Charles Bukowski: biografía del 'último escritor maldito'

Te contamos la vida del gran maestro del llamado “realismo sucio”.

Charles Bukowski

Hasta los cincuenta años, Charles Bukowski (1920-1994) no era “nadie”. Había publicado algunos relatos en su juventud, que habían pasado más o menos desapercibidos y que habían hecho al aspirante a escritor desistir de su empeño. Inició así un “vagabundeo” laboral que lo llevó a aceptar trabajos precarios, de cuya experiencia nace, probablemente, su famosa frase en la que afirma que la esclavitud no se había abolido, si no que se había extendido a todos los colores. De unos de estos trabajos (en el que estuvo más tiempo), sacó la inspiración para el que sería su primer libro, El cartero (1971).

¿Quién fue Charles Bukowski? ¿Qué tiene su obra de peculiar? ¿Por qué se incluye en la nómina de escritores “malditos”, e incluso se considera el último de ellos? Te contamos la vida del “último escritor maldito”, el gran maestro del llamado realismo sucio: Charles Bukowski.

Breve biografía de Charles Bukowski, el último “maldito”

Edgar Allan Poe fue uno de los primeros en recibir el título de “maldito”. Tras él vinieron otros, como Charles Baudelaire y Arthur Rimbaud. Ya en pleno sigo XX, la Generación Beat fue una auténtica forja de “malditos”, con Jack Kerouac y William S. Burroughs a la cabeza. Y, siguiendo la estética beat (basada en un vagabundeo febril, el consumo de drogas y alcohol, la adicción al sexo y la inspiración en los bajos fondos de las grandes ciudades), en 1994 fallecía el “último de los malditos”, Charles Bukowski.

Como suele suceder con los escritores demonizados, Bukowski tiene tantos amigos como enemigos. Mientras que muchos lectores lo elevan a los altares de la genialidad y exaltan su capacidad descarnada para retratar la realidad sin edulcorantes, sus detractores lo consideran obsceno y oportunista, un simple borracho adicto a la prostitución que puso por escrito las tormentas de su mente, pero sin ningún valor estético ni literario. Lo mismo sucedió con sus predecesores, por cierto.

El maltrato como “fuente de aprendizaje”

En alguna ocasión, Bukowski aseguró que las brutales palizas que le propinaba su padre, un oficial norteamericano de ascendencia polaca, habían sido un excelente aprendizaje del dolor, imprescindible para su literatura posterior. Nacido en una pequeña localidad alemana en agosto de 1920, Heinrich Karl Bukowski (pues este era su verdadero nombre) pronto probó el sabor amargo del maltrato paterno. Al parecer, el progenitor le daba palizas diarias, que terminaron cuando el joven cumplió dieciséis años y se enfrentó a él. De un golpe, lo dejó inconsciente. El padre nunca más volvió a tocarlo.

A pesar de su supuesta liberación, la violencia y el sufrimiento habían causado una herida insondable e imposible de cicatrizar, que, de primeras, el futuro escritor no supo bien cómo canalizar. A las palizas del padre se le sumaba el continuo desprecio de sus compañeros de escuela, puesto que el pequeño Hank (como le llamaban en confianza) hablaba inglés con un perceptible acento alemán, el idioma de su madre. Más tarde le cambiarían el nombre por el de Henry Charles, mucho más anglosajón, para borrar cualquier relación con su pasado germano.

En la senda Beat

Empezó estudios de Periodismo, Arte y Literatura en la Universidad de Los Ángeles, la segunda ciudad de Estados Unidos a la que se había mudado la familia (la primera fue Baltimore, en una curiosa conexión con Poe), pero no fue más allá del segundo curso.

Abandonados los estudios, el joven Bukowski inició una existencia caótica, caracterizada por el vagabundeo, la adicción al alcohol y al sexo y los trabajos basura. Destrozado por el trauma de la violencia en su infancia y sin un rumbo concreto a seguir, el que sería el maestro del “realismo sucio” se arrastró por los suburbios de su ciudad-musa, Los Ángeles, de los que tomaría los sórdidos escenarios y las sombrías tramas (muy a menudo, autobiográficas) de sus relatos.

Y es que su pasión por la literatura empezó a consolidarse en esta época. Entre vagabundeos y trabajos miserables, Bukoswki escribía. A los veinticuatro años consiguió publicar su primer relato, Aftermath of a Lengthy Rejection Slip, en una revista. La segunda publicación llegó dos años más tarde, en 1946. La lentitud del proceso y sus ansias de éxito lo frustraron profundamente, hasta el punto de que dejó de escribir durante diez largos años, durante los que siguió trabajando en condiciones precarias y viviendo en oscuras pensiones de Estados Unidos. Todo un camino beat, paralelo al que sostenían sus contemporáneos Jack Kerouac, Allen Ginsberg y William S. Burroughs, los miembros “canónicos” de la contestataria y desilusionada Generación Beat.

