En las redes sociales solemos publicar fotos de nosotros mismos y muchas veces la interacción que mantetenemos con los demás por medio de estas plataformas digitales nos hace notar las supuestas carencias físicas que tenemos en relación a otras personas que según los cánones de belleza tienen el mejor rostro, cuerpo o torso.
Los medios de comunicación y el mundo de los influencers y las celebridades son los que se encargan de vendernos esa imagen deseada de “perfección corporal” generando muchas veces complejos ante nuestra apariencia física. Pero siempre hay cosas que podemos hacer para contrarrestar este efecto psicológico. Por eso, en este artículo encontrarás varios consejos para aprender a aceptar tu cuerpo tal y como es y gestionar tus complejos.
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Consejos prácticos para aceptar tu cuerpo tal y como es
Es necesario y fundamental aceptar nuestro cuerpo tal y como es, sobre todo porque realmente no existe un cuerpo totalmente perfecto. Es momento de irnos quitando esa idea de nuestra cabeza.
Tu cuerpo es único e irrepetible, es original, y en teoría solo basta esa condición para poderlo aceptar y querer tal y cual es... Pero en la práctica eso no es tan sencillo. Por ello, a continuación encontrarás varios consejos que puedes aplicar para aceptar tu cuerpo tal y como es.
1. Adopta hábitos más saludables
Pon en práctica la generación y el mantenimiento de los pensamientos positivos sobre ti. No solo lo hagas uno o dos días, mejor vuélvelo un hábito. Cuando hayas establecido este patrón de conducta empezarás a sentirte bien contigo mismo y disfrutarás y aceptarás tu cuerpo tal y cual es. Así mismo, deja por completo ese mal hábito que tienes al pensar negativamente sobre ti, réstale total importancia, enfréntalos, refútalos y elimínalos.
2. Identifica los pensamientos o comentarios negativos sobre tu cuerpo
Cuando realizamos comentarios negativos o tenemos pensamientos negativos sobre nuestro cuerpo, nos lastimamos a nosotros mismos, pues dañamos nuestra propia autoestima. Respétate y sé amable contigo mismo.
Por ello es importante que empieces a identificar la cantidad de pensamientos negativos que tienes tú mismo sobre tu cuerpo. Puedes empezar anotando en una hoja los comentarios que realizas y la frecuencia con la que lo haces. De esta manera empezarás a llevar un registro que utilizarás más adelante para confrontar esos pensamientos con la finalidad de sustituirlos por otros más saludables.
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3. Identifica el tiempo que le dedicas a tus pensamientos negativos
Los pensamientos negativos que tienes de ti mismo no van a ayudarte en mejorar tu apariencia física, por lo contrario, lo que hará será generar un malestar en tu salud mental. Después de que hayas identificado los pensamientos negativos en una hoja es importante que empieces a tener en cuenta el tiempo que le dedicas a estos pensamientos desadaptativos. Reflexiona al menos durante un par de días sobre la frecuencia con la que tienes sobre estos pensamientos negativos. Finalmente, pregúntate qué beneficio tiene la frecuencia con la que tienes estos pensamientos y si realmente te ayuda o te perjudica.
4. Sustituye tus pensamientos negativos
Al principio resulta un poco difícil reducir y sustituir los pensamientos negativos; sin embargo, es importante su realización para poder aceptar nuestro cuerpo tal y cual es. Cuando te des cuenta de que empiezas a pensar negativamente, reduce la influencia de ese pensamiento centrando tu atención en otras experiencias ligadas al momento presente y sustitúyelo por otro pensamiento positivo sobre ti. Ten paciencia y tomate el tiempo prudente para realizar esta actividad. Puedes empezar intentando cada día tener pensamientos positivos, recuérdalos durante tu jornada y sobre todo en el momento de que aparezcan pensamientos negativos.
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5. Limitar tu visibilidad de los medios
Puedes reducir el tiempo que pasas viendo programas televisivos, revistas, blogs o películas que presenten imágenes poco realistas de un cuerpo perfecto. Considera que existe una gran cantidad de fotos en las redes sociales y revistas que son alteradas para que las personas se vean “perfectas” o acordes a los supuestos estándares de “sexualidad y belleza”. Es importante que no te dejes influenciar por los supuestos estándares de belleza que existen hoy en día, pues realmente resultan ser muy superficiales y poco realistas. En vez de eso, entra en contacto con otros medios que te aporten una visión más realista acerca de cómo es el ser humano en toda su diversidad.
