Andrés Quinteros: "El estrés también es adaptativo y necesario"

Entrevistamos a Andrés Quinteros, experto en trastornos de ansiedad y psicólogo.

Andrés Quinteros
Andrés Quinteros lleva años trabajando en la gestión de problemas vinculados a la ansiedad.Imagen para la ocasión.

Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sentido ansiedad. Por ejemplo, antes de realizar un examen en el que nos jugamos mucho o cuando hemos tenido que tomar una decisión importante. Esta reacción psicológica es, en muchos casos, algo normal, que aparece frente a situaciones de estrés o incertidumbre.

Entrevista a Andrés Quinteros

Hoy en día se habla con cierta frecuencia de los trastornos de ansiedad. Pero, ¿qué diferencia la ansiedad normal de la patológica? En el artículo de hoy entrevistamos a Andrés Quinteros, fundador y director del Centro de Psicología Cepsim de Madrid, para que nos ayude a entender qué son los trastornos de ansiedad y qué podemos hacer para prevenirlos.

Jonathan García-Allen: Buenos días, Andrés. La ansiedad y el estrés suelen verse como estados similares que a veces se confunden. Pero, ¿qué es ansiedad? ¿Es lo mismo ansiedad que el estrés?

Andrés Quinteros: Bueno, para responder a estas preguntas comenzaré describiendo brevemente qué es la ansiedad y qué es el estrés.

La ansiedad es un estado emocional normal que cumple una función muy importante, puesto que nos avisa de que puede haber un peligro o amenaza y funciona como un sistema de alarma interno. Por ello, es útil y adaptativa. Esto lo remarco porque a veces se tiene la percepción de que la ansiedad es de por sí algo negativo. Esto sólo sucede cuando es inadecuada, es decir salta la alarma cuando no existe ningún peligro, o cuando es excesiva, demasiado intensa, o también, cuando se prolonga demasiado en el tiempo.

El estrés podemos definirlo como un proceso psicofisiológico que comienza a manifestarse en el momento en que empezamos a percibir que una situación nueva o desafiante nos puede desbordar o que creemos difícil de resolver, por lo que nos activamos para buscar una respuesta a esa situación. La situación nueva puede ser algo positivo, como la preparación de una boda, puede tratarse de un desafío, un nuevo proyecto laboral o puede ser algo inesperado, como afrontar el proceso de una enfermedad.

Ante cualquiera y cada una de estas situaciones, nuestro estrés se activará, tensando a nuestro organismo al máximo para optimizar su rendimiento y prepararnos para lo que viene.

Por ello el estrés también es adaptativo y necesario, ya que nos posibilita ponernos en acción para dar respuestas a los problemas y situaciones propias de la vida. Se convierte en negativo, cuando esa tensión al máximo no cesa y se prolonga indefinidamente en el tiempo produciendo todos los desgastes y malestares propios, tales como trastornos del sueño, la irritabilidad y la baja tolerancia a la frustración.

Ahora bien, a veces, puede costar diferenciar la ansiedad del estrés, puesto que la ansiedad puede ser un síntoma del estrés, es decir que ante una situación estresante puede surgir la ansiedad, además de otras emociones, como la frustración, la tristeza, el enfado.

Otra diferencia es que en el estrés, el objeto estresor está en el presente, desencadenado por un estímulo que aparece: una tarea que tengo que hacer o un problema que tengo que resolver. Mientras que en la ansiedad puede surgir anticipándonos a un hecho que puede pasar en el futuro en este caso, es ansiedad anticipatoria o inclusive sentir la ansiedad sin saber muy bien por qué está, sin que se pueda identificar algo externo que la dispare.

En este sentido el estrés tiene que ver con las demandas que nos presenta el entorno, mientras que la ansiedad puede provenir de algo más interno, puede ser anticipatoria como ya señalé y si aparece a partir de las demandas del entorno, entonces ser un síntoma del estrés. Siguiendo este hilo podemos decir que el estrés se produce por factores externos que nos exigen algo, mientras la ansiedad puede producirse por esto, pero también y principalmente por factores internos –psicológicos y emocionales- que pueden anticipar una amenaza e incluso puede aparecer sin aparente causa específica o amenaza real.

