¿Cómo desintoxicar a un Adicto a las Drogas?

Los trastornos adictivos están entre las alteraciones neuropsicológicas más comunes en las sociedades occidentales; en el caso de España, se estima que alrededor de un 15% de la población sufre una adicción a las drogas. Además, la droga más consumida es también una de las más dañinas: el alcohol, que actualmente está muy normalizada y aceptada socialmente a pesar de ser un problema de salud pública.

En este contexto, son muchas las personas que en algún momento de sus vidas se preguntan cómo se puede desintoxicar a un adicto a las drogas, normalmente pensando en un familiar o en un amigo; la situación es muy frustrante y surge la necesidad de hacer algo cuanto antes para evitar que quien ha desarrollado una dependencia de este tipo entre en un estado del que es muy difícil salir.

¿Cómo se puede desintoxicar una persona que sufre drogadicción?

Lo primero que debes saber acerca de la desintoxicación para personas que han generado una dependencia hacia las drogas duras como el alcohol o la cocaína, es que por norma general este proceso no puede ser realizado por uno mismo. Y tampoco puede ser realizado por la unión entre la persona adicta y una o más personas de su familia o de su círculo de amigos que la ayudan. En prácticamente todos los casos hace falta disponer de ayuda profesional especializada.

¿A qué se debe esto? Sobre todo, a dos factores. Por un lado, los trastornos adictivos son problemas de salud lo suficientemente incapacitantes como para influir mucho en la capacidad que la persona tiene para autorregular sus patrones de comportamiento sin la ayuda de nadie; el riesgo de recaída es muy alto, porque se mantiene una cierta ambivalencia afectiva hacia la droga, y el adicto nota que a pesar de que quiere superar esa dependencia, en determinadas circunstancias la defiende como un aspecto más de su estilo de vida.

En segundo lugar, hay varias drogas duras que, si dejan de ser tomadas súbitamente tras una dinámica de consumirlas mucho, pueden poner en riesgo la vida de la persona desencadenando accidentes cardiovasculares. Este riesgo ocurre, por ejemplo, en el caso de la adicción a las benzodiacepinas, los barbitúricos, o incluso el alcohol (cuya adicción puede dar lugar al delirium tremens). Pero eso no significa que sea imposible “desengancharse” de estas drogas; lo que sí implica es que la retirada de su consumo debe ser realizada de manera gradual y con asistencia médica.

Así pues, si eres amigo/a o familiar de alguien con problemas de abuso de drogas y esa situación te ha llevado a plantearte “¿cómo desintoxicar a un adicto a las drogas?”, debes saber que tu principal papel debe consistir en convencer a esa persona a iniciar un tratamiento para las adicciones, ya que solo los centros de salud especializados disponen del personal y de los equipamientos necesarios para ofrecer plenas garantías.

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Las claves del proceso de desintoxicación a las drogas

Estos son los principales bloques de intervención a la hora de desintoxicar a un adicto a las drogas en un centro de tratamiento de las adicciones:

1. Primeras entrevistas y recopilación de datos

En esta fase inicial, los terapeutas recopilan información sobre el paciente y su contexto de vida, para, a partir de ahí, establecer hipótesis de trabajo y diseñar un programa de tratamiento adaptado a sus necesidades.

2. Desintoxicación

En esta etapa, la desintoxicación propiamente dicha dentro del tratamiento para las drogodependencias, los profesionales de la salud asisten a la persona durante los primeros días de abstinencia, proporcionándole recursos médicos y psicoterapéuticos para sobrellevar una experiencia asociada a un cierto grado de malestar y en la que hay que reducir al mínimo el riesgo de recaer en la droga. Es habitual el uso de medicamentos para mitigar los síntomas ligados a la ansiedad, y se realiza un seguimiento estricto del estado del paciente.

3. Deshabituación

En esta parte de la desintoxicación aplicada por profesionales, se ofrecen una serie de tareas y objetivos a muy corto plazo para que el paciente pueda centrarse en esas metas y salga de las inercias de pensamiento ligadas a la droga.

En esta parte, la psicoterapia gana importancia, ya que puede ser entendida como la puesta en práctica de una nueva manera de vivir la vida sin depender del consumo de sustancias. Sin embargo, el seguimiento médico sigue siendo importante, porque el cuerpo (y específicamente, el sistema nervioso), también se está adaptando a una realidad que no tiene nada que ver con la anterior. Por ello, se recomienda que los pacientes realicen esta fase mediante el tratamiento residencial, ingresando en las instalaciones del centro y quedándose a dormir en él.

4. Rehabilitación

Llegados a este punto del tratamiento, el paciente es significativamente más autónomo que cuando empezó la terapia, pero sigue necesitando un sistema de apoyo profesional y social.

Para ello, suelen utilizarse actividades como la terapia grupal o la realización de proyectos en grupo, se trabajan áreas como el entrenamiento en habilidades sociales y de gestión de las propias emociones para limitar riesgos de recaídas y de tener conflictos innecesarios con los demás, etc. El objetivo aquí es que la persona vaya preparándose para tener una vida normal, interiorice responsabilidades ligadas a un contexto real del día a día (y no solo limitadas al centro de tratamiento de adicciones), y sepa prevenir por él mismo situaciones que le pueden llevar a recaer una vez no disponga de la ayuda de los terapeutas.

5. Reinserción

Como su nombre indica, aquí de lo que se trata es de seguir ofreciendo asistencia a la persona que está en el proceso de volver “al mundo” manteniendo ciertas reglas de autorregulación emocional y comportamental. Para ello se le ofrece mucha autonomía al paciente, y se tiene como objetivo consolidar el cambio una vez el paciente haya regresado a un modo de vida como persona adulta y que se vale por sí misma. Para ello, se le ofrecen sesiones de orientación y ayuda algo más espaciadas en el tiempo.

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