Aunque las oposiciones tengan que ver con la manera en la que la administración llena plazas de puestos de trabajo configuradas por el Estado, no cabe duda de que no se trata de un simple proceso burocrático.
Se trata de un fenómeno con una clara dimensión humana y psicológica, y de todos los elementos emocionales implicados en él, uno de los más importantes consiste en la gestión del estrés.
Y es que el hecho de prepararse unas oposiciones suele facilitar que los candidatos pasen a ser personas más estresadas de lo habitual en comparación con el resto de la población. Por suerte, desde la Psicología hay propuestas para gestionar las emociones y sentimientos vinculados a ese malestar.
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¿Por qué es importante prepararse psicológicamente ante unas oposiciones?
El estrés es una forma de dolor psicológico que, en la mayoría de las ocasiones, resulta totalmente natural e incluso beneficioso. Los mecanismos biológicos y psicológicos en los que se fundamentan son el fruto de cientos de miles de años de evolución, los cuales ha llevado a nuestro linaje a tener varios “trucos en la manga” para adaptarse rápidamente a situaciones de peligro o crisis ante las cuales hay que hacer algo con la máxima brevedad posible.
Eso sí, cuando nos exponemos a situaciones que nos mantienen en tensión durante periodos más largos de lo normal, es fácil que surjan problemas, y esto ocurre muchas veces con la preparación de las oposiciones. Cuanto más persistente es esa fuente externa de estrés, más probable es que participemos en el mantenimiento de este sin darnos cuenta, adoptando maneras disfuncionales de gestionar nuestras emociones. En estos casos, el estrés se transforma en una de las causas de nuestros problemas, en vez de ser un recurso para adaptarnos a ellos, y se crea así un círculo vicioso.
Así pues, cuando nos preparamos para presentar nuestra candidatura a unas oposiciones, no estamos predestinados a sufrir problemas de salud mental, pero sí que tenemos un mayor riesgo de sufrir innecesariamente o incluso de participar involuntariamente en la aparición de una psicopatología: una fobia, un trastorno del estado de ánimo, crisis de pánico, etc. Ante estas posibilidades es mejor conocer algunas de las claves de la gestión del estrés para no dejar que las sesiones de estudio aplicadas a nuestro día a día durante meses nos pasen factura.
5 consejos para aprender a gestionar el estrés ante unas oposiciones
La primera regla para saber gestionar el estrés pasa por asumir que no existen recetas mágicas, ni maneras infalibles de asegurarnos una evitación total del malestar por el hecho de estar ansiosos o estresados. Las emociones siempre tienen ventaja con respecto a nuestras estrategias y nuestras acciones voluntarias, yendo por delante de ellas, aunque sí disponemos de margen de maniobra para modular su intensidad y para hacer que aumenten o disminuyan las probabilidades de experimentarlas dada un contexto determinado.
Así pues, los consejos que encontrarás a continuación no son perfectas ni garantizan no sufrir estrés, pero se basan en principios usados en psicoterapia y te pueden ayudar a sobrellevar emocionalmente esos meses de dura preparación de oposiciones. En cualquier caso, debes tener claro que ante casos de malestar severo, resulta imprescindible buscar ayuda profesional en psicoterapia.
1. Establece un horario que incluya los momentos importantes del día
Tu horario debe ser lo más detallado posible, acotando cuándo empiezan y cuándo terminan los principales bloques de actividades de su día a día de lunes a domingo. Esto incluye tanto las sesiones de estudio como el tiempo que hay entre ellas, incluyendo (y esto es muy importante) los periodos de sueño y de descanso durante el día. Veremos esto último con más detalle en el siguiente apartado.
2. Planea tus momentos de descanso
Si asumes que tus sesiones de estudio consistirán en lapsos de varias horas seguidas en las que te estarás preparando para el examen sin detallar nada más en tu horario, lo estás haciendo mal. Debes planear que por cada 40 o 50 minutos de estudio, deberás descansar como mínimo 10 minutos. De este modo te asegurarás el poder hacer uso de tu máxima capacidad atencional, evitando quedarte media hora mirando tus apuntes sin ser capaz de asimilar nada de lo que lees.
En estas pausas, es importante que no permanezcas en la silla en la que estabas, que estires las piernas y que puedas mirar hacia otros lados que no sean la pantalla del ordenador, tus apuntes o los libros que has estado usando. De ese modo dejarás que tus ojos descansen. Recuerda que la fatiga física produce también fatiga mental, y este estado de debilidad te predispone a entrar en un estado de estrés más intenso para intentar “compensar” esa vulnerabilidad.
Además, es importante que cada cierto tiempo en un mismo día intercales estos pequeños descansos con otros más largos, de mínimo media hora.
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3. Asume que el momento de irse a dormir es uno de los más importantes del día
Algo tan sencillo como dormir 45 minutos menos de lo que deberías hará que rindas significativamente menos en esa jornada de estudio. Esto incluye problemas de concentración, problemas para recordar, e incluso malestar físico. Además, si la falta de sueño se convierte en un problema persistente en tu día a día, el desgaste físico que producirá afectará también a tu cerebro, exponiéndote más al estrés e incluso a los síntomas de tipo depresivo.
Por eso, es muy importante que tengas claro cuál es el momento exacto en el que debes estar en la cama con la luz apagada. Si es necesario, incluye en tu horario no solo ese momento, sino también las actividades de preparación de antes de irte a dormir: lavarte los dientes, recoger tu mesa, etc.
4. Incluye momentos de ocio en tu programa de preparación de oposiciones
No debes ver los momentos de ocio como una pérdida de tiempo, sino que pueden ser también un elemento que te ayude a gestionar mejor tus emociones y tu vida en general.
Más allá de aportarte bienestar en un sentido subjetivo, tener la posibilidad de desconectar sirve tanto como incentivo y fuente de auto-motivación (por ejemplo, para que te puedas plantear “ganarte” esos momentos al cumplir tu horario de estudio) como para dejar que tu cerebro reciba también estímulos provenientes de los ámbitos de tu vida que no tienen nada que ver con las oposiciones, lo cual es beneficioso a la hora de mantener una buena salud mental.
5. Rellena un diario personal
Finalmente, la rutina de ir rellenando un diario personal puede ayudarte a gestionar el estrés ante las oposiciones porque te lo pondrá más fácil a la hora de detectar patrones de comportamiento disfuncionales que usas para dar salida a la ansiedad y a la tensión que a veces sentirás.
Fíjate en si te acostumbras a realizar rituales para “tapar” ese malestar, como por ejemplo ir a la nevera y comer sin hambre, o fumar, etc. Una vez hayas reconocido estas acciones que realizas de manera casi inconsciente, podrás ir anotando su frecuencia y reconocer los momentos en los que te pasa por la cabeza llevar a cabo esas conductas, con lo que será más sencillo evitarlas a tiempo.
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La preparación de pruebas de oposiciones es un proceso muy complejo y exigente psicológicamente, por lo que algunos centros de psicoterapia hemos desarrollado programas específicamente diseñados para esta clase de necesidades.
Upad Psicología Y Coaching
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Centro de Psicología en Madrid
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