J.G.A: ¿La ansiedad es un trastorno? ¿Cuándo pasa de ser un problema menor a generar un auténtico problema que afecta a la normalidad en la vida de una persona?

A.Q: La ansiedad como estado emocional no es un trastorno, creo que es importante diferenciarlos, todas las emociones son útiles y necesarias. A mí no me gusta diferenciar las emociones entre positivas y negativas, sino entre las que producen sensación bienestar o malestar, placer o displacer. Todas las emociones sentidas de manera adecuada son positivas y todas pueden tornarse negativas.

Es inevitable ante ciertas situaciones sentir miedo, ansiedad, pena y muchas veces y al contrario, sentir alegría o placer en algunas situaciones es negativo. Por ejemplo, para una persona adicta al juego por ejemplo, en el momento de estar en la sala de juego, expresan estar bien, con sensaciones que identifican como agradables y si ganan esas sensaciones agradables aumentan. Para volver a sentirse de la misma forma buscan repetirlo, vuelven a jugar. En este sentido estas emociones que producen bienestar son disfuncionales en esta situación porque son un soporte de la conducta adictiva.

Ahora bien, como toda emoción, se vuelve un problema cuando su intensidad es muy elevada o cuando aparece ante determinadas situaciones generando una alarma innecesaria, alterándose sin motivo. Por ejemplo, como indiqué anteriormente, podemos sentir ansiedad, aunque nada de lo que pasa en nuestra vida lo explica ni justifica. Incluso hay personas que dicen estar bien con sus vidas, pero que no saben por qué la ansiedad no les deja en paz. En estas dos situaciones la ansiedad pasa a ser un problema. También lo es cuando por pequeñas cosas que si pueden provocarnos ansiedad baja, esta es desproporcionada y nos desborda.

J.G.A: Los trastornos de ansiedad son la enfermedad mental de la que más se habla, incluso por delante de la depresión. ¿Son trastornos que solo aparecen países desarrollados?

A.Q: Si es así, se habla mucho, porque ocurre con frecuencia, junto con la depresión son los problemas por lo que las personas más nos consultan y además existe un conocimiento de sus síntomas muy generalizado, por lo que la gente identifica ahora más si está ansioso o deprimido y se presenta en la consulta así “Vengo porque tengo ansiedad”.

Los estudios indican que en la década pasada y en la actual, el consumo de ansiolíticos ha crecido casi un 60%, en el 2016 se indicaban datos de que España lideraba cifras en el consumo de ciertos ansiolíticos. Por ello, se habla mucho de ello. Además creo que la sociedad actual y sus exigencias culturales, materiales y sociales, provocan un aumento de la ansiedad y del estrés.

Con respecto a la segunda pregunta, puedo indicar que los problemas de ansiedad no sólo se producen en los países desarrollados. He vivido y trabajado como psicólogo en 4 países y en todos ellos los trastornos de la ansiedad estaban presentes, aunque cambien las situaciones vitales de las personas. Pero lo que si me atrevería a decir es que actualmente y sobre todo en los países desarrollados, hay una tendencia hedonista muy fuerte, que lleva a negar las emociones que producen displacer y a querer liberarse rápidamente de ellas.

La gran exigencia es que siempre tenemos que sentirnos bien, y que esto paradójicamente ejerce una presión que genera estrés y ansiedad. Esto provoca, y lo veo mucho en consulta, lo que llamaría una especie de fobia a las emociones negativas, como si estuviera prohibido sentirse mal y como ya señalé antes, todas las emociones son útiles y no podemos prescindir del miedo, la ansiedad, el enfado, la frustración, etc. Y ya sabemos que cuando tratamos de negar una emoción, esta crece con más fuerza y la ansiedad no es una excepción.

Si rechazamos sentirla, la ansiedad se dispara, creo que tenemos que volver a reeducarnos sobre la importancia de poder sobrellevar mejor estas emociones ya que constituyen a veces señales de lo que no va bien para nosotros. Al tratar de quitarlas sin más, perdemos una especie de brújula que sirve para orientarnos.

J.G.A: Trastornos de ansiedad es un término general que abarca distintas patologías. ¿Qué tipos existen?

A.Q: Si. Las patologías de la ansiedad son variadas tenemos los ataques de pánico, la ansiedad generalizada, las fobias también se incluyen, como la agorafobia, la fobia social o las fobias simples, así como el trastorno obsesivo-compulsivo y el estrés postraumático.