Éxito a los cincuenta años

Durante muchos años, Charles Bukowski estuvo trabajando en Correos. De sus experiencias en este puesto extrajo la inspiración para componer la que sería su primera novela, Post office (El cartero en su traducción hispana), que se publicó en 1971, cuando el escritor contaba ya con cincuenta años. Es en esta novela donde aparece por primera vez el personaje de Henry Chinaski, que ya no abandonará su obra literaria y que no es otra cosa que el alter ego del autor.

Al parecer, en 1960, Bukowski había recibido una oferta de 100 dólares mensuales del director de la editorial Black Sparrow Press. Fue entonces cuando el todavía cartero decidió jugarse el todo por el todo y abandonar su trabajo fijo y cómodo para vivir de lo que siempre había soñado; la literatura. Según sus propias palabras, había tenido que escoger entre permanecer en el puesto y volverse loco y ser escritor y sucumbir al hambre.

El maestro del “realismo sucio”

A partir de entonces, la carrera de Bukowski se vuelve imparable. A Post Office le suceden otras novelas: Factotum (1975), Women (1978) y la famosa Ham on Rye (La senda del perdedor), publicada en 1982. En todas sus creaciones, Bukowski hace gala de un estilo durísimo, frío y absolutamente descarnado, plagado de lenguaje obsceno y a menudo violento que divide a la crítica. En última instancia, sin embargo, el autor solo está poniendo por escrito lo que ha visto durante toda su existencia: dolor, maltrato, sufrimiento, alcohol, prostitución. La realidad estadounidense sin tapujos, ese “realismo sucio” del que es maestro indiscutible.

Bukowski no pretende en ningún momento esconder su “obscenidad” literaria, más bien al contrario. Obras como Notes of a Dirty Old Man (Escritos de un viejo indecente), Erections, Ejaculations, Exhibitions and General Tales of Ordinary Madness (Erecciones, eyaculaciones y exhibiciones generales de locura ordinaria) o Hot Water Music (Música de cañerías) son ejemplos fehacientes en este sentido.

Escribir como respirar

En 1957, Charles se había casado con la también poeta Barbara Frye, de la que se divorcia dos años más tarde. A pesar de su conocidísima faceta de novelista y escritor de relatos, Bukowski publicó también poesía, caracterizada igualmente por un realismo visceral muy cercano a otros malditos como Whitman o Baudelaire. En 1964 nace su única hija, Marina Louise, fruto de su relación con Frances Smith.

Bukowski estaba enganchado al alcohol y al sexo, pero también a la escritura. No concebía su vida sin escribir. Por eso prefirió pasar “hambre” a seguir trabajando en Correos, y por eso en su lápida está grabada aquella famosa sentencia: Don’t try, no lo intentes. La frase está extraída de uno de sus poemas más célebres, Así que quieres ser escritor…, en el que el autor nos dice que, si no nos sale a borbotones (el ansia de escribir, se entiende), no lo intentemos. En otras palabras; Bukowski escribía porque la literatura le palpitaba dentro, y, para él, el escritor no es otra cosa que ese fuego transformado en papel.

La leucemia se lo llevó finalmente en 1994, con setenta y tres años. Para el recuerdo quedaba su imagen de vagabundo, con el pelo sucio y desaliñado y sus ropas casi raídas. Pero, sobre todo, su gran obra literaria, que sigue siendo objeto de culto en la actualidad.

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  • AMADOR, A., No lo intentes, en https://amadorandres.medium.com, 26 de marzo de 2022
  • BUKOWSKI, C. (2006), El cartero, Anagrama
  • BUKOWSKI, C. (2014), Escritos de un viejo indecente. La máquina de follar. Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones, Anagrama.
  • Charles Bukowski, el último poeta maldito-Confluencia, video del canal Diego Ruzzarin:
  • FERNÁNDEZ, T. y TAMARO, E. (2004), Biografía de Charles Bukowski, en Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea.
  • Charles Bukowski, el verso más sucio y transgresor, en El día de Segovia, 3 de marzo de 2024

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Sonia Ruz Comas. (2024, agosto 21). Charles Bukowski: biografía del 'último escritor maldito'. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/biografias/charles-bukowski

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

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