos están constantemente pegados el uno al otro. Para que una relación sea profunda, de confianza y sincera es necesario estar ahí para el otro, pero también que se respete el deseo de intimidad de cada uno.
Las relaciones de amistad sólidas mantienen una distancia prudencial cuando no es necesario estar el uno encima del otro. Por muy íntima que sea la relación entre dos personas, estas son también dos individuos que requieren de su propio espacio.
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8. Cuidar los detalles para tener relaciones de amistad verdaderas
Por último, cabe comentar que para fortalecer la relación y que sea más íntima y profunda no hay que olvidarse de los pequeños detalles. Como hemos dicho, no solo el paso del tiempo sino también la dejadez pueden hacer que una relación se vuelva cada vez más superficial y que acabe perdiéndose.
No son pocas las veces que dos personas que antes eran muy buenas amigas ahora se vean como completos desconocidos por el simple hecho de que perdieron el contacto, fueron haciendo sus vidas por separado y ya no saben nada el uno del otro. Por eso, hay que cuidar los detalles, sobre todo cuando no se puede quedar en persona o cuando uno está demasiado ocupado como para verse.
Hay diferentes formas de demostrar interés por una amistad. Una llamada semanal, una felicitación de Navidad, enviarle un regalo el día de su cumpleaños… pequeños actos como estos hacen que la relación siga viva, que no se desvanezca. De lo contrario, si se va obviando la relación y uno no mantiene el contacto con el otro, por mucho que crea que hay confianza y una relación profunda, será cuestión de tiempo que la incomodidad por llevar meses, o incluso años, sin contactar el uno con el otro acabe haciendo que la relación desaparezca. Hay que ir con mucho cuidado.
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