J.G.A: ¿Cuáles son los principales síntomas de un ataque de pánico y cómo podemos saber si lo estamos sufriendo? Por otro lado, ¿qué tipo de situaciones lo pueden causar?

A.Q: Un ataque de pánico, es una respuesta de ansiedad muy intensa y desbordante, donde la persona tiene la sensación de que pierde el control total de la situación.

Una de sus principales características es la sensación de terror que siente la persona porque cree que se va a morir o porque tiene la idea de sufrir una catástrofe, de que va a morir o de estar volviéndose loco. Esta sensación va acompañada de otros síntomas físicos, como los temblores y sensación de ahogo o de asfixia, mareos, náuseas, palpitaciones, sudoración, agitación y también dolor en el pecho, lo que hace que las personas piensen que pueden estar sufriendo un infarto. Estos serían sus principales síntomas.

No podemos decir que una situación u otra pueden provocar un ataque de pánico, creo que es una combinación de 2 factores, por un lado, los procesos internos en el que incluimos la configuración de la personalidad que en algunos casos puede ser propensa a sentir ansiedad, el locus de control interno de la emociones, el estilo de apego, etc. y por otro lado, la situación externa por la que está pasando la persona.

Si solo tenemos en cuenta lo externo, no podemos responder a la pregunta de por qué ante una misma situación las personas pueden reaccionar de maneras muy diversas. Esto se debe a sus características personales.

Lo que sí podría marcar es que se tiene más predisposición a llegar a sufrir ataques de pánico, cuando la persona es propensa a la ansiedad y no busca recibir ayuda para solucionarlo. Otro punto importante para entender este problema es que luego de un ataque de pánico, la persona suele quedar con mucho miedo a que se vuelva a producir otro ataque y esto suele ser la causa del segundo y posteriores ataques de pánico: el miedo al miedo.

Andrés Quinteros
Andrés Quinteros lleva años trabajando en la gestión de problemas vinculados a la ansiedad. | Imagen para la ocasión.

J.G.A: ¿Están aumentando los casos de trastornos de ansiedad a causa de la crisis y la situación socioeconómica que estamos viviendo?

A.Q: Si, por supuesto y no sólo de ansiedad, sino de muchos más problemas psicológicos como la depresión, las dificultades para afrontar los cambios, la superación de las situaciones de pérdidas de trabajo, de estatus, de condición social. Las situaciones de crisis, provocan incertidumbre, las sensaciones de peligro y miedo aumentan y son caldo de cultivo para el aumento de la ansiedad, la desesperación y el agobio por no poder resolver.

J.G.A: ¿Qué causa los trastornos de ansiedad?

A.Q: Es una pregunta hoy por hoy difícil de responder y dependerá de en qué teoría psicológica estemos insertos, hay corrientes de pensamientos que señalan causas orgánicas y otras que indican su causa en los problemas del apego, el vínculo y las vivencias en el desarrollo. Yo personalmente creo que si bien, venimos con una base biológica que nos determina, la relación de apego, el vínculo afectivo y las vivencias que vivimos en nuestro desarrollo nos marcarán para ser más vulnerables o más resilientes ante la ansiedad.

**J.G.A: ¿Qué hemos de hacer ante una crisis de ansiedad? **

A.Q: La parte psicoeducativa en los tratamientos de la ansiedad y los ataques de pánico es muy importante, ya que ayudarán a prevenir y/o a minimizar la magnitud del ataque. En primer lugar, es importante lograr que la persona pierda el miedo a sentir ansiedad, que no se va a morir ni va a sufrir un ataque al corazón. Es solo ansiedad que su mente crea y que es la propia mente quien la puede regular, esto al principio sorprende a la persona, pero luego es un pensamiento que ayuda en los momentos en que la ansiedad aumenta.

También es importante indicar que la ansiedad no es un enemigo, en realidad es una emoción que nos avisa de que algo no marcha bien y que a lo mejor hay alguna situación que tienes que superar, aceptar o dejar atrás.

