En las relaciones humanas, es común encontrarnos con situaciones en las que se generan expectativas que no pueden ser satisfechas. También es común que ocurran traspasos o invasiones a los límites personales. Esto muchas veces es sin mala intención, o sin que el que traspasa los límites se dé cuenta de que lo está haciendo.
Es muy importante diferenciar entre la frustración de expectativas y el traspaso de límites, ya que cada una requiere una respuesta distinta. En este artículo vamos a explorar estas dos situaciones, con sugerencias para abordarlas de manera adecuada, con el fin de mantener relaciones saludables y respetuosas.
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El traspaso de límites: reconociendo las señales
La invasión a los límites puede ocurrir en muchas formas, pero una lista de ejemplos puede ayudar a desarrollar un “ojo” más entrenado para reconocer las invasiones cuando suceden. Estas son algunas formas comunes de invasión de los límites:
- Imponer opiniones y decir a alguien lo que debe sentir, querer, pensar o hacer.
- Romper promesas, llegar tarde o no cumplir con los compromisos establecidos.
- Invalidar los sentimientos de otra persona, minimizando o desestimando su experiencia emocional.
- Burlarse o hacer bromas a expensas de otra persona, a menos que exista un nivel alto de amor y confianza mutua.
- Tratar a alguien con condescendencia, como si fuera un niño o menospreciado.
- Ignorar, no escuchar o interrumpir a alguien cuando está hablando, a pesar de haber acordado prestar atención.
- No respetar el espacio físico de otra persona, por ejemplo, tomar algo sin permiso o no devolverlo después de haberlo prestado.
- Exigir tener siempre razón o la última palabra en una discusión.
- No respetar el "NO" de otra persona y continuar presionando o insistiendo.
- Maltratar física o emocionalmente a alguien, incluyendo violencia o amenazas.
- Exigir constantemente a otra persona sin respetar sus propias necesidades y límites.
- Manipular a alguien utilizando ira, culpa, expectativas, mal humor, impotencia, enfermedad o sexo.
- Comportamiento sexual inapropiado sin consentimiento.
- Presionar, criticar, juzgar o menospreciar a alguien constantemente.
- Dar consejos no solicitados o imponer puntos de vista sin respetar la autonomía de la otra persona.
- Invalidar la percepción de la realidad de otra persona: esto implica negar la capacidad de alguien para comprender y percibir la realidad de manera adecuada. El llamado “gaslighting” es un ejemplo de ello, donde se manipula a la persona hasta el punto en que comienza a dudar de su propia percepción y cordura.
La frustración de expectativas
Por otro lado, la frustración de expectativas** ocurre cuando una persona espera algo que no sucede debido a circunstancias fuera de su control**. Simplemente es cuando las cosas no van como tú querrías. He aquí un par de ejemplos:
Alguien espera ser invitado a una fiesta pero no recibe una invitación. Puede sentirse desilusionado e incluso enojado, pero eso no implica necesariamente que hubo un traspaso de límites.
Otro ejemplo: tu pareja espera que estés disponible para hablar por teléfono en un momento en que tú no puedes. Si bien puede decepcionarse, enojarse o quejarse, lo cierto es que no ha habido un traspaso de sus límites. Ahora bien, a partir de esa expectativa frustrada y las emociones que eso gatilló, puede que tu pareja sea quien traspase tus límites, quizás en alguna de las formas descritas en la lista de más arriba. Ante ello, es importante hacer la distinción de dónde ha habido expectativa frustrada y dónde un traspaso de límites. Si tú no has sido quién ha traspasado un límite, no le debes una disculpa, y a la vez tienes la responsabilidad de hacer valer tus propios límites.
¿Qué hacer para establecer límites sanos?
Aquí te dejo algunas sugerencias para aplicar este aprendizaje en la vida cotidiana:
1. No te guíes únicamente por la emoción
La rabia, molestia, o irritación pueden ser consecuencia tanto de la expectativa frustrada o de un límite invadido. Por ello, si algo te enoja o alguien se enoja contigo, es necesario hacer la distinción. Esto requiere examinar de manera lógica la situación. Puedes preguntarte directamente “¿Lo que pasó aquí fue un traspaso de límites o una expectativa frustrada?”.
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2. No siempre es necesario confrontar al otro cuando está traspasando tus límites
A veces el otro actúa sin mala intención o sin conciencia de que se trata de una invasión. Lo más importante es que tú mismo reconozcas dónde están tus límites, es decir, tener claridad de hasta dónde estás dispuesto a llegar con una situación, qué es lo importante para ti, qué es lo negociable y lo no-negociable para ti, y por lo tanto, que sepas reconocer cuando tus límites están siendo traspasados.
A partir de ese reconocimiento, puedes actuar en consecuencia, sin que ello implique necesariamente hacer entender algo a la otra persona. A menudo puede bastar con tomar ciertas medidas de auto-cuidado. Esto puede incluir establecer límites más firmes o alejarse de la relación si es necesario.
3. Comunicación clara y efectiva
Una vez que tienes conocimiento de cuáles son tus límites y expectativas, comunícalos de manera clara y respetuosa. Aprende a decir "NO" cuando sea necesario y valora tus propias necesidades y bienestar.
4. Escucha atentamente al otro
Y asegúrate de entender sus necesidades y límites también. Evita invasiones de tu parte y fomenta un ambiente de respeto mutuo. Esto puede facilitar el crear acuerdos mutuos, donde ambas partes estén de acuerdo y se comprometan con los términos establecidos.
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En conclusión
Distinguir entre el traspaso de límites y la frustración de expectativas es fundamental para mantener relaciones saludables y respetuosas. Es clave para evitar malentendidos y conflictos innecesarios. Al comprender la diferencia y tomar medidas adecuadas, podemos promover relaciones más saludables y fortalecedoras en todos los ámbitos de nuestra vida.
Yidaki Antonio Valenzuela
Yidaki Antonio Valenzuela
Psicólogo Clínico
Espero que esta guía sea útil y aplicable para navegar en las complejas aguas de las relaciones interpersonales.