El funcionamiento de nuestro sistema nervioso es lo suficientemente complejo como para dar pie, en ciertas ocasiones en las que algo no funciona adecuadamente, a todo tipo de síndromes que pueden resultar difíciles de creer.
A pesar de que el cerebro nos dé una concepción unitaria y con sentido acerca de la realidad, en ocasiones ciertas alteraciones pueden hacer que nuestra manera de percibir las cosas se rasgue totalmente sin que ni siquiera nos demos cuenta. Este listado con los síndromes mentales más raros sirve como ejemplo para comprobar hasta qué punto nuestro sistema nervioso es capaz de entrar en dinámicas perjudiciales sin dejar de funcionar.
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10 síndromes mentales raros
A su vez, el conocimiento y estudio de estos síndromes raros puede ayudar a comprender que los casos patológicos no pueden ser etiquetados simplemente con la etiqueta “locura” y que en ellos existen normas y reglas subyacentes que pueden ser estudiados para mejorar la integración social y la calidad de la vida de estas personas.
1. Ilusión de cristal
Dentro de los llamados síndromes culturales podemos encontrar algunos de los casos más curiosos de síndromes mentales raros. Entre ellos, puede nombrarse la ilusión de cristal.
Las personas que sufren este desorden psiquiátrico creen que están hechas de este frágil material y que, por lo tanto, pueden romperse con el más mínimo golpe. A pesar de tener gran cantidad de motivos y razones para pensar que su cuerpo es normal, no son capaces de abandonar esta creencia totalmente irracional.
Este síndrome era mucho más frecuente hace algunos siglos, y la mayoría de casos se dieron entre los siglos XV i XVIII. De hecho, Miguel de Cervantes utilizó un protagonista aquejado de este síndrome raro en sus Novelas Ejemplares, concretamente en El licenciado Vidriera. Sin embargo, en la actualidad han podido observarse algunos casos aislados de ilusión de cristal.
2. Síndrome de Cotard
Si es considerado uno de los síndromes mentales más raros es justamente porque es difícil explicar con palabras lo que sienten aquellas personas que lo sufren.
La gente con Síndrome de Cotard creen estar muertas o pertenecer a un plano de la realidad que no se corresponde al del resto de personas y objetos. Clásicamente, estas personas niegan la existencia de su cuerpo como algo vivo o que pertenece a la misma categoría de su mente. Así, pueden creer que su carne se está pudriendo, que sus órganos internos están desapareciendo o que de alguna manera figurada ellas mismas han dejado de existir.
Profundizamos sobre este extraño síndrome: "Síndrome de Cotard: personas vivas que creen estar muertas"
3. Síndrome de Bálint
Un síndrome raro en el que el paciente experimenta severas alteraciones en el procesamiento de las imágenes que ve y en la coordinación de sus movimientos.
Concretamente, se han descrito tres categorías de síntomas: la imposibilidad de procesar las imágenes como un conjunto, los problemas para coordinar los movimientos de los brazos de acuerdo a lo que se está viendo, y los problemas para mover los ojos. Esto significa, por ejemplo, que alguien con Síndrome de Bálint será capaz de ver una persona si la tiene cerca, pero no sabrá si está a su lado o unos metros más allá, al otro lado de una ventana, ya que no podrá ver la imagen en su conjunto sino cada una de sus partes por separado.
Del mismo modo, sólo podrá coger con la mano un objeto que está viendo después de muchos intentos y gracias en gran parte de la casualidad.
4. Síndrome de Alicia en el país de las maravillas
Igual que la protagonista de la novela de Lewis Carroll, las personas con este raro síndrome experimentan alteraciones en el espacio-tiempo... o al menos eso es lo que ocurre en su consciencia.
Pueden creer que ciertos objetos son mucho más grandes o pequeños de lo que realmente son, o que el tiempo deja de regirse por sus normas tradicionales en ciertos lugares o momentos.
5. Síndrome de Anton
El Síndrome de Anton es una variante de ceguera cortical en el que el paciente actúa como si pudiera ver.
Si bien sus ojos funcionan bien y las pupilas reaccionan ante las variaciones de la luz, la parte trasera del cerebro (lóbulos occipitales) no funcionan bien y los datos que llegan desde los nervios ópticos no llegan a procesarse para formar una imagen, lo cual no impide que ciertas zonas del cerebro actúen como si les estuviese llegando esa información.
Como consecuencia, las personas que sufren este síndrome raro niegan la evidencia de que no ven nada, lo cual les lleva a formular todo tipo de explicaciones para justificar sus continuos tropiezos y fallos a la hora de detectar personas y objetos.
6. Síndrome de Capgras
Uno de los síndromes más raros, ya que afecta a aspectos subjetivos y emocionales de nuestra manera de reaccionar ante la presencia de otros.
Las personas que experimentan delirio de Capgras creen que ciertas personas, generalmente amigos o familiares, han sido sustituidas por impostores, aunque no hay motivos objetivos para sostener una hipótesis así. De ese modo, son capaces de reconocer el cuerpo, la cara y la manera de vestir de, por ejemplo, su propio padre, pero negarán que su identidad sea verdadera y reaccionarán con hostilidad ante su visión.
Se trata de un síndrome relacionado con la Prosopagnosia, si bien esta última tiene un componente cognitivo.
7. Síndrome de la mano ajena
En las personas con Síndrome de la Mano Ajena, los afectados ven como una de sus manos parece actuar por voluntad propia, sin que la propia consciencia tenga ningún papel a la hora de delimitar las intenciones y los movimientos de esta parte del cuerpo.
Esto es frecuentemente acompañado de la sensación de que la mano no pertenece a uno mismo, sino a otra entidad extraña. Estos síntomas forman parte de una enfermedad neurológica muy rara, pero curiosamente saltó a la luz pública en la película Dr. Strangelove, en la que Peter Sellers encarnaba a un antagonista cuya mano parecía cobrar vida propia, lo cual sirvió para que este conjunto de síntomas sea llamado con frecuencia Síndrome del Dr. Strangelove.
8. Síndrome de Otelo
Este es otro de esos síndromes raros en el que los delirios y las ideas extrañas acerca de la realidad cotidiana cobran protagonismo.
Concretamente, las personas que experimentan el Síndrome de Otelo creen que sus parejas les están siendo infieles, y para ello se basan en las hipótesis más extrañas y en los detalles más insignificantes. Puede parecer la caricatura de un caso extremo de celos, pero lo cierto es que se trata de una psicopatología con consecuencias muy serias tanto para la persona que lo sufre como para su entorno cercano.
9. Síndrome de Münchhausen
Las personas con este síndrome fingen estar enfermas para que los demás las cuiden. En algunos casos, incluso, pueden llegar a infligirse todo tipo de heridas y lesiones para convertirse en pacientes.
Este comportamiento forma parte de la necesidad de asumir el rol de alguien que necesita cuidados especiales constantemente, y todo ello por medio de las mentiras patológicas.
10. Síndrome de Fregoli
Uno de los síndromes mentales más raros es el Síndrome de Fregoli, en el que el paciente cree que distintas personas son, en realidad, una sola.
Es decir, tiene la sensación de que una o varias personas tienen la capacidad de cambiar de apariencia para salir a su encuentro bajo distintos disfraces. El Síndrome de Fregoli va acompañado de pensamientos de tipo paranoico y de manía persecutoria que se derivan de esta extraña sensación.