Además de lo anterior, es importante enseñar algunos reguladores corporales de la ansiedad, como es el control de la respiración, actualmente se utiliza mucho el mindfullness y también es útil enseñarles técnicas de control del pensamiento. Por supuesto también si es necesario, el tener la posibilidad de acudir a la medicación para la ansiedad, pero siempre controlado por un médico psiquiatra especialista. Y por supuesto si se quiere regular adecuadamente la ansiedad, un tratamiento psicológico es lo más adecuado.

J.G.A: ¿Qué tratamiento existe para los trastornos de ansiedad? ¿Es bueno usar solamente fármacos?

A.Q: Bueno existen muchos procedimientos que son buenos y efectivos, yo puedo decirte cómo lo trabajo, creo que me ha resultado más efectivo realizar un tratamiento integrativo, ya que creo que cada persona tiene sus particularidades, por lo que cada tratamiento tiene que ser específico. Aunque acudan a consulta 3 personas con un mismo problema, por ejemplo ataques de pánico, yo realizaré seguramente 3 tratamientos diferentes, puesto que la personalidad, la historia, los modos de afrontamiento de cada uno son diferentes.

Por ello con algunos aplicaré por ejemplo EMDR, terapia sensoriomotriz, Gestalt, hipnosis, cognitivo, familia interna, etc o una combinación de ellos. Lo que se realice en las sesiones dependerá de cada caso. Creo que así se puede ser más efectivo.

Bueno, ahora ante la pregunta de si es bueno usar solo medicación, como dije antes, depende de cada caso. Yo creo que en un grupo de personas, por ejemplo, la terapia sin medicación funciona muy bien y hay casos en que es necesario hacer un trabajo combinado con psicofármacos. También dependerá de que problema hablamos, no es lo mismo el trastorno obsesivo compulsivo que una fobia, en el primer caso es probable que necesite una combinación de terapia y medicación, en el segundo caso es probable que con la terapia sola se solucione.

J.G.A: Realmente tiene cura la ansiedad patológica o es un problema que acompaña toda la vida a quien lo padece?

A.Q: Bueno, creo que en psicología no podemos hablar de que vamos a curar todo ni para siempre, en nuestra profesión usamos más el depende. Nuevamente debo decir que depende, por ejemplo del trastorno que se padezca; las fobias, los ataques de pánico, la ansiedad generalizada, suelen tener buen pronóstico y en los trastornos obsesivos, los tratamientos son más prolongados y complejos.

Si decimos que la ansiedad y el estrés son mecanismos adaptativos, no desaparecerán, se volverán más funcionales y será posible regularlos mejor. Lo que sí me atrevería a indicar que una buena psicoterapia les ayudará a estar mejor, pudiendo lograr que el trastorno desaparezca o disminuyan los efectos que produce y que la persona tenga una mejor calidad de vida.

J.G.A: ¿Pueden evitarse los trastornos de ansiedad? ¿Qué podemos hacer para prevenirlos?

A.Q: Como en todo, siempre se pueden hacer muchas cosas para evitar y prevenir malestares psicológicos, de partida, como psicólogo recomiendo realizar una psicoterapia que ayude a fortalecer nuestra personalidad y autoestima, que es la mejor defensa ante estos problemas. Siempre se piensa en ir al psicólogo cuando hay un trastorno ya presente, yo lo recomiendo como higiene mental, también hay que acudir, para crecer y desarrollar recursos personales.

Luego, hay muchas otras cosas que ayudarán a prevenir la ansiedad, dejaría un pequeño catálogo:

  • Aprender a familiarizarnos y escuchar nuestras emociones, porque algo nos están diciendo, en este caso la ansiedad nos señala que algo no está bien, si aprendemos a escucharla, podemos resolver lo que lo causa y así mejorar nuestra vida
  • Compartir tiempo con personas que nos enriquecen interiormente
  • Aprovechar nuestro tiempo libre, realizando cosas placenteras
  • Desarrollar actividades deportivas, ya que no sólo es bueno para el cuerpo, sino que además, el ejercicio es un buen regulador emocional
  • Una dieta saludable también es importante
  • Acumular experiencias positivas. Es importante comprender también que nos sentiremos mejor si acumulamos experiencias positivas más que objetos. El bienestar de tener algo es momentáneo y menos duradero que haber vivido una buena experiencia que perdurará en nuestra memoria.

Por supuesto hay muchas más cosas que ayudan, pero dejaría estas 6 como importantes.

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