6. Identifica lo que te gusta de apariencia física
Quizá te gusten tus manos, tu cabello, tus ojos, tu sonrisa, tus pies, tu rostro, tus piernas... Deben existir muchas cosas que realmente te agradan de tu apariencia o de tu aspecto físico, lo principal es ir identificando cuáles son esos aspectos que te agradan de ti mismo. Si no logras identificar algún aspecto tuyo que te guste, recuerda alguna experiencia en la que algún conocido, amigo o amiga resaltó tu aspecto físico. No centres tu atención en los aspectos que no sean de tu agrado, concéntrate solo en los aspectos que te agradan de ti mismo.
7. Aprende a lidiar con personas negativas
Ahora que eres más positivo/a y amable con tu apariencia física, es muy probable que necesites tener la aprobación y la aceptación de los demás. No obstante... ¿Son ellos los que te critican? ¿Son ellos los que resaltan tus supuestos defectos físicos? ¿Dicen que estás muy flaco o muy gordo?
Si es así, es importante que identifiques y emplees un abordaje a esta situación donde existen influencias negativas de tu persona. Sé asertivo/a y coméntales de manera respetuosa y asertiva que las cosas negativas que dicen sobre ti te afectan, te hieren o te hacen sentir mal. Es importante hacerles notar que no existe la perfección y que tú estás a gusto tal y como estás y no tienes por qúe someterte a esas constantes invitaciones a revisar tu aspecto.
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8. Cambia esa relación que tienes con tu espejo
Si eres de las personas que usa un espejo habitualmente, debes establecer una regla en la que no es válido pensar aspectos negativos de ti mientras estés frente a él. En lugar de eso, empléalo para poder identificar los aspectos positivos que tienes. Emite frases positivas de ti mismo cuando estés frente a un espejo; quizá al principio te cueste un poco, pero poco a poco verás como ya no te costará tanto hacerlo y empezarás a notar los cambios y mejoras que produce en ti.
Si no logras establecer el cambio mencionado anteriormente, quizá lo mejor sea que evites por un tiempo el uso del espejo, de esta manera tu atención estará direccionada a otros temas como tu desarrollo profesional, actividades gratificantes y no tanto en tu apariencia.
9. Coloca notas positivas de tu apariencia en tu espejo
Identifica, escribe y pega frases que resalten aspectos positivos de tu apariencia física. Si tu cuarto es tu espacio privado se libre de poder poner notas donde puedas resaltar estos aspectos positivos tuyos, no sólo puedes usarlo en tu espejo sino en los lugares donde más sueles estar como tu escritorio, por ejemplo. Puedes emplear colores, o imágenes que sean de tu agrado para poder decorar tus descripciones, puedes hacer uso de tu creatividad.
10. Compárate solo contigo mismo/a
Es imposible que todos tengamos la misma apariencia física. Muchas personas, incluso las que son consideradas las más “bonitas o bonitos”, presentan defectos físicos que tratan de ocultar ante los demás. Así que por qué tendrías que compararte con los demás si todos somos únicos, nadie jamás volverá a ser como tú. En lugar de eso, puedes optar por compararte contigo mismo en cuánto has podido haber progresado con el pasar del tiempo y cuán beneficioso es que hayas mejorado tu apariencia con el pasar de los años.
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11. Ten claro que tu apariencia no define tu autoestima
Toma en consideración que nuestra imagen corporal solo es una parte de una autoimagen saludable. Resulta importante que aceptes tu cuerpo tal y cual es, pero también es relevante que comprendas que tu autoestima no se define por tu apariencia física. Nuestras cualidades personales también son muy importantes, incluso muchas personas no logran darle realmente tanta relevancia al aspecto físico, pero sí a las cualidades psicológicas que poseen las personas, como su amabilidad, respeto, confianza, solidaridad, etc.
12. Busca ayuda profesional especializada
Si tras poner en práctica todo lo que se ha ido mencionando anteriormente no logras aceptar tu cuerpo o tu apariencia física tal y cual es, busca a un profesional de la psicología capacitado para poder brindarte ayuda especializada para que puedas afrontar esta dificultad de manera rápida y eficaz. Existen psicólogos psicoterapeutas que brindan terapia cognitivo-conductual la cual ha demostrado su nivel de eficacia en el tratamiento de diversas problemáticas o dificultades asociadas a la autoestima. Una vez que inicies el tratamiento verás que en poco tiempo empezarás a notar una gradual mejoría.
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